Trump 2.0 aterroriza a los trabajadores migrantes

Por Otis Grotewohl

Tras jurar su cargo el 20 de enero, el presidente Donald Trump desató de repente ataques racistas contra trabajadores indocumentados y familias migrantes. 

Día Internacional del Migrante, 18 de diciembre de 2024, Nueva York.

Trump utilizó el discurso inaugural como foro para su ataque. En su discurso, amenazó con aprobar «una serie de órdenes ejecutivas históricas» dirigidas a los trabajadores migrantes y sus familias. En un momento dado, Trump amenazó con invocar el uso de la arcaica «Ley de Enemigos Extranjeros» de 1798 como herramienta para las deportaciones masivas.

Primer día: órdenes ejecutivas contra los migrantes

Según se informa, Trump firmó más órdenes ejecutivas el primer día de su segunda administración que cualquier otro presidente estadounidense anterior. Muchas de las órdenes ejecutivas se centraron en la inmigración. 

Entre las diversas acciones se encontraba la declaración de «emergencia nacional» para aumentar la presencia militar en la frontera, la suspensión del asilo y del Programa de Admisión de Refugiados de EE. UU. y la reanudación de la construcción del muro fronterizo. Trump también prometió «desmantelar» todas las políticas y programas de inmigración de la anterior administración Biden.

Las unidades de Inmigración y Control de Aduanas realizaron arrestos masivos en todo Estados Unidos de la noche a la mañana. Las órdenes ejecutivas del presidente ahora permiten a los agentes del ICE llevar a cabo redadas en lugares públicos que antes estaban prohibidos, como escuelas, hospitales y lugares de culto. 

Los inmigrantes procedentes de Haití, África o países latinoamericanos están en el punto de mira y son víctimas de abusos por parte de funcionarios y agentes del ICE, así como de milicias racistas y armadas del MAGA, como los Proud Boys y los Oath Keepers. Debido a la homofobia y la transfobia desenfrenadas, los migrantes LGBTQIA2S+ son especialmente vulnerables a los viles malos tratos de estas fuerzas gubernamentales y neofascistas.

Una orden ejecutiva que está enfrentando un gran rechazo es el intento de la nueva administración de anular la «ciudadanía por derecho de nacimiento». Al firmar la controvertida orden, Trump desafió descaradamente la burguesa Constitución de EE. UU. al ordenar a las agencias gubernamentales que dejaran de reconocer la ciudadanía de los niños nacidos en EE. UU. 

La 14.ª Enmienda de la Constitución dice: «Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de los Estados Unidos y del Estado en el que residen». 

En el momento de redactar este informe, funcionarios estatales de al menos 20 estados, junto con la Unión Americana de Libertades Civiles, han presentado demandas judiciales para impugnar el plan de revertir la ciudadanía por derecho de nacimiento. El juez del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos John C. Coughenon, en Seattle, bloqueó temporalmente la orden el 23 de enero. 

Estrategia de la clase dominante: engaño, miedo y división

La clase dirigente estadounidense ha difundido mentiras y desinformación sobre los inmigrantes durante siglos. La propaganda antimigrante es comúnmente impulsada por gobernantes capitalistas y demagogos fascistas para infundir miedo y sembrar división dentro de la clase trabajadora.

Una gran mentira que se difunde a menudo es la falsa asociación de la inmigración con la «delincuencia». Esta narrativa xenófoba se ha utilizado como arma contra los trabajadores inmigrantes durante siglos y se utilizó comúnmente como propaganda contra los inmigrantes católicos a principios del siglo XX. Los políticos intolerantes, el aparato estatal capitalista y los medios de comunicación corporativos han vinculado históricamente la inmigración y la delincuencia para servir a sus propios intereses.

De hecho, un informe de 2019 realizado por el conservador Instituto CATO admitió que «los inmigrantes indocumentados tenían un 37,1 % menos de probabilidades de ser condenados por un delito». (NPR, 8 de marzo de 2024)

Un estudio más reciente publicado por la oficina del Instituto Nacional de Justicia del Departamento de Justicia de EE. UU. determinó que «los inmigrantes indocumentados son arrestados en menos de la mitad de los casos que los ciudadanos estadounidenses nativos por delitos violentos y de drogas, y en una cuarta parte de los casos que los ciudadanos nacidos en EE. UU. por delitos contra la propiedad». (nij.ojp.gov, 12 de septiembre de 2024)

Protesta contrainaugural, Cleveland, Ohio, 25 de enero de 2025. El cartel dice: ‘Los estudiantes unidos defenderán a las familias inmigrantes’. (MO Foto: Martha Grevatt)

Otra mentira que se difunde a menudo es el concepto incorrecto de que los trabajadores indocumentados de alguna manera «amenazan» la seguridad laboral de otros trabajadores. Esta noción es un intento flagrante de enfrentar a los trabajadores y a las personas oprimidas. Son los jefes, y no los trabajadores migrantes, quienes contratan, despiden, evalúan y cesan a los empleados. 

Los trabajadores indocumentados están sujetos a los trabajos más peligrosos y peor remunerados. Además, pagan miles de millones de dólares en impuestos cada año por servicios gubernamentales que no pueden recibir legalmente. 

Según el Instituto de Política Fiscal y Económica: «Más de un tercio de los dólares de impuestos pagados por inmigrantes indocumentados se destinan a impuestos sobre la nómina dedicados a financiar programas a los que estos trabajadores tienen prohibido acceder. Los inmigrantes indocumentados pagaron 25 700 millones de dólares en impuestos de la Seguridad Social, 6400 millones de dólares en impuestos de Medicare y 1800 millones de dólares en impuestos del seguro de desempleo en 2022». (30 de julio de 2024)

Los hechos estadísticos no han impedido que Trump y los de su calaña difundan mentiras deliberadas sobre las comunidades de inmigrantes. Trump reconoce conscientemente la influencia que tiene su nueva administración para promover la división y el miedo. La clase multimillonaria de la que Trump se rodea es la que más se beneficia cuando la clase trabajadora está desunida.

Es necesaria la respuesta de la clase trabajadora

Los trabajadores y las personas oprimidas que recuerdan la última administración Trump están justificadamente nerviosos con la nueva. 

Los líderes del Partido Demócrata ahora están denunciando las órdenes ejecutivas de Trump, pero son en parte responsables de la nueva embestida contra los trabajadores indocumentados y sus familias. La administración Biden-Harris pasó los últimos cuatro años moviéndose políticamente hacia la derecha en materia de inmigración, normalizando los ataques contra los trabajadores indocumentados.

Los marxistas-leninistas apoyan incondicionalmente a todos los trabajadores, independientemente de su ciudadanía o nacionalidad. Es necesario un movimiento independiente de solidaridad de la clase trabajadora y unidad colectiva para combatir los crueles ataques contra las familias migrantes. 

¡Ningún ser humano es ilegal! No human being is illegal!

Otis Grotewohl

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