El histórico Festival Palestine Writes triunfa sobre la oposición
Filadelfia
La resistencia suscitada por un asalto sionista al Festival Palestine Writes este fin de semana del 22 al 24 de septiembre en la Universidad de Pensilvania convirtió el evento de lo que ya habría sido un marcado éxito en un triunfo desafiante sobre el sionismo y la represión.
Si los sionistas y sus aliados del Consejo de Administración de la Universidad de Pensilvania hubieran permanecido en silencio, si hubieran permitido que el primer Festival Palestina Writes de Estados Unidos celebrado en persona siguiera adelante sin ser cuestionado, la asistencia habría seguido siendo significativa. Habría sido un éxito. Las primeras inscripciones superaron las 800 personas.
Pero los sionistas llevaron a cabo una vitriólica campaña de ataque durante varios días. Condujeron un camión de carteles digitales móviles por el campus de UPenn. Hicieron llamadas, amenazando con detener el evento. Inventaron un intento difamatorio de relacionar el festival con un supuesto ataque a la organización Hillel del campus. Y finalmente exigieron que el festival renunciara a algunos oradores clave, entre ellos Roger Waters, antiguo miembro de la banda de rock Pink Floyd.
Incluso antes de que se abrieran las puertas el viernes 22 de septiembre por la tarde, la inscripción había superado las 1500 personas, y siguió creciendo durante el fin de semana. En respuesta a los ataques, muchas personas y organizaciones se movilizaron para defender el acto, entre ellas más de 36 profesores de la UPenn, varios grupos de estudiantes de la UPenn, Jewish Voice for Peace y otros. Incluso periodistas de medios de comunicación corporativos, como The Philadelphia Inquirer, cubrieron positivamente el evento.
En el interior del Auditorio Irvine, todo se transformó en un ambiente pro Palestina. Un enorme mapa de la Palestina histórica de 3 por 9 metros, en el que se identificaban los pueblos y aldeas anteriores a la Nakba de 1948, se expuso inicialmente en el exterior, pero luego se trasladó al interior debido a las condiciones meteorológicas. En las paredes de todo el edificio se colocaron carteles y fotos históricas ampliadas de la sociedad y la cultura palestinas.
Todo ello contribuyó a hacer de este festival una victoria de resistencia al sionismo estremecedora, emotiva, unificada y desafiante, muy en consonancia con la resistencia histórica del pueblo de Palestina contra más de 75 años de ocupación.
Más información sobre este evento en Workers.org.