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Via Servicio de Noticias Mundo Obrero
Reimpresa de la edición del 14 de agosto de 2003
del periódico Mundo Obrero
-------------------------¿Por qué Japón está enviando tropas a Irak?
Por Leslie Feinberg
Un parlamento muy dividido votó 126 a 102 el pasado 25 de julio para enviar tropas armadas japonesas a Irak para respaldar la ocupación dominada por el Pentágono. Este voto, contado después de una lucha en la sala del parlamento, trajo consigo una nueva era de militarismo en Japón. Ni un sólo soldado japonés ha estado en combate desde el 1945.
Tokio no es la única potencia imperial que está considerando esta movida. Los rivales imperialistas están vigilando muy de cerca la riqueza robada a Irak, y están ansiosos por coger y compartir el tesoro ahora monopolizado por el capital finan ciero de los Estados Unidos. Por otra parte la administración de Bush preocupada por la continua guerra de guerrilla, cautelosamente se dispone a ofrecer una parte del botín a quienes quieran compartirlo envi ando sus tropas a la región. Francia y
Ale mania--aliados de la OTAN que se opusieron a la invasión de Irak por la "Coalición de Dos" (Estados Unidos y Bretaña)--no quieren perder su porción de los robos de la guerra.Sin embargo, mientras Francia y Ale mania están indecisos si envían tropas, un oficial alemán fue citado por el New York Times el 29 de julio de esta manera, "Nosotros no queremos que la ocupación americana falle." A pesar de su competencia con los Estados Unidos, una victoria de la resistencia política iraquí contra la re colonización sería una derrota para todas las potencias imperialistas.
El gobierno de la India anunció el 14 de julio que refutaba la petición de la administración de Bush para que enviaran tropas a Irak. Una encuesta en India reporta que un 87 por ciento de la población rechaza la idea.
El gobierno japonés fue la primera potencia imperialista en ofrecer el envío de sus tropas. Y Washington rápidamente aplaudió la decisión.
La recompensa para el capital japonés comenzó inmediatamente. El 28 de julio, se firmó un acuerdo por Mitsubishi para comprar petróleo iraquí. El periódico financiero Financial Times llamó esto "una señal de que las compañías japonesas pueden ganar recompensas comerciales por el apoyo de su país a la guerra".
Mitsubishi hizo un acuerdo para importar 40.000 barriles al día de petróleo de Basrah Light. La entrega podría comenzar tan pronto como agosto, y se planea terminar en diciembre. Pero la gerencia de Mitsubishi admitió que la guerra de guerrilla en Irak, o como dicen los voceros de la compañía de manera sofisticada, "la seguridad inestable"--podría retrasar el comienzo.
Este contrato puede no parecer gran cosa. Pero abre las puertas para la exporta ción del capital japonés--por lo menos eso es lo que su clase gobernante espera. "Los analistas de la industria dicen que el significado del acuerdo para la Mitsubishi y otras empresas japonesas sobrepasa el tamaño del contrato, " publicó el Finacial Times. "El acuerdo podría dar comienzo a más contratos entre Irak y Japón y ayudar a este en su búsqueda de alternativas para la compra del petróleo, para el cual depende fuertemente de Arabia Saudita, Irán y los Emiratos Árabes Unidos."
Hajime Furuya, un analista de compañías comerciantes en el banco de inversiones USB, concurrió. "Esta transacción en sí tiene un pequeño impacto en términos de negocios pero podría tener un impacto mucho más fuerte políticamente y estratégicamente. Podría ser la señal para Mitsubishi de tener otros negocios en Irak, como la construcción de oleoductos o plantas de gas natural. También podría abrir el camino para que otras compañías japonesas entren a Irak."
Las empresas japonesas temían quedar aisladas del capital financiero de Irak por las empresas estadounidenses y británicas.
