25 años después
¿Qué se puede aprender de la huelga de PATCO?
Por Milt Neidenberg
Hace 25 años—el 3 de agosto de
1981—l@s trabajador@s de la Organización de Controladores
Profesionales del Tráfico Aéreo (PATCO siglas en inglés),
comenzaron una huelga. En busca de una semana de trabajo más corta,
incremento de los salarios, mejora en las condiciones de trabajo y mejor
seguridad para l@s pasajer@s, el sindicato desafió un ultimátum
dado por el nuevo presidente Ronald Reagan de regresar al
trabajo.
Cuarenta y ocho horas después, Reagan despidió a
11.359 controlador@s de tráfico que estaban en
huelga.
Líderes y miembr@s del sindicato fueron arrestad@s,
encarcelad@s y multad@s. La cuenta de sustento para la huelga con un valor de
$3.5 millones de dólares fue congelada, la huelga se rompió y
eventualmente el gobierno invalidó el sindicato.
Reagan
terminó lo que el Presidente Jimmy Carter había comenzado en enero
de 1981, antes de dejar el puesto.
Un mes antes de que las negociaciones
por un nuevo contrato comenzaran, la Agencia Federal de Aviación
(FAA)—la agencia para la cual PATCO trabajaba, y el Departamento de
Justicia compilaron una lista de líderes sindicales y miembr@s que
serían arrestad@s si había huelga. Ambos partidos capitalistas,
Republicano y Demócrata, fueron responsables por el desastre de PATCO,
aunque Reagan fue más traidor y vicioso.
A solo semanas antes de
las elecciones presidenciales, el 20 de octubre de 1980, el candidato Reagan
escribió una carta tranquilizadora al entonces presidente de PATCO,
Robert Poli, comprometiéndose a cooperar con el sindicato.
Reagan
escribió, “Los miembros de mi gabinete me han informado ...que muy
pocas personas están trabajando horas irrazonables con equipos obsoletos.
...Puede estar seguro de que si soy elegido como presidente, tomaré los
pasos necesarios. ... le prometo a usted que mi administración
trabajará junto a usted para traer un espíritu de
cooperación entre el presidente y los controladotes
aéreos.”
Reagan se jactaba diciendo que él era un
miembro de por vida de la AFL-CIO. En sus días de Hollywood, él
había sido presidente del gremio de actores Screen Actors
Guild.
PATCO hizo todo lo posible para que Reagan fuera
electo
Una vez electo, Reagan traicionó al sindicato y
declaró que la huelga era “un peligro para la seguridad
nacional.” Invocó la famosa ley antisindical Taft Hartley, la cual
había sido legislada en 1947 bajo la administración del Presidente
Harry Truman, un demócrata. Esta ley le da el poder a los presidentes de
cualquier partido de romper huelgas y aún está en los
libros.
Por 25 años, en todo lo que se ha escrito sobre PATCO en la
prensa capitalista, las mentiras, las traiciones, y las promesas rotas de ambos
partidos junto al aparato represivo capitalista han sido suprimidas.
Un
artículo escrito en el 25º aniversario de la huelga en la
sección de opinión en el Washington Post, un periódico
“liberal” capitalista, ignoró esta conducta traicion era que
llevó a la destrucción de PATCO. El artículo, titulado
“Ecos de una Huelga Rota,” se enfoca en la subsiguiente
disminución de huelgas, membresía sindical y de trabajadores
organizador@s. Fue escrito por Charles J. Whalen, economista político del
Instituto para los Estudios de las Industrias, de la Universidad de
Cornell.
Whalen declaró, “Inmediatamente luego de la huelga
de PATCO, muchos observadores reportaron que la acción de Reagan fue un
momento crucial en las relaciones laborales de los EEUU. La historia ha
demostrado que esa caracterización fue muy precisa. Si es cierto que la
huelga es la “única arma real” de los sindicatos, como dicen
algunos sindicalistas, entonces prácticamente todo el movi miento
sindical ha quedado desarmado. Esto también indica que el derecho legal
para sindicalizarse y negociar colectivamente tiene poco significado
real”.
Whalen citó datos compilados sobre las acciones de
rompehuelgas. “En 2005, las disputas laborales en los EEUU resultaron en
22 paros significativos, según la Agencia de Estadísticas
Laborales (Bureau of Labor Statistics). Desde el fin de la Segunda Guerra
Mundial hasta 1981, la cifra anual era casi dos veces esa, y a veces mucho
mayor. La razón principal del declive agudo: el bien publicado despido de
los trabajadores de PATCO alentó a los empresarios a través del
país. De un día para el otro se volvió legítimo el
amenazar a los empleados en huelga con reemplazos
permanentes”.
