Haz que las bombas incendiarias contra Cuba hagan boomerang
Ya está fuera de los titulares. Pero su mensaje sigue vigente. Hablamos de los artefactos incendiarios que los terroristas lanzaron contra la Embajada de Cuba en Washington, D.C.
El mensaje es obvio: hay algo fuera de lugar si el Estado canalla más peligroso del mundo -con sede en Washington- puede incluir a Cuba en la lista de países “terroristas”, ya que Cuba extiende más solidaridad humanitaria per cápita al resto del mundo que cualquier otro país.
Esta contradicción es un punto sobre el que reflexionar, especialmente para cualquiera que habite dentro de las entrañas del monstruo. Los que viven en Estados Unidos están sometidos a un Niágara de propaganda proimperialista que les nubla la vista, les priva de aire para respirar y espacio para pensar. Es posible que no capten el mensaje.
Así que los que captaron el mensaje tienen el deber de repetirlo, de compartirlo con los demás.
Nadie que represente a la Cuba socialista ha hecho nada que se parezca en modo alguno a un acto terrorista, es decir, un asalto armado contra civiles para lograr un objetivo político.
Cuba socialista sí ofrece voluntarios médicos entrenados y dedicados que han servido en todos los rincones del mundo donde han ocurrido desastres, a veces arriesgando sus propias vidas. Los trabajadores médicos cubanos han tratado envenenamientos nucleares en Chernóbil, han rescatado a víctimas de terremotos e inundaciones en Pakistán y Haití y han ayudado en la atención a pacientes del COVID-19 en muchos países, entre ellos Italia, en América Latina, el Caribe y África.
Han salvado la vida de miles de personas. Con operaciones de cataratas han devuelto la vista a más personas en toda América Latina y el Caribe.
Comparen esto con los actos del gobierno de Estados Unidos, trabajando a través del Pentágono y la CIA. Este régimen ha invadido o bombardeado con terror, sin provocación alguna, Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia… en orden cronológico, destrozando estos países, matando a millones de personas y sembrando la miseria y el caos. Y esto no es más que una lista parcial.
Luego, porque a pesar de su poder en declive, este mismo Estado canalla no sólo bloquea a Cuba, sino que tiene el descaro sin paliativos de colocar a Cuba en una lista que impide a otros países comerciar con Cuba, haciendo sufrir así a los cubanos de a pie.
Es un crimen que se puedan lanzar bombas incendiarias contra la embajada cubana. Es una admisión de la participación oficial de Estados Unidos en este crimen que nadie haya sido capturado. Pero no es ni mucho menos el peor crimen que el imperialismo yanqui ha cometido contra el pueblo cubano. Bloquear la economía cubana, calumniar a Cuba de “terrorista” es un crimen mucho peor.
El año pasado, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas votó sobre el levantamiento del bloqueo a Cuba, el levantamiento del bloqueo ganó, por 185 a 2. Sólo Israel se unió a Estados Unidos para votar en contra de Cuba. Dos Estados canallas. Y los gobiernos de los otros 185 países están convencidos de que es un disparate llamar a Cuba un estado terrorista.
Así que si el ataque a la embajada cubana ha llamado más la atención sobre la flagrante mentira utilizada para hacer sufrir al pueblo cubano, utilicemos esa atención para movilizarnos y conseguir que Cuba sea eliminada de la lista. Ya existe una petición para exigir precisamente eso. Ya ha recorrido más de un tercio del camino hacia el objetivo de un millón de firmas.
Para firmar y obtener más información, visite letcubalive.info.