La esperanza y la resistencia se levantan en el Día Internacional de las/os Trabajadores de 2018 cuando oleadas de huelguistas se extienden por EUA y Puerto Rico. Miles de maestras/os, conductores de autobuses, trabajadoras/es de cafetería, consejeras/os escolares, conserjes, asistentes de aula y otras/os marchan desafiantemente.
Están saliendo de sus escuelas a las calles, a los pasillos del gobierno estatal, para enfrentar los ataques de multimillonarios de derechas que tienen la intención de destruir la educación pública y atacar el bien público. Están marchando de West Virginia a Kentucky, de Oklahoma a Arizona, de Wisconsin a Georgia y más allá.
¿Esta oleada de acción continuará y se extenderá a otras/os trabajadores en otros empleos y lugares? La respuesta está en nuestras acciones colectivas.
En primer lugar, podemos y debemos construir una fuerza inquebrantable en las luchas de las/os trabajadores forjando solidaridad con otras/os trabajadores. Debemos estar al lado de las/os demás en las luchas contra: la supremacía blanca, agresiones a refugiadas/os y migrantes, ataques a mujeres, islamofobia y anti LGBTQ, falta de respeto y barreras para las personas con discapacidades.
Debemos comprometernos unas/os a otras/os: “Lucharé por usted como si su lucha fuera la mía”. ¡Porque lo es!
Eso significa proporcionar solidaridad material y real a las/os refugiados y trabajadores inmigrantes que son secuestrados y encarcelados todos los días por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas desde California, hasta el norte de Nueva York. Eso significa unirse a Las Vidas Negras Importan para exigir justicia para las víctimas del terror policial; defender a las/os trabajadores negros, que son blanco de los supremacistas blancos, y son arrestados ya estén sentados en un Starbucks en Filadelfia, o abatidos mientras trabajan en Waffle House en Nashville, Tenn., o en estén en la misma iglesia de la luchadora por la libertad Denmark Vesey en Charleston, Carolina del Sur.
Debemos defender a las mujeres que les imponen la opción inhumana de violación y abuso sexual, o sus trabajos, desde trabajadoras agrícolas hasta actrices. Debemos luchar para garantizar la protección en el lugar de trabajo a lesbianas, gays, bisexuales, trans y homosexuales y para revertir las viles leyes anti LGBTQ.
Mientras el gobierno y el ejército EUA continúan empujando la intolerancia anti-musulmana para aumentar los ataques contra las personas en EUA y también para lanzar una guerra contra Siria e Irán, debemos exponer cómo el presupuesto de guerra desangra la vida de todas/os los trabajadores, drenando dinero para la atención de la salud, la educación y las esperanzas de jubilación.
Debemos exponer a todas/os, que las/os trabajadores con discapacidades están en peligro hasta el punto de perder sus vidas por las medidas de austeridad tales como exigir que las personas trabajen para obtener Medicaid, recortar los presupuestos escolares para que haya menos ayudantes de educación especial o recortar el acceso al transporte público.
En un nivel práctico, esta solidaridad del Primero de Mayo puede llevarse a cabo en acciones cotidianas, con apoyo a los derechos de las/os trabajadores en los piquetes, donde sea que estemos, a marchar y reunirse semanalmente en solidaridad con las luchas locales. Podemos hacer visible que “estoy luchando por su lucha como si fuera la mía”.
La esperanza ya es visible en la forma en que se están estableciendo las conexiones entre los movimientos de lucha en cada corriente de liberación. En el movimiento Las Vidas Negras Importan, la violencia entrelazada que enfrentan las mujeres de color ha sido puesta en primer plano por las acciones de #SayHerName. Muchas de las trabajadoras de educación en huelga en West Virginia y Oklahoma han citado las marchas de mujeres de 2016 como inspiración. En las recientes manifestaciones provocadas por la masacre en una escuela secundaria de Florida, las/os jóvenes han planteado militantemente el problema de prisión en vez de escuela, la policía racista, la violencia estatal y la guerra imperialista de EUA como inextricablemente ligadas a la “violencia armada”.
Lecciones indelebles de resistencia provienen de pueblos originarios que todavía luchan por la Tierra, y se oponen a las tuberías explotadoras y contaminantes de petroleras en Standing Rock y en otros lugares. Quinientos años después de la incautación y colonización de las tierras indígenas, financiadas por capitalistas europeos de esa época, los pueblos indígenas siguen luchando.
Podemos estudiar y aprender de los cientos de años de resistencia en las rebeliones de personas esclavizadas africanas en EUA: en Carolina del Sur, 1739; Nueva York, 1741; la costa alemana en Louisiana, 1811; Nat Turner en Virginia, 1831; y un sinnúmero de otras no registradas. Podemos aprender de la resistencia de Haití en 1804, cuando las personas esclavizadas ganaron su libertad librando su propia guerra de liberación.
Podemos animarnos con la resistencia del Movimiento de Million Worker March el Primero de Mayo de 2005. Iniciado por sindicalistas negros con conciencia de clase en la costa oeste, la costa este y el sur de EUA y respaldado por el Partido Workers World-Mundo Obrero. Esta acción tuvo como objetivo el 1 de mayo afirmar que las/os trabajadores deben luchar independientemente en su propio nombre, liberadas/os de los partidos demócrata y republicano.
Podemos energizarnos con el renacimiento histórico del Primero de Mayo 2006 con las huelgas lideradas principalmente por trabajadoras/es de bajos salarios y las/os inmigrantes en todo EUA, enardecidos por el reaccionario proyecto de ley Sensenbrenner. El estado de California esencialmente se cerró con una huelga general ese Primero de Mayo, mientras millones marcharon a nivel nacional. Esta acción masiva fue organizada por trabajadoras/es del Caribe, México y América Central, quienes traían la experiencia de la lucha contra la devastación en sus países de origen por el imperialismo económico y militar de EUA por dos siglos de bloqueos, monopolio de “libre comercio”, invasión y ocupación.
Ahora todas/os los trabajadores en EUA están tratando de sobrevivir a la ruina de la misma economía de austeridad. Los esquemas de privatización de los grandes bancos y las finanzas se roban lo que el pueblo se ha ganado para su bien común. La explotación capitalista está destruyendo los sistemas de agua, de transporte, los sistemas educativos desde Detroit y Flint, Michigan, hasta Puerto Rico.
Mientras tanto, la supremacía blanca está siendo brutalmente movilizada por las fuerzas antiobreras del capitalismo en un último intento por evitar la lucha unitaria. ¡Tenemos que derrocar la supremacía blanca como las/os luchadores por la libertad de Durham, Carolina del Norte, derrocaron un monumento racista!
El Primero de Mayo es un llamado internacional para abolir el capitalismo y reemplazarlo por un sistema socialista que otorgue poder a todas/os los trabajadores sin importar nacionalidad, género o identidad, orientación sexual, habilidades, edad, empleado o desempleado, en sindicato o no, o trabajando en la economía familiar.
Mientras más de nuestra clase, la clase trabajadora multinacional y multigeneracional desarrolle un odio más profundo al capitalismo y una mayor apertura a la construcción de una sociedad socialista que priorice las necesidades humanas, la solidaridad es nuestra mejor herramienta y nuestra mejor arma.
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