La guerra contra Gaza ha entrado ya en su sexto mes y no hay un fin inmediato a la vista. Más de 33,000 personas -hombres, mujeres y niños- han muerto. Miles de viviendas han sido destruidas. Y millones de palestinos se enfrentan a una hambruna inminente y la inanición más absoluta. Fíjense en que he dicho “la guerra contra Gaza” en lugar de “la guerra contra Hamás”, una organización islamista de resistencia. ¿Por qué he dicho esto? Porque la gran mayoría de los muertos son no combatientes. Miles son niñas o niños. ¿Debemos creer que eran bebés de Hamás?
El odio que los israelíes sienten hacia los árabes en general y los palestinos en particular es totalmente inaceptable. Pero este conflicto es más que racista y más que simplemente político. Es a la vez existencial y territorial. Es un conflicto colonial de asentamientos que codicia la tierra de los palestinos. No podría importarle menos la gente. ¿No explica eso la carnicería desnuda de la guerra? ¿No explica eso el promedio de cinco mil muertes por mes? No hay que mirar más allá del asesinato por parte de la Fuerza de Defensa Israelí (FDI) de tres rehenes judíos sin camisa que hablaban hebreo. Como dice el refrán: Dispara primero. Haga preguntas más tarde. Si estás en el territorio, eres un objetivo.
Y luego ocurre el asesinato de siete ayudantes de la Cocina Central Mundial, y los liberales se vuelven locos. A Israel le regañan. “Mal perro. Mal perro.” De veras? De veras? Unos 33.000 palestinos son masacrados y el silencio virtual es ensordecedor.
El Dr. Franz Fanon, en su obra clásica, Los Condenados de la Tierra, dijo que los conflictos coloniales ocurren entre dos especies distintas. Los colonizadores se consideran humanos. Los colonizados son menos que humanos. Por no ser libres, no son humanos, porque sólo los humanos son libres.
Los liberales llaman a un cese de fuego. ¿Por qué no vamos al fondo de las cosas y exigir un fin a la ocupación? ¡Los palestinos no merecen la libertad? ¿Los palestinos no merecen el derecho de existir? Los palestinos no merecen un estado propio? ¿O estas cosas son sólo para los Israelíes?
Tal vez no estoy siendo justo. Tal vez. Pero luego pienso en las palabras de un diplomático israelí, un embajador que estaba discutiendo la paz con Palestina. Danny Danon, el Embajador de Israel a la Organización de Naciones Unidas (ONU), en un artículo de opinión para el New York Times en su edición del 24 de junio de 2019, escribió que a los palestinos sólo les hacía falta hacer dos cosas para establecer la paz:. A. Cometer (sus palabras) suicidio nacional, y B. Rendirse. Piensen en eso. Un oficial colonial imperial francés no podría haberlo dicho mejor.
Estados Unidos no es un árbitro justo ni imparcial. Es profundamente parcial y arma al Israel del apartheid con armas, no de defensa, sino de ofensiva.
Las siglas FDI significan Fuerza de Muerte Israelí [Israeli Death Force in English].
Así que comencemos con un llamado: Cesen la ocupación.
Con amor, no miedo, soy Mumia Abu-Jamal.
15 de abril de 2024
Comentario grabado por Prison Radio. https://www.prisonradio.org/commentary/what-a-difference-half-a-dozen-makes/
Traducción: Amigxs de Mumia en México
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