El bipartidismo en su mejor (o peor) expresión: La prohibición y la palabrería
Por mucho que demócratas y republicanos traten de parecer diferentes unos de otros, a veces no pueden evitar sonar igual.
Esto quedó evidente en la 352-65 votación en la Cámara de Representantes para obligar a la empresa china de Internet ByteDance a vender la plataforma de medios sociales TikTok – o ser prohibida en los EE.UU.
“En el mejor de los casos, TikTok seguirá funcionando, pero ya no será propiedad -y potencialmente controlada- por un gobierno adversario”, dijo el demócrata de Carolina del Norte Jeff Jackson.
“La capacidad del Partido Comunista Chino para explotar los datos privados de los usuarios y manipular la opinión pública a través de TikTok plantean graves problemas de seguridad nacional”, añadió el representante Adam Schiff, candidato a senador que ganó recientemente las elecciones primarias demócratas de California. (cnn.com, 17 de marzo)
Para no quedarse atrás, los representantes republicanos hicieron comentarios similares. “La Cámara de Representantes acaba de aprobar un proyecto de ley bipartidista para obligar a TikTok a romper sus vínculos con el Partido Comunista Chino”, publicó en X el líder de la mayoría en la Cámara, Steve Scalise.
Numerosos representantes de ambos lados de la Cámara hicieron declaraciones similares. El presidente Joe Biden dice que firmará la ley si se aprueba en el Senado.
Pero los hechos no cuadran con la retórica anticomunista de estos políticos capitalistas que suenan iguales. TikTok no es propiedad, ni total ni parcial, del Partido Comunista de China. El gobierno chino adquirió recientemente una participación del 1% en la empresa.
El fundador de ByteDance es el empresario chino Zhang Yiming, cuyo patrimonio se estima en 43.400 millones de dólares. Sólo el 20% de la empresa le pertenece a él, otro 20% a los empleados de ByteDance, y el 60% restante está en manos de inversores institucionales extranjeros como BlackRock, Carlyle Group y Susquehanna International Group. El CEO de TikTok, Shou Zi Chew, es ciudadano de Singapur, no de la República Popular China.
¿Por qué la prohibición?
Además, todo este alarde de alarmismo representa pura hipocresía, ya que muchos de estos políticos, incluidos Jackson y Schiff, han estado utilizando TikTok para promover sus propias campañas electorales. Pero sus declaraciones y votos sirven para contrarrestar cualquier acusación de que son “blandos con China”.
Conseguir que ByteDance venda TikTok, con sus 170 millones de usuarios en Estados Unidos, es más fácil de decir que de hacer. Según el Financial Times del 14 de marzo, “su precio podría, sobre el papel, superar los 180.000 millones de dólares”. Por otra parte, cortar el acceso a todos los que usan TikTok sería enormemente impopular. Los políticos han intentado racionalizar su voto ante sus seguidores en TikTok, diciendo que en realidad no están a favor de una prohibición, sino sólo de una venta que saque a la empresa de manos chinas.
Los verdaderos beneficiarios de una prohibición serían los competidores estadounidenses de TikTok, como X, de Elon Musk, y Meta, de Mark Zuckerberg, empresa matriz de Facebook e Instagram.
Lo que podría haber sido un motivo oculto tras la votación de la Cámara se convirtió en algo no tan oculto cuando el representante Ted Cruz soltó que TikTok estaba “promoviendo entre los niños vídeos de autolesiones y propaganda antiisraelí”. La plataforma se ha utilizado para fomentar la solidaridad con Palestina y organizar manifestaciones pro-Palestina. Meta ha bloqueado cientos de publicaciones pro-Palestina, según Human Rights Watch – difícilmente una organización antiimperialista. (aljazeera.com 21 de diciembre)
Sea cual sea el verdadero motivo de esta cruzada supuestamente anticomunista, está claro que la clase trabajadora y los oprimidos no deberían dejarse embaucar para que la apoyen. No es probable que eso ocurra. Cada vez somos más los que nos damos cuenta de que nuestra lucha es contra la explotación capitalista, el imperialismo y el sionismo, luchando junto al heroico pueblo de Palestina.