El Sur Global rechaza la agresión de EE. UU. y la OTAN
Mientras EE. UU. y la OTAN trabajan para avanzar en su guerra contra Rusia que ahora estalla en Ucrania, muchos países, que han experimentado la agresión imperialista —por parte de EE. UU., Francia, Gran Bretaña y otros miembros de la OTAN— están alzando la voz. Denuncian el impacto de las sanciones estadounidenses como actos de guerra y llaman a la OTAN una amenaza para la paz mundial.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América —ALBA— es una organización intergubernamental de países de América Latina y el Caribe, basada en la integración social, política y económica. Muchos estados miembros han sido objeto de la intervención y las sanciones económicas de los EE.UU. con la intención de descarrilar a los gobiernos progresistas elegidos popularmente. Colectivamente, se pronuncian en contra de la agresión de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia.
El líder indígena boliviano Evo Morales llamó a la OTAN “una seria amenaza para la paz y la seguridad internacional. Su historial de invasiones y agresiones así lo demuestra. Ahora su intento expansionista es una de las principales razones de la situación en Ucrania”. En 2019, el gobierno encabezado por Morales fue derrocado por un golpe de estado de derecha dirigido por los EE. UU. Un año después, el partido Movimiento al Socialismo de Morales fue restaurado en el gobierno en una elección popular.
El embajador de la República Bolivariana de Venezuela, Samuel Moncada, quien se dirigió a la sesión especial de la Asamblea General de la ONU el 2 de marzo sobre Ucrania, se hizo eco de los sentimientos de Morales. “Lamentamos constatar que la actual escalada, con las dolorosas y terribles pérdidas de vidas que ha supuesto, tiene su origen en el incumplimiento de los Acuerdos de Minsk bajo el impulso de Estados Unidos de la expansión permanente de la OTAN hacia Europa del Este.
“Venezuela siempre ha condenado la perversa tendencia hacia visiones del mundo unilaterales y hegemónicas, que desconocen los principios de la diplomacia, organizan invasiones con total impunidad en países como Siria, Irak o Afganistán, y promueven escudos mediáticos que limitan la libertad de expresión y manipulan opiniones y emociones para aumentar la xenofobia y el discurso de odio”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llamó a conversaciones entre Rusia y Ucrania y repudió las sanciones económicas contra Rusia. Maduro denunció las campañas de los principales medios de comunicación que apuntan a los millonarios rusos como “oligarcas”, preguntando cómo se llaman los millonarios estadounidenses. Maduro repudió la censura contra los medios rusos, citando una nueva era geopolítica que está tomando forma. “A pesar del intento del imperio de imponerse con el chantaje del dólar y el sistema financiero y comercial de imponer un mundo unipolar, ha nacido un mundo multipolar de nuevos polos de poder”. (tinyurl.com/yckmwzt8)
“Tuve una conversación telefónica con el presidente Vladimir Putin”, escribió Maduro en Twitter. “Confirmé la condena de Venezuela a las acciones desestabilizadoras de la OTAN. Reiteré una firme disposición a favor del entendimiento y el diálogo como forma de preservar la paz”.
Maduro destacó la importancia de contrarrestar la campaña de mentiras y desinformación desatada por EE. UU. y otros países de la OTAN. Defendió la soberanía rusa sobre Crimea y apoyó la desmilitarización y desnazificación del estado ucraniano, para garantizar su estatus neutral y no nuclear. (tinyurl.com/ydp3vuay)
La periodista venezolana Patricia Villegas Marín, directora de TeleSUR, denunció la prohibición de la Unión Europea de Sputnik y RT, señalando: “en nombre de la democracia se están silenciando voces. “Nosotros en TeleSUR hemos vivido [este tipo de bloqueo] muchas veces en momentos decisivos de la vida política de América Latina y el Caribe”.
Resistencia cubana a la agresión de EE.UU./OTAN
Dirigiéndose a la sesión de emergencia sobre Ucrania, el Embajador Pedro Luis Pedroso Cuesta, Representante Permanente de Cuba ante la ONU, declaró: “La determinación de EE. UU. de continuar la progresiva expansión de la OTAN hacia las fronteras de la Federación Rusa ha generado un escenario con implicaciones de alcance impredecible, que podría haberse evitado. Son bien conocidos los movimientos militares de Estados Unidos y la OTAN en los últimos meses hacia regiones adyacentes a la Federación Rusa, precedidos por la entrega de armas modernas a Ucrania, que en conjunto suman un asedio militar.
“Ignorar durante décadas los fundados reclamos de garantías de seguridad de la Federación Rusa y asumir que Rusia permanecería indefensa ante una amenaza directa a su seguridad nacional fue un error. La paz no se puede lograr sitiando o arrinconando a los Estados. La historia responsabilizará a Estados Unidos por las consecuencias de una doctrina militar cada vez más ofensiva fuera de las fronteras de la OTAN, que amenaza la paz, la seguridad y la estabilidad internacionales”. (tinyurl.com/4e6b4ww9)
El representante de Nicaragua ante la ONU, Orlando José Tardencilla, culpó a los patrocinadores del golpe de Estado de 2014 en Ucrania y los ataques y bombardeos contra las poblaciones de Donetsk y Lugansk.
Los países del ALBA no fueron los únicos que se opusieron al voto de la ONU que condenó la invasión rusa de Ucrania. La resolución respaldada por Estados Unidos fue aprobada con 141 votos a favor, pero hubo cinco votos en contra y 35 abstenciones. Los abstencionistas incluyeron a China, India, Irán, Irak, Mozambique, Pakistán, Senegal, Sudáfrica, Uganda, Vietnam y Zimbabue. La mitad de los estados que votaron abstenerse o no votaron en absoluto eran africanos. Bielorrusia, la República Popular Democrática de Corea, Siria y Eritrea votaron con Rusia para rechazar la moción.
Al analizar la votación, David McNair, Director Ejecutivo de Política Global, señaló: “De los 7.700 millones de personas representadas por gobiernos que participaron en la votación, solo el 42 % procedían de países que aprobaron la moción”. Muchos de los que se abstienen son países que han sufrido las paralizantes sanciones económicas de Estados Unidos, otro acto de guerra.
El trato racista de las autoridades ucranianas hacia los estudiantes africanos que estudiaban en Ucrania cuando intentaban abandonar el país dice mucho. Los países africanos sin duda se enfrentarán a la presión de Estados Unidos por negarse a condenar a Rusia. Pero eso no detuvo una manifestación en la capital de la República Centroafricana, Bangui, donde cientos de participantes pidieron el fin de la OTAN y el fin de la hegemonía y el imperialismo de Estados Unidos.