Nueva York, 5 de febrero
28 de febrero de 2022
El Partido del Mundo Obrero se une a las muchas organizaciones anti-guerra y anti-imperialistas, aquí y en todo el mundo, urgiendo a exponer las provocaciones de guerra de la OTAN y de los Estados Unidos. Llamamos a movilizaciones internacionales de emergencia para acciones del 1 al 7 de marzo en torno a este programa para DISOLVER LA OTAN.
Nueva York, 5 de febrero
La prensa corporativa ha hablado con una sola voz en el período previo a los llamativos titulares de hoy que acusan a Rusia de “invadir” a Ucrania. Durante meses, el mensaje bipartidista del Capitolio y la Casa Blanca ha sido demonizar al presidente ruso Vladimir Putin como el agresor por movilizar tropas dentro de Rusia cerca de la frontera con Ucrania.
Durante ocho años, desde el golpe de estado respaldado por Estados Unidos en Kiev, Washington ha apoyado al régimen neofascista en Ucrania con dólares y armas, mientras el ejército del régimen ucraniano bombardeaba implacablemente las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk, matando a miles de personas en Donbass una región de habla rusa.
Desde 1991, EE. UU. ha ampliado agresivamente la membresía de la OTAN de 16 a 30, acercándose sigilosamente a las fronteras de Rusia y armando las bases aéreas de la OTAN con bombarderos supersónicos y cohetes que pueden atacar ciudades rusas con armas nucleares en 30 minutos. La OTAN ha realizado maniobras de guerra cerca de las fronteras y costas de Rusia.
Estados Unidos impuso múltiples sanciones a Rusia antes de este mes y acaba de imponer nuevas sanciones que ahogan las exportaciones vitales de gas natural de Rusia. Las sanciones son un acto de guerra.
Una guerra destructiva en Ucrania y Rusia podría ser el comienzo de una guerra mundial más amplia para afirmar la hegemonía total de Estados Unidos sobre el resto del mundo: Europa, Asia, América Latina y África, en particular China.
Las encuestas muestran que la mayoría de la clase trabajadora y la gente oprimida aquí en Estados Unidos no quiere una nueva guerra. No tienen nada que ganar. Solo las corporaciones y sus amigos políticos se beneficiarán.
Decimos ¡NO! ¡Dinero para trabajos, educación, salud y necesidades humanas, no para la guerra!
Photo Credit: Brenda Ryan
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