Qué pasa en Brasil?
24 de junio — Cuando el Movimiento Pase Libre (MPL) de Sao Paolo en Brasil inició la convocatoria por los medios sociales a una manifestación el jueves 6 de junio en repudio al alza del transporte público en esa ciudad, ni se imaginaba la fenomenal acogida y las repercusiones que tendría.
Las cinco mil personas que comenzaron la marcha hacia la Avenida Paulista, el centro financiero de Sao Paulo, se convirtió una semana después en una verdadera masa gigantesca de más de un millón de personas por todo el país que no solo acogieron la bandera del repudio a la subida del transporte público, sino que agregaron otras demandas.
Inicio de movilizaciones
El MPL surgió en el 2005 abogando por una tarifa gratis en el transporte público para los/as estudiantes, pero luego amplió su plataforma para incluir a todas las personas.
Ante el anuncio de que la ciudad de Sao Paulo aumentaría en 0,20 reales (aproximadamente 9 centavos USD) la tarifa, hicieron una convocatoria en su página de internet ‘saopaulo.mpl.org.br’ y por Facebook. Inicialmente se congregaron frente al Teatro Municipal y de allí marcharon a las calles del centro de la ciudad.
Fueron recibidas con violencia por la Policía Militar quien reprimiendo a los/as manifestantes no solo reforzaron la determinación de éstos/as a proseguir la lucha, sino que despertaron la solidaridad de millones de personas alrededor del país.
Las manifestaciones se multiplicaron de manera espontánea principalmente convocadas a través de los medios sociales como Facebook y Twitter. Sin una clara dirección. Aparte de Sao Paulo, cerca de 100 ciudades, incluyendo importantes ciudades como Rio de Janeiro, Brasilia y Belo Horizonte, realizaron protestas.
Las demandas añadidas eran entre otras, más presupuesto para la salud y la educación. Brasil ahora es la anfitriona de la Copa FIFA Confederaciones en preparación para el Mundial de Fútbol en 2014 y las Olimpíadas en el 2016. Las exigencias de gran parte del pueblo es que el dinero que se invierte en la promoción de los juegos y en la construcción de estadios y facilidades aledañas en diversas partes del país, debían utilizarse para mejorar los servicios de salud, vivienda, educación y transporte para el pueblo.
Estas demandas han resonado tanto, que encuestas realizadas en los últimos días señalan que un 75 por ciento del pueblo apoya las manifestaciones. La fuerza de estas manifestaciones llevó a la cancelación de la subida de la tarifa en Sao Paulo, así como también en otras ciudades que contemplaban un aumento. Esto ha llevado, no a la suspensión de las protestas, sino a una intensificación de ellas para lograr otras demandas, apoyadas por la certeza de que el pueblo unido manifestándose en las calles puede lograr los cambios que quiere, necesita y merece.
Al MPL y a las convocatorias espontáneas, se han sumado la mayoría de los partidos políticos de izquierda, sindicatos, movimientos sociales que incluyen entre muchos otros al Movimiento Sin Tierra (MST), de afrobrasileños/as, LGBT, de mujeres, jóvenes, Vía Campesina, y muchos más. Todos estos movimientos a su vez han ampliado las demandas para un Brasil más democrático, más justo, igualitario e incluso hacia el camino al socialismo, algo que no estaba en la agenda del gobierno del PT.
Una importante declaración de la mayoría del movimiento en pie de lucha, es que no están en contra de la actual presidenta Dilma Rouseff; sino que quieren que su gobierno responda a las necesidades del pueblo y no a los intereses de los oligarcas y de las corporaciones.
La derecha interviene
Los medios corporativos, en particular la líder Red Globo, una de las empresas mediáticas más grandes y poderosas de Latinoamérica, aliada a la derecha opositora al gobierno del Partido del Trabajo del ex presidente Ignacio Lula da Silva, y ahora de Dilma Rouseff, en la última semana comenzó a intervenir en las manifestaciones, imponiendo consignas y demandas en contra de Rouseff y el gobierno del PT.
Pese a que el gobierno del PT no ha proclamado al socialismo como una meta como lo han hecho los países del ALBA, sí ha hecho algunas reformas, insuficientes claro está, para mejorar las condiciones del pueblo pobre brasileño. Y aunque no es netamente neoliberal —privatizaciones a granel, gobierno pequeño, etc.—, sin embargo, no ha afectado la base estructural del poder económico del Brasil. Ahora el PT está entre gobernar ‘contra el pueblo o para el pueblo’, como dicen muchos de los movimientos.
