17 de marzo – Una nueva movilización masiva antiimperialista llenó las calles de Caracas el día 16 de marzo, celebrando una nueva victoria contra los ataques del imperialismo estadounidense. Es otra prueba del aumento de la organización y movilización del pueblo venezolano.
La nueva fase de la agresión imperialista buscaba destruir de una vez el proceso bolivariano pero falló, y ahora se encuentra estallido contra un pueblo venezolano que ha renovado su organización popular y antiimperialista.
Según fuentes oficiales la electricidad ha sido restaurada en Venezuela desde el 15 de marzo, luego de un apagón que empezó el día jueves 7 de marzo. El apagón, que duró una semana en algunas partes del país, fue resultado de un fallo en la planta hidroeléctrica conocida como “El Guri.”
Los gobiernos de Venezuela, Cuba y Rusia han denunciado varias formas de ataques contra el sistema eléctrico. La principal ha sido cibernética, con varios ataques dirigidos, según declaraciones del presidente Nicolás Maduro, desde Houston y Chicago.
Esta parece ser la principal causa del apagón, ya que logró desactivar el sistema de captura y control de datos de la red eléctrica. Incluso la publicación Forbes, que se autopresenta como una “herramienta capitalista”, publicó un reporte detallando que sería muy realista para la inteligencia estadounidense hacer un ataque cibernético contra Venezuela. (March 9, forbes.com)
El periodista Max Blumenthal reveló que la organización CANVAS, que evolucionó de grupos que desestabilizaron la ex-Yugoslavia, había publicado un plan para Venezuela que incluía un apagón como evento catalizador de una rebelión contra el gobierno. Esta organización recibe fondos de agencias estatales estadounidenses y entrenó a Juan Guaidó y varios de sus aliados. (tinyurl.com/yxl6th8w)
También se reportaron varios ataques físicos, como la detonación de subestaciones, y de alta tecnología que utiliza ondas electromagnéticas para interferir en varias estaciones de distribución. También reporta teleSUR explosiones en la principal instalación petrolera del país. (tinyurl.com/y53dy9lt)
Por otro lado Juan Guaidó, el autoproclamado presidente interino, culpa al gobierno de no mantener la red eléctrica. Es cierto que hace falta más inversión en la infraestructura nacional, pero hay que recordar que el bloqueo financiero impuesto por los Estados Unidos ha causado la pérdida de miles de millones de dólares que el gobierno podría haber usado para modernizar los sistemas digitales y comprar partes de repuesto, entre otras necesidades.
La hipocresia imperialista
Los medios corporativos internacionales se han enfocado en Venezuela en los últimos meses, publicando historia tras historia del sufrimiento del pueblo venezolano. Es muy poco probable que esta decisión se hace por razones humanitarias, ya que con su reportaje han demonizado al gobierno legítimo y crearon la narrativa que justifica la política injerencista de Trump.
Durante el apagón, CNN y el New York Times publicaban historias de agua negra, culpando siempre al gobierno “corrupto.” Pero en Flint, Michigan no ha habido agua potable durante años, y los medios corporativos parecen haberse olvidado.
Donald Trump, Mike Pence, Mike Pompeo, John Bolton, Elliott Abrams, y Marco Rubio hablan mucho de “ayuda humanitaria” y su gran preocupación por el pueblo venezolano. Toda la información que existe sobre ellos desmiente esa ridícula ficción.
Bolton y Abrams no han hecho más que destruir países y cometer crímenes de guerra en todo el tiempo que han trabajado en la política. Marco Rubio se pasa el día imponiendo la voluntad del imperialismo en América Latina mediante amenazas en Twitter y el Senado.
Pompeo fue director de la CIA antes de asumir el cargo de Secretario de Estado, por lo que no podemos saber todos sus crímenes. Pero como ejemplo de su gran sentimiento humanitario, recientemente anunció que bloqueará la entrada de cualquier individuo que investiga los crímenes de EUA en Afganistán. (AP, March 15)
Mientras sus oficiales amenazan la guerra contra Venezuela, Donald Trump ha declarado un estado de emergencia para construir un muro fronterizo, llegando a usar el veto presidencial para defenderlo. Esto se suma a la separación de familias migrantes, y la práctica de poner a los niños en campos de concentración.
Pero quizás el ejemplo más insultante de la hipocresía del imperialismo es, como en muchas instancias, Puerto Rico. Después del huracán Maria el archipiélago estaba sin electricidad y agua durante meses, y algunas partes siguen así.
Mientras el gobierno estadounidense, mediante una junta fiscal, destruye lo que había sobrevivido el huracán, el gobierno de Nicolás Maduro envió combustible. Ahora, la policía y mercenarios reprimen con fuerza al pueblo boricua y la gente viaja horas para encontrar clínicas de diálisis operativas. Todas las peores mentiras del imperialismo sobre Venezuela son realidades para Puerto Rico durante casi dos años.
Solidaridad y organización para derrotar al imperialismo
A pesar de lo que dicen los medios de comunicación internacionales, Venezuela no ha caído en el caos. La respuesta del pueblo venezolano ante el apagón ha sido organizarse a nivel comunitario para satisfacer las necesidades.
Por su parte, el gobierno puso en función varios planes para asegurar el funcionamiento de los hospitales, y distribuir agua potable. En las zonas donde no podían llegar con los camiones del gobierno, las comunidades se encargaron de encontrar y distribuir el agua.
Organizaciones de base como los CLAP, que distribuyen cajas de comida, seguían funcionando durante toda la semana, e incluso algunas comunidades se organizaron de forma espontánea para juntar los recursos y la información que tenían.
El poder popular en Venezuela se ha puesto en las primeras líneas del conflicto, para defender la soberanía y asegurar los derechos básicos de la población. Este poder se expresa mediante las más de 500 comunas formadas por miles de consejos comunales en los barrios populares.
Además de coordinar los esfuerzos de asegurar los derechos básicos, las comunas organizan las milicias populares. De esta manera se defienden tanto en términos literales, con el pueblo organizado y armado, como en términos más abstractos como asegurando la distribución de agua y comida.
El bloqueo financiero, en forma de sanciones unilaterales, es la única jugada del imperialismo que se puede decir que fue exitoso. Los ataques “guarimberos” en 2014 y 2017 no lograron derrocar al gobierno bolivariano por la fuerza. La autoproclamación de Guaido y el intento de ingresar camiones estadounidenses tampoco provocó el quiebre que se buscaba en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Por ahora, sigue el riesgo de nuevos ataques contra el sistema eléctrico del país y el bloqueo financiero, ampliada desde enero a ser un bloqueo petrolero, de los Estados Unidos sigue causando problemas en la economía venezolana. Hay que prepararse para un asedio prolongado, en la cual será decisivo tanto que el pueblo venezolano desarrolle la organización y capacidad de producción doméstica como el movimiento de solidaridad internacional luchando para terminar con el bloqueo.
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