Este artículo del fundador del partido WorkersWorld Party/Partido Mundo Obrero, Sam Marcy sobre la revolución cubana, apareció por primera vez en la edición de nuestro periódico el 17 de febrero de 1994.
¿Qué ha hecho única a la Revolución Cubana? ¿Por qué es un faro para las/os trabajadores y las masas oprimidas, no solo de América Latina y el Caribe, sino para todo el mundo?
Ha habido muchos levantamientos, guerras de guerrillas, victorias electorales y golpes militares progresistas en América Latina en el transcurso de este siglo. Pero el triunfo del ejército guerrillero de Fidel Castro sobre la dictadura de Batista hizo algo que ninguna lucha previa había logrado.
Rompió el viejo aparato estatal. La revolución no se limitó a cambiar los grupos de gobierno, como había sucedido tantas veces anteriormente. Destronó a la burguesía misma de su papel de clase dominante al demoler su instrumento de gobierno, el Estado burgués.
Una vez más demostró las monumentales palabras de Karl Marx en la Comuna de París: que una de las características fundamentales de un cambio de estructuras de clase es la destrucción del viejo aparato estatal y su reemplazo por un nuevo estado basado en el consentimiento popular de las masas .
Esto es lo que sucedió en París en 1871, cuando los comités revolucionarios populares asumieron las funciones del gobierno. Esos comités de las masas urbanas habían aparecido por primera vez en la Revolución francesa de 1789, cuando la burguesía tuvo que llamar a los obreros y artesanos para poder desarraigar completamente el antiguo orden feudal. En 1871, los comités populares o comunas aparecieron de nuevo, pero esta vez representaban la lucha revolucionaria del proletariado contra la burguesía.
En Cuba, los Comités en Defensa de la Revolución se convirtieron en los ojos y oídos del nuevo poder de clase y su línea de defensa más importante contra el sabotaje e invasión imperialista de los EUA. La burguesía especialmente desdeñó y calumnió a los CDR porque eran la prueba viviente de que un nuevo tipo de estado, basado en las/os trabajadores, había tomado el poder en Cuba en 1959.
Revolución política en México
Es instructivo comparar esto con la Revolución Mexicana de 1910-1917 que, a pesar de sus grandes logros, no fue más allá de las reformas democráticas burguesas progresistas. Logró sin embargo, expropiar a los grandes terratenientes y distribuyó gran parte de la tierra. Esta es una gran medida revolucionaria en la lucha contra los grandes terratenientes, tanto feudales como capitalistas. Pero no es una medida socialista.
La historia de las rebeliones campesinas tanto en Europa como en América Latina demuestra que finalmente se deterioran. Los terratenientes finalmente vuelven a poner sus manos en las áreas mejores y más fértiles, y la lucha continúa hasta otra ronda de levantamientos campesinos revolucionarios.
Los levantamientos campesinos solos, incluso si tienen algún tipo de apoyo de la clase trabajadora, no eliminan la base de la explotación capitalista y del terrateniente.
La Revolución Mexicana fue una revolución política que reformó el estado. Esto explica por qué México hoy, a pesar de todas sus grandes reformas históricamente importantes, es un país burgués. Diferentes agrupaciones pueden mantener las posiciones de gobierno, incluso en las cumbres del poder, pero esto no cambia la estructura de clases de la sociedad.
Los propios imperialistas reconocen que tales reformas no alteran el carácter de su explotación. Cínicamente han descrito sus relaciones con México en su período revolucionario como “continuar haciendo negocios durante las alteraciones”. Incluso cuando México nacionalizó las tierras de las compañías petroleras extranjeras en la década de 1930, su relación con los EUA continuó más o menos como antes.
Por qué la revolución cubana fue más allá
La Revolución Cubana llegó a más de 40 años después de la Revolución Mexicana. Llegó después de la gran revolución socialista de octubre en Rusia y las revoluciones en China, Vietnam y Corea. El desarrollo industrial de Cuba estaba mucho más avanzado en comparación con algunas otras áreas de América Latina, a pesar de las restricciones impuestas por el control imperialista y la propiedad – y la pobreza y el subdesarrollo de gran parte del campo.
Si bien Cuba no había alcanzado el nivel de los estados capitalistas europeos, la base objetiva de la revolución socialista había madurado allí. Siempre se debe recordar que Cuba vive a la sombra del capital financiero de los EUA que hasta el advenimiento de la revolución, controlaba sus arterias económicas más importantes.
Los escritores liberales en los Estados Unidos, algunos de ellos muy bien intencionados, esparcieron la confusión sobre la revolución socialista en Cuba. Parte de ello fue impulsado por los deseos amistosos de no estampar a Cuba los colores revolucionarios comunistas, por temor de que esto ayudara al imperialismo.
Proyectar una imagen moderada de Cuba parecía necesario para resistir la vileza absolutamente sin precedentes de la prensa imperialista y los llamados cada vez más agudos de los elementos más extremos a una intervención. Esto continuó incluso ante una posible confrontación nuclear entre los EUA y Cuba debido a la alianza de Cuba con la URSS.
Muchos elementos liberales y socialistas en Estados Unidos estudiaron muy de cerca a la Revolución Cubana. Probablemente el mejor escrito fue por Leo Huberman y Paul Sweezy en el libro titulado Cuba: Anatomía de una Revolución, (Monthly Review Press 1960) Mientras que los líderes cubanos de esos tiempos hablaban sobre la revolución en términos de reformas específicas, Huberman y Sweezy no “titubearon” en concluir que “la nueva Cuba es una Cuba socialista.”
