Colombia 2014: año de lucha en el horizonte
17 de enero 2014
Las agudas contradicciones entre las clases opositoras y la creciente exposición de las verdaderas intenciones de las fuerzas gobernantes de Colombia están alcanzando niveles que sólo pueden ser resueltos por una nueva etapa en la lucha en el 2014. Los acontecimientos recientes en ese país — incluyendo el aumento de la participación del campesinado y de las/os indígenas en la resistencia contra el régimen — si continúa y crece — podrían finalmente dar un inmenso golpe al estado neoliberal y neocolonial de Colombia. Este estatus ha mantenido fuera a la mayoría de las personas pobres y excluidas del goce de los beneficios proporcionados por las inmensas riquezas naturales del país.
Antes de examinar los nuevos acontecimientos, hay que recordar la realidad de Colombia y examinar esos acontecimientos en su contexto. Colombia sigue siendo el país más peligroso para las/os sindicalistas – el 60 por ciento de todos las/os sindicalistas asesinados en el mundo son asesinados en Colombia. Estos pérfidos actos son perpetrados por el Estado y las empresas transnacionales, junto con las fuerzas paramilitares.
No sólo las/os sindicalistas son las víctimas. Según un informe publicado en abril de 2013 por el Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), en promedio hubo seis violaciones a los derechos civiles cada día, incluyendo 565 atribuidos a los paramilitares, 268 a la policía y 187 al ejército. Diez colombianos por semana fueron asesinados por la violencia política. El informe también señala que durante la presidencia de Santos, el asesinato de civiles, los llamados “falsos positivos”, han aumentado, contrario a la versión ofrecida por la propaganda oficial. (rebelion.org , 11 de enero)
A pesar de este escenario, las/os activistas de las fuerzas progresistas del país han respondido a los graves ataques recientes con una valiente resistencia.
“Golpe de Estado” contra el alcalde de Bogotá
Como parte de una lucha constante, el 10 de enero más de 100.000 personas se manifestaron durante horas en el centro de la Plaza Bolívar de Bogotá para una marcha convocada en apoyo al alcalde electo de Bogotá, Gustavo Petro, y para defender la paz y la democracia. Petro había sido destituido de su cargo el 9 de diciembre por Alejandro Ordóñez, el procurador general de la nación.
El puesto de alcalde de Bogotá es el segundo cargo más importante del país después del de presidente de la nación. Esta ciudad capital de 8 millones de habitantes es el centro económico e industrial del país, contribuyendo un 50 por ciento de la renta nacional.
Petro es un ex guerrillero del Movimiento 19 de abril, popularmente conocido como el M19, que depuso las armas en 1990 en un acuerdo de paz con el gobierno. Durante su mandato en el Congreso de la República, primero como representante y luego como senador, Petro expuso los vínculos del gobierno de Álvaro Uribe con los criminales paramilitares, un caso conocido como “parapolítica”.
Esta exposición fue un paso importante en la revelación de los crímenes de los paramilitares y dio lugar a la acusación y el arresto de varios políticos, en su mayoría vinculados a la agrupación de Uribe. También provocó la hostilidad de Uribe y sus aliados, como el propio Ordóñez, que representan al sector más cruel de los políticos ultraderechistas y de la oligarquía.
En una columna de opinión del 29 de diciembre en el Washington Post, Petro explicó por qué lo removieron: Ordóñez lo había acusado de “mal manejo en los esfuerzos para cambiar la recolección de basura a control público”, y al hacerlo, atacó el sistema de “libre empresa”. También dijo que la acumulación de miles de toneladas de basura entre el 18 y 20 de diciembre en 2012, “amenazó la salud pública”.
De hecho, Petro trató de “nacionalizar” la recolección de basura que estaba siendo monopolizada por contratistas privados, varios de los cuales eran aliados de Uribe. ¡Pero no sólo Ordóñez lo destituyó de su cargo, sino que lo inhabilitó para ocupar cualquier cargo durante 15 años!
Este es el mismo Ordóñez quien removió de su cargo a la valiente senadora afrocolombiana Piedad Córdoba hace algunos años.
