Editorial WW-MO 4 de octubre de 2017
La horrenda matanza que tuvo lugar en Las Vegas durante un festival de música en la noche del 1 de octubre ha causado la muerte de 59 personas y 527 heridas. Es la masacre más letal en términos de números que ha ocurrido en suelo estadounidense en la historia reciente.
Tardará días, semanas y -quien sabe- quizás incluso meses para que una investigación completa responda ciertas preguntas que conducen al motivo del supuesto perpetrador, Stephen Paddock. Una pregunta obvia es cómo fue capaz de traer 10 maletas llenas de 18 a 20 rifles automáticos, muchos de ellos completamente cargados, a su habitación del hotel de 32 pisos con vista al festival, sin despertar ningún tipo de sospecha.
Otra pregunta obvia es: ¿Por qué este acto atroz no se consideró terrorismo doméstico tan pronto como Paddock, que es blanco, fue identificado? Por lo general, el gobierno y la prensa corporativa son rápidos en caracterizar a los musulmanes como “terroristas”, pero no en este caso. La policía sólo declaró que Paddock era un atacante “solitario”.
Esto no debería sorprendernos, ya que los ataques de la supremacía blanca en Charlottesville, Virginia, el 12 de agosto, que resultaron en la muerte de la activista antifascista Heather Heyer, no fueron caracterizados por el presidente Donald Trump ni por la prensa como terrorismo doméstico.
Hay algunos hechos políticos relacionados con Las Vegas que sabemos. Por ejemplo, para citar una cita popular de béisbol, “los tiroteos masivos son tan americanos como el pastel de manzana”. Una gráfica, compilada por el Guardian Británico, indica que ha habido 1,516 tiroteos masivos en los Estados Unidos durante los últimos 1,735 días – la tasa más alta de cualquier país desarrollado registrado desde 2012. Un tiroteo en masa es definido por el Archivo de Violencia Armada como cuatro o más personas disparadas en un incidente, ya sea muertas o heridas.
También sabemos que el racismo juega un papel prominente en determinar cuales vidas reciben más prioridad que otras. El movimiento de Las Vidas Negras Importan refleja el hecho de que cuando se trata de discriminación racial por parte de la policía o vigilantes, las vidas negras y marrones son deshumanizadas diariamente.
Cuando dos huracanes golpearon Puerto Rico en un período de dos semanas, devastando virtualmente toda la isla y dejando a las/os residentes con poca o ninguna agua potable, electricidad, comida o suministros sanitarios, Trump acusó a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, de tener un “pobre liderazgo”. Esto fue después de que ella amonestó a su administración por no responder inmediatamente a la crisis de 3,4 millones de ciudadanas/os estadounidenses. Cerca de 60 vidas se han perdido hasta la fecha en Puerto Rico y probablemente muchas, muchas más se perderán debido a la falta de medicamentos y otros tipos de carencias.
Diez días después de que el huracán María azotara Puerto Rico, Trump visitó la isla por un día, el 3 de octubre. Después de afirmar que visitaría otro territorio estadounidense destruido por el huracán, las Islas Vírgenes que tiene población predominantemente negra, decidió no visitarlas.
En contraste, Trump estaba programado para visitar Las Vegas, donde las víctimas de la masacre eran en su mayoría blancas, el 4 de octubre, apenas tres días después de la carnicería. El pasado fin de semana, Trump estuvo en un torneo de golf en Jersey City, N.J., donde dedicó el trofeo a la gente de Puerto Rico. ¡¡¡¡¿Qué?!!!!!!!
La respuesta de Trump muestra como el pueblo puertorriqueño, debido a la opresión nacional, es tratado como menos que humano. Un artículo del Washington Post del 3 de octubre (“Trump dice que los funcionarios de Puerto Rico deberían estar “orgullosos” de que no hayan muerto más como en Katrina), informa que durante su visita a Puerto Rico, condescendientemente les dijo a los funcionarios: “Odio decirles, Puerto Rico, ustedes ha lanzado nuestro presupuesto fuera de onda”.
Muchos dicen que las armas son un problema social cuando en realidad, el capitalismo -un sistema que depende de la violencia de clase y sobre todo de la supremacía blanca para sobrevivir- es el VERDADERO problema que debe erradicarse.
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