Al ver el éxito de las convocatorias, y porque la derecha siente que en las elecciones presidenciales del 2014 no tiene una real posibilidad de triunfar frente al PT para restablecer de pleno la política neoliberal— incluyendo la revocación de beneficios para los/as más pobres, ampliando la privatización y teniendo una cooperación más estrecha con el imperialismo estadounidense — comenzó esa intervención en las manifestaciones. Así lo declara la CTB, la Confederación de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil en un comunicado ampliamente circulado:
“Ciertamente no resulta por amor a la democracia o al pueblo que, los medios de comunicación golpistas, liderados por la Red Globo, han venido ayudando a convocar las manifestaciones al mismo tiempo en que instiga al odio popular contra los partidos políticos, la política en general, las organizaciones de los movimientos sociales, gobiernos e instituciones. La derecha neoliberal, reiteradamente derrotada en las urnas, quiere pescar en aguas turbias, manipulando al movimiento espontaneo de las masas en un momento en que este se encuentra sin rumbo ni dirección”. (portalctb.org.br)
Por esta razón, una parte del movimiento, incluyendo al MPL, optó por no convocar movilizaciones por varios días para poder establecer cuáles serán las bases de las próximas convocatorias y el mejor camino a seguir.
Respuesta del gobierno de Dilma
La presidenta Dilma Rouseff ha respondido a las manifestaciones con ánimos de involucrar a los movimientos en lucha en un diálogo y se comprometió a continuar atendiendo sus demandas y a la mejora de los servicios públicos.
Convocó a un “Gran Pacto” a los gobernadores, alcaldes y a los/as líderes de las manifestaciones. Este “Pacto” estaría basado en 3 ejes: la elaboración de un plan nacional de movilidad urbana que privilegie el transporte colectivo, la asignación de la totalidad de las regalías petroleras a la educación y la contratación de médicos extranjeros para ampliar la atención del Sistema de Salud (incluyendo médicos de Cuba).
Hacia esta meta ha convocado reuniones para la tarde del lunes, 24 de junio y la mañana del martes 25. Primero se reunirá con el MPL, luego con los gobernadores y alcaldes, y el martes con las centrales obreras.
La lucha continúa
Mientras, la lucha verdaderamente continúa. Workers World-Mundo Obrero pudo conversar con dos dirigentes de la CTB en la tarde del lunes 24 de junio para tener una mejor idea de la situación. Humberto Martins, asesor de la Presidencia de la CTB quien se encontraba en Sao Paulo y Joao Batista, del Departamento de Relaciones Internacionales quien acababa de llegar a Rio de Janeiro. La CTB es parte del amplio grupo de organizaciones y sindicatos que se adhirieron a las convocatorias desde el inicio.
Es importante destacar que pese al llamado del MPL y otros grupos de suspender las movilizaciones por unos días debido a la infiltración de la derecha, que en muchos casos, eran neofascistas, sectores de la izquierda continuaron movilizándose. A este respecto, la CTB publicó la declaración antes citada titulada: INFILTRACIÓN DE LA DERECHA BUSCA MANIPULAR MANIFESTACIONES POPULARES que en sus últimos dos párrafos lee:
“Los problemas sociales en Brasil, algunos de ellos seculares, son gigantes y, a pesar de los avances registrados en los últimos 10 años, demandan una solución urgente. Esta es la lectura que debemos hacer del sentimiento de revuelta popular. El movimiento sindical no debe salir de las calles ni tampoco abdicar de la lucha, pues solo a través de la movilización y la lucha conseguiremos avanzar en dirección a un nuevo proyecto nacional de desarrollo con soberanía, democracia y valorización del trabajo. Pero no debemos ser cómplices ni jugar el juego de los medios de comunicación golpistas.
Es nuestra obligación alertar a la clase trabajadora de los riesgos del retroceso y luchar para desenmascarar y derrotar a las fuerzas de derecha que se dedican a manipular y desvirtuar el movimiento espontaneo de nuestro pueblo por un Brasil mejor, con más democracia, igualdad y justicia”. (op cit: portalctb.org.b)
Ambos dirigentes le manifestaron a WW-MO la importancia de la reunión de organizaciones de izquierda, de la cual la CTB formó parte, celebrada el pasado viernes 21, donde se estableció la unidad de acción de importantes sectores de la izquierda brasileña. En esa reunión, 76 organizaciones, incluyendo las antes mencionadas que representan una amplia gama de las fuerzas progresistas brasileñas, evaluaron la situación de las movilizaciones y su actuación dentro de éstas.
Batista agregó que ha habido diversas convocatorias de movilizaciones alrededor del país para esta semana, siendo lo más importante la unidad de acción lograda por la antedicha reunión.
Los detalles de las entrevistas se dejarán para un artículo posterior.