Editorial WW-Mundo Obrero – 5 de septiembre de 2017
Se supone que el Intolerante-en-jefe anunciará el 5 de septiembre, su decisión de eliminar o no la decisión sobre el programa DACA [Acción Diferida para los Llegados en la Infancia]. DACA fue iniciado por el presidente Barack Obama para defender – al menos temporalmente – el derecho a permanecer aquí de las/os niños que nacieron en otros lugares, pero crecieron en EUA.
No hay duda de que cualquiera que no tenga el cerebro lavado por propaganda xenófoba o sea parte de la camarilla racista con todo el poder en este país, defiende el derecho de las/os jóvenes inmigrantes – las/os “soñadores” – a permanecer en EUA si así lo desean.
Dado que estas/os niños – ahora trabajadoras/es adultos – no tienen ningún país de origen para ir, ya que sus familiares, amigos, escuelas, empleos y raíces están aquí, cualquier decisión de deportarlas/os contra su voluntad no sólo es injusta, sino un cruel e inusual castigo para personas que no han cometido ningún crimen.
La mayoría de sus progenitores vinieron aquí durante la década de 1990 – 2000. Muchas/os de ellos fueron expulsados de sus fincas y de su tierra de origen cuando los acuerdos de “libre comercio” abrieron sus países a los agronegocios estadounidenses y otros monopolios. También son inocentes de cualquier crimen. Fueron parte de la fuerza de trabajo que construyó el relativo auge de la economía durante esos años en EUA.
El derecho de las/os soñadores a permanecer aquí es apoyado por dos tercios de la población, según las encuestas. Es apoyado por sindicatos que tienen inmigrantes entre sus miembros y por sindicatos con liderazgo progresista. Esto quedó expuesto por una demostración pro-DACA en la Ciudad de Nueva York el 30 de agosto, con la participación de UNITE HERE – Local 100, el Sindicato de Empleados de Servicio 32BJ y el Personal Profesional Congreso / Universidad de la Ciudad de Nueva York.
DACA es apoyada incluso por algunas grandes empresas – incluyendo la agroindustria – que necesitan su trabajo y se esfuerzan por seguir pagando salarios más bajos a una fuerza laboral que está menos segura de sus derechos y vulnerable a las amenazas de los patronos de llamar a las autoridades de Inmigración y Aduanas.
Pero la clase obrera debe evitar desorientarse por el apoyo que aparentemente tienen las/os soñadores de un sector de la clase dominante. Mucho más importante es la necesidad de que las/os trabajadores de todas las nacionalidades en los EUA creen solidaridad con las/os trabajadores a través de todas las fronteras y todos los mares.
Solamente mediante la construcción de esa solidaridad de la clase obrera internacional, las/os trabajadores dentro de EUA pueden esperar derrotar a nuestros gobernantes imperialistas, o incluso ganar salarios y beneficios más altos.
El primer paso es exigir que el principal intolerante, que construyó su campaña presidencial calumniando a las/os trabajadores mexicanos, mantenga intacto el programa DACA. Si no lo hace, y en cambio mantiene sus lazos con los republicanos más reaccionarios y los súper-racistas de ultra-derecha, debería recibir protestas mayores por las masas populares.
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