Antes de la Guerra del Golfo en 1990, firmas comerciales como Mitsubishi, Sumi tomo y Marubeni tenían grandes negocios con Irak en la infraestructura, maquinaria de construcción, energía y conductos. Después de más de una década de sanciones encabezadas por Estados Unidos dirigidas a la estrangulación de Irak, el acuerdo del 28 de julio por Mitsubishi se reporta como un acuerdo con la "Organ ización de Mercadeo del Petróleo Estatal de Irak," pero en realidad es una transacción con Washington y Londres.
El petróleo de Irak y sus ganancias no podían comenzar a fluir por los oleoductos de los imperialistas del mundo hasta que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobara una resolución el 22 de mayo que diera a los Estados Unidos y a su socio británico, la cobertura legal de "Autoridad" en Irak, la potencia ocupante en control de las industrias lucrativas petroleras y bancarias del país.
Leyes capitalistas: hechas
para romperseLos japoneses tuvieron que maniobrar la prohibición guerrerista en su Consti tución para poder enviar tropas a Irak. Según el Artículo IX, Japón está obligado a rechazar la guerra, la amenaza o el empleo de la fuerza militar. El ejército cambió de nombre a Fuerzas de Auto defensa después de la Segunda Guerra Mundial.
Los EE.UU. como el vencedor en esa sangrienta agresión imperialista impuso esa constitución pacifista. Pero ese documento legal fundamental fue apoyado en forma contundente por la población japonesa, devastada por las heridas de la guerra.
Como resultado, Tokio nunca antes había desplegado sus tropas al extranjero sin la justificación expresa de un mandato de la ONU. Japón ha podido solo desplegar unos pocos efectivos en "Operaciones para Mantener la Paz" (OMP) en Mozambique, Cambodia, Zaire, los Altos de Golán y Timor del Este.
Sin embargo, la ley de OMP autoriza que los soldados japoneses sólo puedan ser desplegados bajo la cobertura de la ONU a países después que haya terminado una guerra y siempre que el país huésped "pida" tropas internacionales. Como el Pentágono ha desarticulado al gobierno de Irak entonces, Japón tuvo que depender en parte del mandato colonial del 22 de mayo, autorizado mecánicamente y sin protesta, lo que otorgó a Washington el derecho de "invitar" a otras fuerzas armadas imperialistas a que fueran a Irak. Pero la Constitución japonesa permaneció como un obstáculo doméstico.
Durante la primavera, la oposición feroz de la clase trabajadora de Japón confrontó los intentos de abandonar la promesa de pacifismo de la constitución nacional. Varias encuestas reportan que más de la mitad de la población japonesa está opuesta al envío de tropas a Irak.
A pesar de eso, la legislación autorizando el envío de tropas fue aprobada por la cámara alta del parlamento después de la medianoche, el 25 de julio.
El acto legislativo, apoyado por la coalición de tres partidos del Primer Ministro Junichiro Koizumi, fue aprobado a pesar de una riña que ocurrió antes del voto en una reunión de un comité de la alta cámara, cuando legisladores de la oposición airados intercambiaron golpes con legisladores del partido del mandatario después de que los últimos acortaran el debate.
La nueva ley también permite al gobierno a desplegar sus fuerzas en todo el mundo sin el apoyo de la ONU.
Koizumi mantiene que los soldados solo se verán envueltos en actividades no combatientes en "áreas seguras". Pero la creciente resistencia iraquí a la ocupación colonial hace claro que no hay área segura para los ejércitos invasores y ocupantes.
Los oficiales estadounidenses "también han dejado ver claro que ellos quieren que sus aliados carguen consigo armas y municiones."
Koizumi afirmó que esta victoria legislativa distanciaría a su administración de la "diplomacia de cheques."
Durante sus décadas de prosperidad económica, el Japón, el segundo país más rico del planeta, ha exportado su capital en forma de "ayuda para el exterior" que ha regresado domésticamente en forma de ganancias.
Durante la Guerra del Golfo de 1991, Washington se quejó de la "diplomacia del cheque" de Tokio porque la potencia asiática solo ofrecía $13 mil millones para respaldar la operación militar.
