A pesar del bloqueo
El sistema sanitario cubano es extraordinario
El día que la 51ª Brigada Venceremos partió hacia Cuba, el 27 de diciembre de 2022, unas 262 personas murieron en Estados Unidos a causa del COVID-19. De los 11 millones de habitantes de Cuba, sólo 30 dieron positivo por COVID-19 ese mismo día.
La brigada de más de 70 personas de todo EE.UU. visitó Laboratorios Farmacéuticos Oriente en la ciudad de Santiago de Cuba, la principal ciudad del oriente cubano. El laboratorio forma parte de la extraordinaria organización médico científica de Cuba.
Los científicos del laboratorio han desarrollado tres vacunas que tienen una eficacia del 92,83% en la prevención de la muerte y de los síntomas más graves del COVID-19. Crearon tres refuerzos compatibles con las vacunas Pfizer y Moderna (ARN mensajero o ARNm). Cuba fue el primer país en desarrollar una vacuna para niños de 3 a 11 años.
Cuando la delegación de la Brigada Venceremos entró en las instalaciones del laboratorio, una sala llena de héroes -enfermeras y trabajadores sanitarios cubanos- se puso en pie y aplaudió. Una mujer se llevó las manos al corazón y nos tendió la mano, como si nosotros fuéramos los héroes.
Los cubanos reconocieron el trabajo de los jóvenes en el desarrollo de las vacunas. En el momento álgido de COVID-19 en Cuba, jóvenes estudiantes de medicina rastrearon los contactos casa por casa, buscando a las personas con síntomas. Educaron a la población sobre la importancia de llevar mascarillas y lavarse las manos.
Los cubanos apoyan los centros de aislamiento, que alojan a las personas en cuarentena. Y muchos estudiantes de medicina estaban entre los 44.000 cubanos que se ofrecieron voluntarios para los ensayos clínicos durante la producción de las vacunas cubanas.
Los Laboratorios Farmacéuticos Oriente llevan a cabo múltiples líneas de investigación. El bloqueo provocó escasez de soluciones salinas necesarias para el goteo intravenoso (IV) de pacientes deshidratados y la administración de fármacos. Cuba ha desarrollado ahora sus propias soluciones salinas, que han salvado vidas en todo el mundo.
Las vacunas cubanas Abdala y Soberana contra el COVID-19 han demostrado ser seguras y tener pocos efectos secundarios en Cuba y en otros países. Y han demostrado ser más eficaces contra la variante omicrónica que las vacunas administradas en otros países.
Las vacunas cubanas pueden exportarse fácilmente, porque son estables a temperaturas superiores a 30 C (86 F). Ocho países ya las utilizan, y otros las están evaluando.
Según un artículo publicado el 5 de enero en Granma (inglés), “las vacunas Abdala y Soberana utilizan el antígeno RBD, es decir, la región de la proteína de la espiga (S), que se une al receptor del virus en la célula”, y esto ayuda al organismo a producir anticuerpos que actúan contra las diferentes variantes del virus. “Varios grupos de científicos de todo el mundo y más de 20 revistas científicas han publicado artículos que apoyan esta hipótesis”. (tinyurl.com/rktbbd3k)
Cuba ha desarrollado soluciones y equipos intravenosos que hacen posible que las personas se administren su propio tratamiento intravenoso en casa. La ciencia cubana fabrica productos para hemodiálisis en caso de insuficiencia renal. Los cubanos que se encuentran a 100 millas de distancia o más pueden recibir transporte regular gratuito a los centros renales, donde también se les da de comer durante el día. Lo que le costaría a una persona en Estados Unidos 200 dólares es gratis para los cubanos, incluso mientras todos los cubanos luchan contra el bloqueo.
La atención médica es un derecho
En Cuba no hay hospitales privados. La atención médica es un derecho fundamental de los ciudadanos cubanos y está recogido en la Constitución cubana. El sistema médico cubano da prioridad a los derechos de las enfermeras como trabajadoras y garantiza la asistencia sanitaria gratuita a todos los cubanos.
El sistema médico con fines de lucro de Estados Unidos ha provocado huelgas de enfermeras para protestar por la inseguridad de la atención a los pacientes, basada en la baja proporción de enfermeras por paciente. En situaciones en las que lo normal era una enfermera por cada cuatro pacientes, ahora las enfermeras pueden tener entre 10 y 20 pacientes. Esta escasez de enfermeras ha causado la muerte de pacientes y ha aumentado el estrés de las enfermeras, provocando que muchas abandonen la profesión y aumentando la escasez general.
Enfrentarse al bloqueo
Los ponentes del laboratorio cubano dijeron que, debido al bloqueo, los cubanos se han visto obligados a desarrollar muchos tipos de medicamentos y vendas de plástico, que de otro modo no tenían a su alcance. Pueden obtener algunos suministros médicos de México, China e Italia, entre otros países.
Los oradores señalaron que el fallecido líder revolucionario cubano Fidel Castro había fomentado el desarrollo de una industria biotecnológica y farmacéutica que formaba a médicos e investigadores científicamente cualificados. Esta infraestructura permite a Cuba producir muchos de sus propios suministros médicos.
Cuba ha enviado 53 brigadas a otros países y cuenta con más de 28.000 profesionales sanitarios cubanos residentes en 58 naciones. Un orador dijo que Washington acusa erróneamente a Cuba de producir armas biológicas, pero que Estados Unidos no menciona a todas las personas de todo el mundo a las que Cuba ha ayudado, incluidas muchas de Estados Unidos. Cuba sigue ofreciendo vacunas a bajo precio a algunas personas en Estados Unidos.
Cuando se les preguntó por la COVID-19 larga (long COVID), los científicos cubanos dijeron que están desarrollando ensayos para medir el impacto de la vacuna en la frecuencia y duración de los síntomas posteriores a la COVID-19. Dijeron que envían a los pacientes con COVID-19 larga a especialistas como neurólogos que trabajan con ellos.
Cuba desarrolla vacunas y medicamentos
Cuba tiene un rico historial en el desarrollo de vacunas o medicinas para enfermedades que han golpeado duramente al país, como el dengue, la fiebre amarilla, la malaria y otras enfermedades respiratorias.
Los cubanos también trabajan en la creación de productos naturales como las hojas de moringa, que tienen 7 veces más vitamina C que las naranjas y 15 veces más potasio que los plátanos. Estos productos están cargados de calcio, proteínas, hierro y aminoácidos, que ayudan a desarrollar los músculos y contienen antioxidantes que refuerzan el sistema inmunitario. Los cubanos alimentan a los animales con hojas de moringa y también las convierten en medicinas.
Cuando a Evelyn, una brigadista de nuestro viaje, le dolió la cabeza, la doctora cubana le explicó cómo afectaba el estrés a su cuerpo. Le dijo a Evelyn que la medicación que estaba tomando para el estrés era mala para ella y le proporcionó un medicamento cubano más saludable. Cuando Evelyn le ofreció dinero, la doctora cubana dijo: “Oh cariño, aquí no”. Si esto hubiera ocurrido en Estados Unidos, Evelyn habría tenido que pagar una factura, no una medicación gratuita.
Arenstein trabajó 40 años como enfermera, 20 de ellos como educadora en diabetes antes de jubilarse. Neeley es profesora de ciencias jubilada.