Siria: Zona de amortiguación en calma pero la guerra sigue siendo un riesgo
La guerra en Siria, provocada por las potencias imperialistas occidentales en el 2011 y que ha traído gran sufrimiento para el pueblo sirio puede terminar pronto si el proceso que ahora tiene lugar en la provincia de Idlib en el noreste del país avanza sin una nueva intervención imperialista. Las facciones reaccionarias, armadas por la OTAN, las monarquías del Golfo e Israel, todavía amenazan con causar estragos. El ejército sirio pospuso su ofensiva en Idlib para permitir un fin ordenado de la guerra. Leukefeld es un experto en la región y corresponsal habitual del diario alemán Junge Welt, que publicó el siguiente artículo el 12 de octubre.
La información tanto de Ankara como de Moscú indica que el acuerdo sobre una zona de amortiguación entre las unidades de combate en Idlib y el ejército sirio se ha respetado en gran medida. Según el acuerdo turco-ruso, los combatientes deben retirar sus armas pesadas de Idlib antes del 15 de octubre. El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo el 11 de octubre que la retirada podría demorar uno o dos días más. Desde el punto de vista ruso, esto no es un problema siempre que se lleve a cabo en su totalidad.
Los medios turcos ya confirmaron hace una semana que se habían retirado rampas de lanzamiento de misiles, misiles de mediano alcance, lanzadores de cohetes, morteros y otros equipos pesados. No está claro, sin embargo, a dónde se transportó el equipo de guerra y quién lo controla.
El fin de semana pasado, el propio ejército turco llegó a la provincia de Idlib con tanques y vehículos pesados, supuestamente para asegurar la zona de amortiguamiento. El 9 de octubre, el Parlamento aprobó una orden que permite a las tropas turcas operar en Siria e Irak por un año más para salvaguardar la seguridad nacional.
La agencia de noticias francesa AFP informó el 8 de octubre que algunas unidades de combate habían fortalecido sus estaciones militares y túneles en el área de la zona de amortiguamiento. Se dice que “Abu Walid”, un comandante del Frente de Liberación Nacional, dijo que tenían instrucciones para “quedarse” bajo el acuerdo. Un grupo cercano a al-Qaida, el Hayat Tahrir al-Sham (HTS), una alianza determinada a tomar Siria, antes el Frente Nusra, también se dice, según la AFP, que se está preparando para un ataque.
El diario sirio Al-Watan (La Nación) informó el 11 de octubre que varios grupos clasificados como terroristas, se negaban a aprobar la zona de amortiguamiento. Además de HTS, el artículo mencionó al Partido Turquestán Islámico y Haras Al-Din (Guardianes de la Religión), todos ellos asociados con al-Qaida. Como motivo de su negativa, las “fuentes cercanas a los grupos armados” dijeron a Al-Watan que estos grupos no habían recibido suficientes garantías de seguridad de Turquía. Esto es particularmente cierto de los mercenarios extranjeros en sus filas, cuyos países de origen se han negado a readmitir a los combatientes.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, ya había advertido a la estación de televisión francesa BFMTV en septiembre que, en el caso de una operación militar de las fuerzas armadas sirias en Idlib, los combatientes podrían “dispersarse en todas direcciones” y plantear un gran “riesgo para la seguridad a Europa”. Alrededor de una docena” de yihadistas franceses posiblemente regresarían a Francia.
Sin embargo, los conflictos entre las distintas facciones de combate en Idlib no han terminado. Según los informes, más de 200 comandantes han sido víctimas de la sangrienta competencia desde principios de año. Esto implica el control de la conexión de carreteras, armas, suministros de ayuda y dinero.
Incluso si las unidades de combate deciden entregar sus armas y buscar la reconciliación con el gobierno sirio, esto puede llevar a enfrentamientos sangrientos con otras facciones. Combatientes armados y también personas en la vida pública que abogan por un acuerdo con Damasco son amenazados, secuestrados, arrestados o ejecutados.
La escena de una batalla interna el 9 de octubre fue la ciudad de Latamne, a pocos kilómetros de la ciudad de Maharda (provincia de Hama). El Centro Ruso para la Reconciliación de Lados Hostiles en Siria, que supervisa la retirada de las unidades de combate en Idlib, informó que los yihadistas en el grupo del Estado Islámico (EI) habían atacado el HTS en Latamne. Dos miembros de los “Cascos Blancos” y cuatro combatientes fueron asesinados. El Estado Islamico capturó dos barriles de cloro.
Esto fue corroborado por grabaciones tomadas por aviones de vigilancia rusos o aviones de reconocimiento y distribuidos por el Ministerio de Defensa. Ahora se dice que los barriles de cloro robados están en manos del grupo yihadista Haras Al-Din en un área al suroeste de Alepo.