PUERTO RICO
Jóvenes perturban ceremonia para derechista cubano
Por Tom Soto San Juan, Puerto Rico
A veces lo que
puede parecer un evento político oscuro, puede resultar en una vía
de lucha. Esto es especialmente cierto cuando hay una profunda crisis
política y económica desarrollándose, como la
situación actual en Puerto Rico.
El 29 de marzo, mientras que
miembros de la Cámara de Representantes, dominada por el partido
derechista pro estadidad, Partido Nuevo Progresista, intentaban celebrar una
“ceremonia de reconocimiento” para agradecer a Julio Labatut
Escarra—un empresario dere chista nacido en Cuba- por sus
“contribuciones filantrópicas en Puerto Rico”, una militante
manifestación de independentistas marchó frente al capitolio
gritando, “Labatut, Labatut, asesino eres tú”.
Julio
Labatut Escarra ha estado vinculado públicamente con los derechistas
escuadrones de la muerte que operaron en Puerto Rico en los años 1970 y
1980 e implicado en el asesinato de Carlos Muñiz Varela en
1979.
Varela, también nacido en Cuba, era un trabajador que se
casó y vivió en Puerto Rico. En 1979, tenía 26 años
y dos hijos, Yamaira y Carlos. Administraba la Agencia de Viajes Varadero,
promoviendo viajes y diálogo con Cuba revolucionaria—una
política opuesta por el gobierno de los Estados Unidos.
Varela
también estaba activo en el Comité Nacional de la Brigada Antonio
Maceo, que organizaba viajes de solidaridad a Cuba.
Según Milagros
Rivera del Comité de Solidaridad con Cuba, “Con la idea de acabar
con los viajes a Cuba, Carlos Muñiz Varela fue asesinado por el FBI por
medio de sus agentes en Puerto Rico. Omega 7, una organización terrorista
creada y auspiciada por la CIA, tomó responsabilidad del
asesinato”.
Labatut está protegido por el FBI, que por 26
años no ha entregado evidencia sobre el asesinato al Departamento de
Justicia de Puerto Rico.
Represión y crisis económica
despierta militancia
El intento de honrar a Julio Labatut Escarra
ocurre poco después del asesinato por parte del FBI de Filiberto Ojeda
Ríos el 23 de septiembre y de redadas del FBI en febrero en contra de
activistas pro independencia. Esto sucede dentro de una atmósfera
económica donde los precios de todos los productos y comestibles han
subido drásticamente durante el año pasado; cuando un impuesto de
ventas está siendo considerado por la legislatura, y en el medio de una
crisis fiscal y de deuda, en la cual el gobierno de Puerto Rico rehúsa
negociar salarios con empleados públicos como los del sindicato de los
trabajadores de la industria eléctrica y de la Federación de
Maestros. Este caos ha ubicado al movimiento pro independencia en una
posición para dar un ejemplo de lucha.
La manifestación del
miércoles, llamada en poco tiempo por familiares y el Movimiento
Independentista Nacional Hostosiano, el Comité de Solidaridad con Cuba,
el Frente Socialista y otros grupos, creció a casi 1,000
personas.
L@s manifestantes marcharon hasta las puertas del capitolio,
gritando “ase sino, asesino”, mientras la policía y los
guardias de seguridad del capitolio bloqueaban las entradas por dentro y fuera
del edificio.
En un momento, el activista ambiental Alberto De
Jesús Mercado, llamado popularmente Tito Kayak, intentó escalar el
mástil frente al edificio, donde ondeaba la bandera de EEUU. Cuando la
policía se apresuró para detenerlo, las puertas de entrada al
edificio quedaron desprotegidas, permitiendo la entrada de jóvenes
militantes al cuerpo legislativo colonial.
En la consiguiente lucha dentro
del edificio, se rompieron ventanas, se desordenaron muebles, pinturas fueron
arrancadas de las paredes, y la vitrina en que estaba guardada la
constitución (colonial) de Puerto Rico quedó agrietada. Perio
distas como Humberto Trías que estaba reportando sobre este
acontecimiento fueron tumbados al suelo por la policía, y el personal de
seguridad usó extinguidores de fuego para ahuyentar a los manifestantes.
Todo esto arruinó por completo la ceremonia de homenaje al
terrorista.
Una segunda interrupción se llevó a
cabo
Después de que llegó la fuerza de choque para
reforzar el edificio, la representante por el Partido Nuevo Progresista, partido
pro estadidad, Jennifer González, quien estaba dirigiendo el evento,
trató de continuar con la ceremonia, pero asombrando a los oficiales de
seguridad, se escuchó un ruido fuerte, otra vez interrumpiendo el
evento.
Esta vez Kayak había podido entrar rompiendo una ventana de
las oficinas de Norma Burgos, la senadora del Partido Nuevo Progresista. El caos
se extendió mientras la policía y agentes de seguridad
corrían por todos lados buscando el origen del sonido, y después,
al intruso. Kayak fue detenido.
Esta acción escandalizó a la
burguesía en Puerto Rico.
Según el personal del capitolio,
los daños ascendieron a $30.000. Ricardo Santos, hablando por el
Movimiento Socialista de los Trabajadores, se refirió al asesinato de
Muñiz Varela, diciendo, “¿Qué vale más: $30.000
en daños, o la vida de una persona?”
La representante
González, organizadora de la ceremonia, luego le dijo a la prensa que
Carlos Varela Pérez, el hijo de Carlos Muñiz Varela, le
había pedido que no honrara a Julio Labatut a causa de sospecharse su
papel en el asesinato de su padre.
Dirigiéndose al mitin fuera del
capitolio, Carlos Varela Pérez, que ahora tiene 31 años,
recordó cómo en una entrevista de televisión una vez,
Labatut fue preguntado si él había desempeñado algún
papel en el asesinato de Varela. Su respuesta fue: “No tuve el honor de
participar en ese asesinato.”
Jorge Farinacci, portavoz del Frente
Socialista, comentó en una declaración escrita, “Repudiamos
este acto de provocación por el cuerpo legislativo, al organizar una
ceremonia para honrar a un asesino y terrorista cuyos manos están
manchadas con la sangre de independentistas y socialistas.
“Por
más de tres décadas, la historia de Julio Labatut está
llena de conspiraciones para asesinar y destruir el movimiento independentista y
socialista, y todo lo que parece ser como Cuba revolucionaria.”
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