Pero desde entonces la burbuja capitalista del Japón se ha roto y los mercados estadounidenses se han ido secando.
En la primavera de este año, el apoyo político de Tokio para la guerra desatada por Estados Unidos y Bretaña lo alienó de los países del Medio Oriente de los cuales depende para el 90% de las importaciones del petróleo vitales para la economía de Japón.
En respuesta a esto, a finales de abril la Primer Ministro del Exterior Yikiro Kawaguchi, desvió al Medio Oriente el viaje diplomático que había programado para Francia y Asia Sur Oriental.
La declaración de apoyo diplomático del Japón para la posición de los Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU el 18 de febrero despertó una oleada de oposición doméstica contra la guerra.
Aún así durante la reunión en mayo, Tokio públicamente aseguró a Washing ton que este jugaría un papel vital en la "reconstrucción" de Irak.
No es ningún secreto que los gobernantes del Japón aspiran a una posición permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. En septiembre del año pasado, según el principal periódico de habla inglesa en el Japón, el "Diputado del Secre tario de Estado, Richard Armitage prendió el fuego bajo los asientos de los gobernantes antes de la invasión contra Irak."
Este se refirió al Japón como una súper potencia económica con el ojo en una posición permanente en el Consejo de Seguri dad, y dijo que debería dar a los Estados Unidos un apoyo activo cuando este atacara a Irak. (Mainichi Shimbun, sept. 8, 2002.)
Durante ese tiempo, los aliados de la OTAN como Alemania y Francia estaban refutando cualquier acción militar. El Japón había dado apoyo logístico para la guerra del Pentágono contra Afganistán, pero se cuidó de no ser absorbido en la guerra contra Irak.
¿La OTAN no es para Asia?
Después de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos elevaron al Japón como un baluarte económico capitalista, pero no como un bastión militar durante la Guerra Fría como parte de la estrategia de Washington hacia Asia. El Pentágono mantuvo la hegemonía militar estacionando sus tropas en bases por todo el Japón--especialmente en Okinawa.
Ahora, más de una década después del colapso de la Unión Soviética, los guerreros de la Guerra Fría en la administración de Bush están tratando de forjar una alianza asiática como parte de su presión militar contra la República Demo crática Popular de Corea y la República Popular de China.
El imperialismo japonés y la clase gobernante de India son vitales para esta estrategia.
Hace más de tres años, un reporte privado confirmado por Richard Armitage "pidió al Japón que cambiase su Constitu ción para poder desplegar su ejército y aceptara más responsabilidad del peso para la defensa de la alianza." (New York Times, mayo, 9 2001.)
Pero algunas veces los políticos japoneses dan voz a elementos de su clase dominante que no siempre quieren estar en segundo lugar después Wall Street y el Pentágono. En 1999, el entonces Ministro de Justicia, Shozaburo Nakamuro atacó a Washington por su política de utilizar sus amenazas militares para proteger sus intereses económicos.
Nakamura fue uno de los políticos que argumentó en ese entonces por el cambio de la Constitución pacifista del Japón para permitir intervenciones militares en el exterior.
Así como la OTAN, la idea de una alianza está forjada en una base débil de competencia inter imperialista agresiva en un período de crisis económica doméstica profunda en los principales centros del imperialismo.
La opinión contra la guerra, la cual llenó las calles de ciudades y pueblos en todo el mundo durante la primavera al comienzo de la agresión militar inevitablemente se reafirmará cuando los soldados en el ejército conquistador--sin importar de qué país provengan--regresen a sus hogares en ataúdes de pino mientras la resistencia del pueblo iraqí a la ocupación colonizante continúa.
(Copyright 2003, Workers World Service. Todos los derechos reservados. Permiso para reimprimir artículos dado si se cita la fuente. Para más información escriba a: Mundo Obreror/Workers World, 55 W. 17 St., NY, NY 10011; por e-mail: [email protected]. WWW: http://www.workers.org)
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