“Hacer grandioso a Estados Unidos de nuevo” – el eslogan del actual presidente y del movimiento fascista que representa – siempre ha significado “odio de nuevo”. Ningún grupo oprimido se ha librado de los viles actos y declaraciones que emanan de la Casa Blanca todos los días.
Gente de color, inmigrantes, musulmanes, mujeres y otros géneros oprimidos, personas con discapacidades y la comunidad LGBTQ2S+ han visto cómo sus derechos por los que han luchado fuertemente los han retrocedido, al igual que la clase obrera en su conjunto.
Muchos en el movimiento LGBTQ2S+ están incrédulos acerca de un artículo de opinión publicado el 15 de agosto en el Washington Post por el presidente y vicepresidente de los Republicanos de Log Cabin que apoyan a Donald Trump para la reelección en 2020. Robert Kabel y Jill Homan elogiaron a Trump por “tomar acciones audaces que benefician a la comunidad LGBTQ”.
Bueno, eso es una montaña de excrementos equinos, si es que alguna vez hubo una.
El día después de que apareciera el artículo de opinión, informó BuzzFeed: “El viernes, la administración Trump tomó una de las medidas más agresivas para legalizar la discriminación antitransgénero al decirle a la Corte Suprema que la ley federal permite despedir a los trabajadores sólo por ser transgénero”. (16 de agosto)
Esto ocurrió sólo dos días después de que el Departamento de Trabajo concediera a los contratistas federales permiso para practicar la discriminación en el lugar de trabajo, siempre y cuando se base en la religión. Esto tiene amplias implicaciones para millones de trabajadores empleados por miles de entidades que tienen contratos con el gobierno federal.
Acciones audaces’ de hecho!
Estos dos ultrajes son los últimos de una serie de acciones anti-LGBTQ2S+, incluyendo la prohibición militar de las personas trans, la eliminación de los beneficios de atención médica transespecíficos de la Ley de Atención Asequible, la concesión a las agencias federales y a los proveedores de servicios médicos de una licencia basada en la religión para discriminar, la negación de visas a las parejas del mismo sexo de diplomáticos extranjeros y la eliminación de las protecciones contra la discriminación sexual de los jóvenes y estudiantes trans del Título IX.
Trump rescindió un memorando de la administración de Barack Obama que había interpretado el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 para prohibir la discriminación basada en el “estereotipo del sexo”, es decir, la discriminación contra un trabajador cuya identidad de género, expresión de género o sexualidad entra en conflicto con las normas patriarcales. Ahora el caso de discriminación sexual de una mujer trans despedida ha llegado a la Corte Suprema y Trump se ha puesto del lado de un director de funeraria intolerante.
¿Necesita más? ¿Qué tal las citas dadas a individuos abiertamente misóginos y anti-LGBTQ2S+ como los jueces de la Corte Suprema Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh y la Secretaria de Educación Betsy DeVos, quien ha prodigado su fortuna Amway en grupos de odio como Focus on the Family?
Estos movimientos políticos sirven para legitimar y alentar el odio violento que ha matado al menos a 12 personas trans este año, la mayoría de ellas mujeres de color.
Pero Kabel y Homan siguen argumentando que las personas LGBTQ2S+ también se benefician de otros aspectos de la agenda de Trump, como los recortes de impuestos y la política exterior. ¿En serio? ¿Quién se beneficia de las reducciones de impuestos para los ricos? ¿Quién se beneficia de un presupuesto militar inflado? No gays de la clase trabajadora que asumen el costo.
¿Por qué un miembro de un grupo oprimido apoyaría públicamente al fanático en jefe? Porque estos capitalistas de la cabaña se han enriquecido con Trump. Están poniendo sus intereses de clase por delante de la comunidad LGBTQ2S+.
Mientras que a los periódicos más influyentes del mundo les gusta dar tinta a la élite gay, las verdaderas conversaciones están ocurriendo en las calles. Eventos anti-corporativos, anti-policía alternativos de Orgullo han tenido lugar en todo el país, desde Austin, Texas, a Columbus, Ohio, hasta una marcha de 40,000 personas en la ciudad de Nueva York.
La juventud gay, especialmente la de color, no ve futuro bajo el sistema capitalista de explotación – y se está levantando contra él.
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