El lecho de muerte de Breonna

Su nombre, Breonna Taylor, se ha vuelto un llamado coreado y gritado en protestas, junto con los de muchas otras personas negras asesinadas por el Estado con absoluta impunidad.

En una reciente decisión, un gran jurado* en el estado de Kentucky no dictó una sola acusación de asesinato contra los policías que irrumpieron en su departamento, disparando más de una docena de veces. Por lo menos seis disparos alcanzaron a Breonna mientras yacía en su cama. Los policías ostensiblemente estaban llevando a cabo una redada contra el narcotráfico, pero, fíjense que no encontraron nada de droga.

Solo un policía, quien había sido despedido anteriormente, ahora enfrenta cargos. Lo acusan de poner en peligro a los vecinos por disparar a sus departamentos.

Los filósofos a veces conducen ‘experimentos del pensamiento’ para ver todos los lados de una controversia. Imagínense, si pueden, que una mujer blanca de 26 años de nombre Breonna Brezinsky, quien trabajaba como una técnica en emergencias médicas, es asesinada a tiros en su cama por media docena de policías en una errónea redada policiaca en búsqueda de droga. ¿Qué creen que pasaría a esos policías?

El caso de la negra Breonna me recuerda el de un líder de los Panteras Negras de 21 años, quien fue asesinado a tiros en su cama después de ser drogado en la madrugada del 4 de diciembre de 1969 en Chicago. ¿Su nombre? Fred Hampton.

1969. 2020. Cincuenta años después, y las vidas de los Negros aún no importan.

Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.

Imagen: Brian Carlson

*Un gran jurado no determina la inocencia o culpabilidad de una persona como un jurado en un caso criminal, sino que investiga un posible crimen, acusa a una o más personas y establece los cargos en su contra.

—(c)’20maj

23 de septiembre de 2020

Publicado en Centro de Medios Libres