Cuando el pueblo cubano se levantó
Editorial del 2 de enero de 2019 – Es una isla a solo 90 millas de los Estados Unidos que ha sido invadida, bloqueada y que aún está parcialmente ocupada en la Bahía de Guantánamo por el más poderoso de todos los países imperialistas.
Sin embargo, desde hace 60 años, Cuba revolucionaria ha sobrevivido como un país dedicado a construir el socialismo en el país, al mismo tiempo que ayuda a los movimientos de liberación y los pueblos oprimidos en otros países.
Cuba no solo ha sobrevivido. Ha inspirado a millones de personas en América Latina, África y en todo el mundo con su aplicación ingeniosa de la teoría y la práctica revolucionaria a los problemas impuestos por las amenazas imperialistas y el subdesarrollo.
La clave de la fuerza del movimiento revolucionario que el 1 de enero de 1959 expulsó a la dictadura de Batista, esa notoria pandilla de torturadores y explotadores que había hecho de Cuba un paraíso para los millonarios estadounidenses y un infierno para campesinas/os y trabajadoras/es, fue que destruyó el viejo estado represivo y estableció estructuras para garantizar el gobierno de las/os trabajadores y agricultores.
Casi de inmediato, la revolución lanzó un programa de alfabetización, enviando a estudiantes de secundaria al campo para enseñar a las/os pobres de las zonas rurales cómo leer y escribir. Pronto les proporcionó materiales para construir casas reales, con agua corriente y luz eléctrica. Los cortadores de caña de azúcar se regocijaron mientras quemaban las chozas con suelo de tierra y techo de paja de los viejos tiempos.
Mujeres y hombres, blancos y negros, se unieron a la milicia popular recientemente organizada para defender su revolución contra los yanquis y sus mercenarios. Una industria cinematográfica revolucionaria describió con sinceridad estos momentos emocionales, y no tuvo miedo de mostrar un atraso que había que superar, como aquellos que todavía abrigaban actitudes sexistas que abucheaban a las milicias femeninas cuando desfilaban. Fue el comienzo del trabajo de concientización del Partido Comunista de Cuba sobre temas de sexo y género.
Cuando una invasión contrarrevolucionaria de mercenarios entrenados y financiados por los Estados Unidos llegó en abril de 1961 en Playa Girón, fue derrotada en pocos días con un pueblo armado movilizado junto al ejército regular. En medio de esa invasión, Fidel Castro, el líder inmortal de la revolución, dijo por primera vez al pueblo que Cuba había hecho una “revolución socialista” bajo las narices de los imperialistas yanquis.
El hecho mismo de que Fidel llamara socialista a la revolución en medio de la invasión era una prueba de que el socialismo era lo que el pueblo cubano quería y por lo que estaba dispuesto a morir. (Este escritor estaba en la abarrotada oficina de Nueva York del Movimiento 26 de Julio cuando el discurso de Fidel llegó a través de la radio de onda corta. Sus palabras provocaron un estallido de vítores y boinas lanzadas alegremente en el aire).
Cuba capturó 1,200 gusanos (contrarrevolucionarios) durante la invasión y obligó al gobierno de los Estados Unidos a pagar reparaciones a cambio de su liberación. Apenas dos semanas después de la invasión, Fidel habló en una gran concentración del Primero de Mayo. Sus palabras capturaron el orgullo y la alegría de las masas cubanas en su gran victoria sobre el imperialismo y sus lacayos:
“Y este 1º de Mayo dice mucho de lo que ha sido hasta aquí la Revolución, de lo que ha logrado hasta hoy la Revolución… En este 1º de Mayo, tan distinto de aquellos primeros de mayo, tan distinto sobre todo porque antes aquella fecha era la ocasión en que cada sector obrero expresaba sus demandas, sus ansias de mejoramiento frente a quienes eran sordos por completo a los intereses de su clase, frente a los que no podían ni siquiera responder ni acceder a ninguna de aquellas demandas fundamentales, porque no gobernaban para el pueblo, no gobernaban para los obreros, no gobernaban para los campesinos, no gobernaban para los sectores humildes del país; gobernaban solo para los privilegiados, gobernaban solo para los intereses económicos dominantes. …. ya los obreros saben que todo lo que la Revolución hace, todo lo que el Gobierno hace o pueda hacer, tiene un solo y exclusivo propósito, y es ayudar a su clase, ayudar a su pueblo”.
Y la revolución continúa – ¡Viva la revolución cubana, socialista!