Petro fue elegido en octubre de 2012, y a pesar de que no ha impugnado la base económica capitalista, su Plan “Bogotá Humana” ha desafiado los viejos patrones de administración de la ciudad. Un plan reformista , BH ha traído algunas mejoras sociales: abrió un hospital cerrado, redujo los pasajes de las principales líneas de autobuses privados, creó la Secretaría de la Mujer, prohibió las corridas de toros en la Plaza de Toros Santamaría, creó Centros de Atención Móvil a Drogodependencia ( CAMAD ) y ha iniciado otros programas sociales.
Desde que Petro asumió el cargo, Ordóñez y otros políticos derechistas se han opuesto a él, pero su intento por cambiar la recolección de basura privatizada de nuevo al control de la ciudad les llevó a tomar medidas.
Varios políticos uribistas han estado reuniendo firmas para convocar un referéndum revocatorio, que se celebrará el 2 de marzo, según el pronunciamiento final del procurador general en relación a la expulsión de Petro. Petro acoge el referéndum, afirmando que mostrará la opinión del pueblo bogotano.
Como señal de la hostilidad reaccionaria de la clase dominante hacia cualquier cambio del status quo, un joven seguidor de la administración de Petro, Gerson Martínez, un artista de rap, fue brutalmente asesinado el pasado 5 de enero. Una bandera de Bogotá Humana estaba al lado de su cuerpo. Martínez fue responsable de la organización de algunas de las manifestaciones de diciembre en pro de Petro.
La represión estatal continúa
El día antes de que Martínez fuera asesinado, el 4 de enero, la policía arrestó a Francisco Javier Toloza, líder del creciente movimiento social y político, Marcha Patriótica. Su arresto eleva a tres los líderes de MP detenidos en menos de dos años. Toloza es parte de la comisión internacional de MP y la Junta Patriótica Nacional. Los otros dos detenidos son Wilmar Madroñero y Húber Ballesteros.
Marcha Patriótica ha crecido en número y alcance político, lo que representa un verdadero reto al poder de la oligarquía. Compuesta por cientos de diferentes organizaciones de base en todo el país, está mostrando una voluntad decidida para cambiar el país en beneficio de los pobres y excluidos. No es de extrañar, dada la historia de Colombia, que el liderazgo de MP esté siendo amenazado, detenido e incluso asesinado.
En momentos en que el gobierno colombiano está llevando a cabo negociaciones de paz con las FARC-EP en Cuba, es importante analizar el significado de estos ataques por parte del Estado sobre los movimientos sociales y activistas progresistas pacíficos.
Uno de los objetivos declarados de las negociaciones es la participación de los miembros de la guerrilla de las FARC en la vida política. ¿Qué garantías habrá para que puedan ejercer este derecho en paz? Si estos ataques en contra de las/os luchadores sociales que no están en la lucha armada continúan, ¿qué pasará con aquellas/os que depongan las armas para incorporarse a la vida política? ¿Habrá una repetición de la masacre de la Unión Patriótica en la década de 1980, cuando alrededor de 4000 miembros de la UP fueron asesinadas/os sistemáticamente?
Solidaridad internacional libera Julián Conrado
Antes de concluir debemos celebrar la reciente liberación de Julián Conrado, el “cantante del pueblo”. Conrado es un miembro de las FARC que fue detenido en Venezuela en mayo de 2011. Salió de prisión el 9 de enero después de que el gobierno de Colombia anunció la suspensión de la solicitud de extradición.
Conrado se había unido a la insurgencia como muchas/os, porque enfrentó persecución política. Él era parte de la “comisión temática” de las FARC, durante las negociaciones de paz en 1998-2002 con el gobierno de Andrés Pastrana. Conrado había ido a Venezuela para recibir tratamiento médico, pero fue detenido por pedido del gobierno colombiano.
El que el gobierno revolucionario bolivariano de Venezuela detuviera a Conrado trae a colación algunas de las contradicciones que preocupan a muchas/os de las/os revolucionarios que apoyan esta revolución. Pero es importante señalar que como proceso continuo, las revoluciones son transiciones desde el capitalismo con todos los peligros y problemas provocados por los ataques imperialistas y de la oposición derechista. Revolucionarias/os venezolanos sin embargo, incluido el Partido Comunista de Venezuela y otros, han mostrado su firme apoyo a Conrado y exigido su liberación de la cárcel.