Recesión tiene impacto en huelga de
PATCO
L@s trabajador@s de PATCO enfren taron condiciones
económicas desfavorables. La alta tasa de desempleo permitió que
el gobierno llenara rápidamente los puestos de l@s controlador@s
despedid@s. Pilotos, maquinistas y azafatas, temiendo la pérdida de sus
trabajos, siguieron trabajando durante toda la crisis de PATCO.
PATCO
careció del apoyo de un paro general, que el movimiento sindical no
estuvo en condiciones para organizar. Ni la burocracia de la AFL-CIO encabezada
por Lane Kirkland -patriota de la Guerra Fría y traicionero de clase -
tuvo el ánimo para ampliar el conflicto. Como resultado, la huelga de
PATCO estuvo condenada a fracasar.
La recesión capitalista fue un
tremendo obstáculo para PATCO y sus valientes y militantes miembros en
huelga.
Según un reportaje en enero del 2002 por la
Institución Brookings Centro de Políticas Urbanas y
Metropolitanas, “La recesión de 1980-1982 fue muy severa, la peor
desde la depresión de los años 1930. Esa recesión que
siguió al período de inflación acompañada por el
estan camiento de la economía de los años 1970, fue conocida como
la ‘recesión de doble bajada’. …
“La tasa
nacional de desempleo subió durante los años 1980 y 1981 y se
quedó en alrededor de un 10 por ciento durante la mayoría del 1982
y 1983. …
“La pobreza también incrementó
sustancialmente en las grandes ciudades durante los principios de la
década de los 1980, así como en el resto de la nación.
Entre 1979 y 1983, la cifra de personas viviendo debajo del nivel de pobreza en
las ciudades centrales de los EEUU aumentó en más de 3
millones”.
Aunque el reportaje no explicó el impacto
desproporcionado sobre la población negra y las otras nacionalidades
oprimidas, no cabe duda que la tasa de desempleo y pobreza subió
enormemente para estos grupos.
Reagan, el sirviente leal de la clase
dominante, fue totalmente despiadado en sus ataques contra l@s trabajador@s y
las nacionalidades oprimidas.
PATCO fue una víctima temprana.
Reagan no podía permitir el paro del sistema de transporte aéreo
— era una industria de $30 mil millones, que involucraba 14,000 vuelos y
10,000 toneladas de cargamento aéreo al día. Un promedio de
800,000 pasajeros, 60 por ciento de los cuáles eran ejecutivos de
negocios, pasaban por los terminales estadounidenses cada día. Las
líneas Braniff, Eastern, TWA — ya desaparecidas desde hace mucho
— y American Airlines estaban perdiendo $30 millones al
día.
La estrategia y el momento oportuno de la
huelga
El ciclo económico del desarrollo capitalista es a
menudo decisivo, afectando tanto el éxito de l@s trabajador@s en su lucha
por ganar beneficios como la cuestión de que si la huelga es la forma
más apropiada de lucha.
L@s líderes y l@s miembr@s de los
sindicatos tienen la grave responsabilidad de desarrollar una estrategia
victoriosa. PATCO no estaba bien preparada para el ataque extremo de la
administración de Reagan.
Pero por 48 horas la huelga creó
estragos para las aerolíneas y redujo sus ganancias.
Hoy en
día l@s controlador@s de tránsito aéreo se han
reorganizado.
Las huelgas son una escuela de la lucha de clases. Tienen
que planearse cuidadosamente con anterioridad. Mientras el capitalismo
continúa robando la plusvalía a l@s trabajador@s, las huelgas
pueden llegar a nivel de huelgas generales y huelgas de brazos caídos,
como hicieron en los años 30. O pueden decaer, como ha ocurrido en
años recientes, a un bajo nivel.
Hay también muchas otras
formas de lucha — económicas o políticas — aparte de
las huelgas.
El tiempo más favorable para l@s trabajador@s preparar
una estrategia de huelga es en un período de acumulación
capitalista rápido y antes de que empiece el ciclo de recesión.
Esta fase económica actual, la cuál está produciendo
riquezas sin precedente para unos pocos a expensas de la mayoría, puede
proveer las condiciones para resucitar la militancia del movimiento laboral en
la mesa de negociación y en las líneas de
piquete.
Aquí está una perspectiva para una lucha amplia
— organizada, independiente, multinacional y de clase - necesaria para
invertir al declive de 25 años que empezó con la derrota de PATCO.
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