En los Estados Unidos, la discusión sobre el carácter de clase de la Revolución cubana llegó a un abrupto final cuando el camarada Fidel Castro, en un discurso hecho justo cuando los aviones de la CIA bombardeaban Cuba durante la invasión de Playa Girón en abril de 1961, por primera vez lo dijo de manera bastante explícita: “Lo que los imperialistas yanquis no perdonarán es que hemos hecho una revolución socialista directamente bajo sus narices”.
Sindicatos fuertes y Partido Comunista
Es importante notar que antes del surgimiento del Movimiento 26 de Julio que lanzó la lucha revolucionaria por el poder, Cuba había tenido por muchos años un Partido Comunista fuerte y sindicatos que sobrevivieron años de represión. La literatura liberal y progresista temprana en los Estados Unidos sobre la Revolución cubana a menudo lo pasó por alto. Pero las condiciones objetivas y subjetivas en Cuba habían madurado hasta el punto en que era posible un Partido Comunista fuerte.
México en 1910 no tenía las condiciones para la existencia de un partido obrero revolucionario. No había partidos comunistas todavía en existencia en ninguna parte. Ni las condiciones estaban maduras para tal partido. El partido que salió de la Revolución Mexicana fue el Partido Revolucionario Institucional, un partido burgués que ha gobernado hasta nuestros días.
Aislamiento de estados socialistas
Después de la Revolución Rusa de 1917, el primer estado obrero se enfrentó a una intervención imperialista, guerra civil y aislamiento. Una razón básica por la que fue capaz de superar todo esto, incluso después del fracaso de las revoluciones en Europa, fue el enorme tamaño del país.
La revolución china estaba menos aislada debido a la existencia de la URSS. Sin embargo, tan pronto como los comunistas chinos entraron en Beijing en 1949, los imperialistas estadounidenses abrieron un ataque justo al lado, en Corea.
Los franceses, mientras tanto, abrieron una ofensiva en su antigua colonia de Vietnam. Y los británicos estaban peleando contra un movimiento insurgente en Malaya. Durante muchos años, parecía que China sería el blanco de una guerra imperialista abierta en Asia liderada por los EUA.
Hasta el 1971, los EUA y sus aliados imperialistas en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas impidieron que la China Popular tomara su legítimo asiento en la ONU y bloquearon el reconocimiento diplomático de China por parte de otros países capitalistas.
Así que, cuando la Revolución Cubana comenzó a romper los lazos del imperialismo, los Estados Unidos rápidamente se movieron para aislar a esta isla de 10 millones de personas. Washington pensó que el gobierno revolucionario no sobreviviría por mucho tiempo a un bloqueo económico junto con la intervención militar.
Es un hecho incontestable que sin el apoyo material, político y diplomático tan importante que la Unión Soviética extendió a Cuba, la posición de Cuba en ese momento hubiera sido casi imposible. Fue necesaria una confrontación nuclear para llevar al coloso militar de Estados Unidos a un punto muerto temporal y racional en su lucha por derrocar al gobierno socialista cubano. Los corazones y las mentes de la mayor parte de la humanidad durante todo el curso de la crisis de los misiles estuvieron casi totalmente del lado de Cuba y la URSS.
Independientemente de las exigencias adicionales de la relación, es probable que esa experiencia histórica no se olvide, ni en el campo de los amigos de Cuba ni en el de sus enemigos.
Fallan intentos de aislar a Cuba
El hecho de que el intento de los Estados Unidos de aislar a Cuba haya fracasado se confirmó una vez más en noviembre [1994] cuando la Asamblea General de la ONU votó 88 a 4 para poner fin al embargo. Los tres países que votaron con los EUA fueron Paraguay, Israel y Albania. Los imperialistas estadounidenses ni siquiera pudieron tener a uno de sus propios aliados imperialistas a bordo, ni un país de tamaño considerable.
A pesar de los intentos de aislamiento, Cuba es un lugar muy cosmopolita. Constantemente organiza conferencias y exhibiciones internacionales sobre ciencia, tecnología y arte. Tiene contactos con todos los movimientos progresistas en América Latina y el Caribe, que abarcan un amplio espectro político. En todo el mundo, Cuba conserva su posición diplomática y política.
Cuando el presidente Fidel Castro viaja a cualquier lugar de América Latina, el pueblo sale a saludarlo.
Cuba está siendo perjudicada económicamente debido a la gran variedad de fuerzas estadounidenses en su contra. Pero no se puede aislar políticamente.
Rompiendo el hielo aquí
Finalmente, la resistencia a la guerra del imperialismo contra Cuba está aumentando dentro de los EUA como nunca antes. Las viejas campañas de odio contra Cuba se están desintegrando, desde Miami a Nueva York y San Francisco.
El hielo se rompió por primera vez en enero de 1992, cuando un mitin para Cuba en el espacioso Centro de Convenciones Jacob Javits de Nueva York se llenó completamente. La espléndida participación burló las amenazas de los cubanos contrarrevolucionarios de interrumpir el evento.
Para otra manifestación de Paz para Cuba, que tendrá lugar en Nueva York el 12 de febrero, las entradas ya están agotadas. Se están haciendo planes para una segunda manifestación para la multitud que no puede entrar. ¿Qué muestra eso sino que el hielo se está agrietando?
Como dijimos en una ocasión anterior, la necesidad actual no es solo desafiar el bloqueo de los EUA, sino cambiar el clima político en este país hacia Cuba. Ahora estamos empezando a ver los resultados de una campaña de ese tipo.
A pesar del esfuerzo por 30 años de Estados Unidos para aislar a Cuba diplomática, económica y políticamente, la Revolución cubana se erige como una fortaleza inconquistable de la revolución mundial. Y ninguna fuerza sobre la faz de la tierra la derribará.
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