Por Rosemari Mealy
Esta es una charla ligeramente editada que se dio en un seminario web del Partido Mundo Obrero el 20 de agosto sobre “COVID puede ser derrotado: Cuba, China, Venezuela y Vietnam lideran el camino”.
Me gustaría agradecer a Workers World/Mundo Obrero por la oportunidad de participar en este seminario web. El COVID-19 puede ser derrotado reconociendo al heroico pueblo de Cuba, China, Venezuela y Vietnam que enfrentan de una forma u otra sanciones, bloqueos o estrategias para sabotear cada aspecto de las políticas económicas, sociales y culturales de sus gobiernos socialistas.
El embargo estadounidense o el bloqueo de Cuba ha entrado ahora en su sexta década de intentos infructuosos de causar estragos en esa nación. No podemos hablar de cómo Cuba ha podido derrotar al COVID sin antes reconocer que durante 60 años Cuba ha enfrentado el embargo comercial más largo de la historia.
Impuesto por primera vez en 1960 bajo la administración de Eisenhower con la prohibición de exportar todos los productos excepto alimentos, medicinas y suministros médicos, el embargo estadounidense de Cuba es en esencia una reliquia de la Guerra Fría iniciada por el Occidente capitalista para socavar los desarrollos socialistas en la Unión Soviética, China y, en 1960, Cuba.
A pesar del fin de la Guerra Fría con el colapso de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1991, el Congreso en los años posteriores ha seguido aprobando – y los presidentes han promulgado leyes – leyes que refuerzan el embargo. La Ley Helms-Burton es sin duda la más draconiana y la más controvertida de las leyes; al embargo no se puede poner fin sin la aprobación del Congreso mediante legislación.
Cuba no está aislada internacionalmente y ha sobrevivido y cuenta con el apoyo de una abrumadora mayoría de países del mundo.
A pesar del bloqueo durante la pandemia global, Cuba ha mostrado el camino para enfrentar el COVID-19. En primer lugar, la mayor parte de la trayectoria de esta pandemia, como todas las pandemias, se basa en la condición general y la organización de la sociedad. Cuba es una sociedad socialista donde, desde el comienzo mismo del triunfo de la revolución, la salud, la educación, la vivienda y la protección de los trabajadores se incorporaron a la nueva Constitución socialista.
‘La salud es un derecho humano’ en Cuba
La salud se considera un derecho humano. El sistema de salud del país es una de las mayores contribuciones del mundo porque funciona tanto horizontal como verticalmente. Con eso me refiero a que la prestación de servicios de salud está integrada. En cada comunidad hay un médico de familia que vive en el policlínico y entre el personal de la comunidad. Entonces, tiene un sistema de salud terciario que fue creado y sostenido a lo largo de su historia revolucionaria.
Cuba tiene un número relativamente alto de trabajadores médicos per cápita. Las autoridades dicen que actualmente hay alrededor de 90.000 médicos en el país de casi 11,5 millones de personas. Décadas, años, meses y semanas antes de que COVID-19 llegara a la isla, debido a cómo está estructurado el sistema de salud, el gobierno y todo el sistema de salud, incluidos los científicos, sabían dónde vivía cada persona, quién estaba en riesgo, qué vacunas y medicamentos que tenían, yendo de puerta en puerta en todos los vecindarios, haciendo visitas domiciliarias con una enfermera y, a veces, con Promotora de Salud.
Con seis décadas de experiencia como ningún otro país o sistema de salud, tenían las habilidades, la tecnología, los avances científicos y el capital humano para hacer frente a la lucha contra los brotes y las epidemias. Cuba tuvo la experiencia de desarrollar y utilizar interferones para detener un brote mortal del virus del dengue en 1981. Esa experiencia catalizó el desarrollo de la industria biotecnológica de la isla, ahora líder en el mundo. El protocolo Interferón – sólo una herramienta de muchas que tiene Cuba – jugó un papel crucial en algunos de esos brotes y epidemias anteriores, a menudo salvando la vida de pacientes gravemente enfermos.
Desde la aparición de los primeros casos de COVID-19 el 11 de marzo, Cuba ha reportado 3.408 casos. Al día de hoy, 20 de agosto, 2.794 personas se han recuperado de una población de 11,5 millones, 526 personas siguen enfermas y ha habido 88 muertes. No ha habido muertes desde el 4 de agosto.
Compare esto con el estado de Georgia, que tiene una población de 10,5 millones de personas. Unas 22.664 personas han sido hospitalizadas desde febrero y ha habido 4.840 muertes. El número activo actual de casos es de 239.133, en comparación con los 526 pacientes de Cuba que aún están enfermos. La tasa de recuperación en Georgia es del 2%. La tasa de recuperación en Cuba es del 82%. Georgia tiene 455 veces más personas que todavía tienen el virus.
Gobierno socialista y pueblo informado
En Cuba, la fuerza de combatir el COVID se refleja en la voluntad del gobierno socialista, sus científicos, personal médico y gente informada. Hay rastreo de contactos y las personas se están uniendo para coordinar la costura de máscaras y la distribución de alimentos a los ancianos y discapacitados. Recientemente, cuando hubo un aumento de casos en las provincias de La Habana y Artemisa, el país restableció el toque de queda.
Cuba está liderando el camino para derrotar al COVID, no de una manera egoísta o por su propio interés. En primer lugar, el país es un líder mundial reconocido en el desarrollo de medicamentos y terapias antivirales para el cáncer, las complicaciones de la diabetes y, más recientemente, para el COVID-19. Más de 45 países han solicitado el protocolo de Interferón Alfa 2B del país.
Estas terapias se están utilizando en todo el mundo para tratar a los pacientes y han sido particularmente eficaces para ayudar a las poblaciones de pacientes mayores y en mayor riesgo. Creo que el avance más alentador ocurrió en los últimos días cuando Cuba anunció: “El grupo central de gestión empresarial estatal BioCubaFarma informa haber recibido permiso para comenzar los ensayos clínicos de una vacuna candidata cubana identificada como FINLAY-FR-1 para prevenir el COVID-19, capaz de producir una fuerte reacción inmune a una infección por SARS-COV-2”. (Granma, 20 de agosto)
Cuba era uno de los países más preparados del mundo para COVID-19. Mientras en muchos países luchan contra la pandemia, también está haciendo importantes contribuciones internacionales con la Brigada Médica Internacional Henry Reeve.
Si puedo terminar diciendo que este internacionalismo ha sido ejemplificado aquí en casa a través de la asociación de IFCO (Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria) con el programa de becas de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) desde 1999. ELAM ha capacitado a más de 35.000 médicos de 138 países, incluida la graduación de 195 médicos formados en los Estados Unidos.
En un mundo posterior al embargo, los hospitales e instituciones de investigación estadounidenses tendrían acceso directo a los medicamentos, terapias y médicos de Cuba para mejorar potencialmente el estándar de atención de millones de ciudadanos estadounidenses en la derrota del COVID-19.
¡Lo que puedes hacer!
Comuníquese con funcionarios electivos para exigirles que se concentren en la medicina cubana conocida como Interferón Alfa-2B, que se produce en China desde 2003 por la empresa conjunta cubano-china ChangHeber. Exija que se permita el medicamento en los EE.UU. como protocolo para tratar COVID-19.
Respaldar la Campaña Salvemos Nuestras Vidas que, entre otras demandas, pide la incorporación del Interferón Alfa 2B Recombinante de Cuba en ensayos clínicos en EE.UU., Canadá y la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. para el Interferón Alfa 2B Recombinante de Cuba.
Llamar a los funcionarios electos a exigir la derogación de Helms-Burton o suspender temporalmente el embargo cubano, lo que permitiría a Cuba obtener la ayuda humanitaria y los suministros médicos que necesita para responder a la pandemia de coronavirus.
Contacta y organiza los ayuntamientos locales para aprobar resoluciones que apoyen estas iniciativas mientras piden el fin del bloqueo.
Considere unirse a la próxima Caravana de Pastores por la Paz de IFCO en Cuba.
La Dra. Rosemari Mealy está con la Coalición Cuba Sí de Nueva York-Nueva Jersey y en la Junta Directiva de IFCO / Pastores por la Paz.
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