Huracanes, inundaciones y capitalismo
En “El Capital”, Karl Marx describió al capitalismo como un sistema que está totalmente diseñado en torno a la explotación del trabajo, pero su verdadero carácter está oculto.
A diferencia de los sistemas sociales anteriores como la esclavitud y el feudalismo, donde el uso y el abuso de esclavos o de siervos para producir riqueza era evidente para todos, la explotación del capitalismo se oculta bajo un puñado de ideas de que obreros y patronos son iguales y parte de un sistema democrático que garantiza una completa libertad para todas/os.
Para que el capitalismo sobreviva como un sistema de explotación, necesita ocultar constantemente el verdadero carácter de todos los fenómenos. No importa lo que esté en juego, lo que sea importante, lo que cualquier lucha sea – la interpretación de los eventos por la clase dominante tiene el efecto de oscurecer la realidad.
Hay una lucha muy pública por la verdad sobre si el huracán Harvey era prevenible o sin precedentes. En esta lucha, los lados opuestos son, por un lado, científicos y activistas ambientales que trataron de advertir al público sobre el calentamiento global y cómo la expansión de Houston evitó la absorción de las inundaciones por el suelo. Por otro lado están los negadores del cambio climático y los políticos que deliberadamente ignoraron las advertencias de los científicos por razones de conveniencia, planificación inadecuada o codicia.
Este debate es crucial. El cambio climático está afectando a millones de personas. La experiencia de la Costa del Golfo se ha multiplicado por diez en la India, Nepal y Bangladesh, cuyas poblaciones sufren masivamente ahora – 1.200 muertos y decenas de miles de personas sin hogar – bajo otro monzón que rompe récord empeorado por el cambio climático.
Pero incluso esta lucha por cómo ocurren los desastres, con excelentes puntos de la comunidad científica (la “inundación de 500 años” ha ocurrido tres veces en los últimos tres años), oscurece la verdadera naturaleza de lo que está ocurriendo en Houston, la Costa del Golfo y Asia Meridional: un colapso masivo de la sociedad debido a un sistema social global que da prioridad sobre las necesidades humanas, al derecho de explotar al pueblo para obtener ganancias.
Reacción capitalista de EUA vs. preparación socialista de Cuba
Generalmente se deja fuera de la discusión que la emisión de gases de efecto invernadero es causada por el capitalismo. También se ignora el crimen que, a diferencia del 1% rico, la gran mayoría de esta sociedad queda abandonada a su suerte en las crisis climáticas extremas causadas por el sistema.
Esto se vuelve más evidente cuando se comparan las masivas preparaciones hechas por el gobierno cubano para y con su pueblo cuando llega un huracán. La pérdida de vidas allí es muchísimo menos que en los países capitalistas.
Este hecho es rápidamente aceptado por las agencias humanitarias y de rescate como la Cruz Roja, la Media Luna Roja, la ONU, Oxfam, etc. Una persona tiene 15 veces más probabilidades de morir por un huracán en EUA que en Cuba, admitió el Centro de Política Internacional en 2013. Pero nunca atribuyen estos asombrosos resultados al sistema social cubano.
Lo primero que distingue a Cuba de los países capitalistas es que la respuesta a los huracanes tiene lugar mucho antes de que se produzcan. Cada sector de la sociedad está involucrado, y los entrenamientos anuales comienzan con la gente cuando son jóvenes.
Con ejercicios anuales de capacitación, reservas de emergencia, alertas ininterrumpidas en los medios y preparativos de evacuación comenzando 48 horas antes del huracán, el modo dominante de manejo de huracanes en Cuba es preventivo. La forma dominante en que los regímenes capitalistas responden a los huracanes es reactiva.
Otro enfoque sobresaliente en Cuba se denomina “cartografía del riesgo de la comunidad”. Un estudio realizado en 2004 por Oxfam informó de cómo esto es llevado a cabo por líderes comunitarios. Una miembro de la Federación de Mujeres Cubanas explicó: “Si un huracán golpea, sé que dentro de una unidad multifamiliar hay una anciana en silla de ruedas, que va a necesitar ayuda para salir. Tengo 11 madres solteras en segundo y tercer pisos de edificios de apartamentos con niños menores de dos años que necesitarán más apoyo para evacuar y necesidades especiales en los refugios. Tengo dos mujeres embarazadas, una en ese bloque y otra en este, que necesitarán una atención especial”.
Algunos argumentan que tener que lidiar con huracanes más frecuentemente es lo que hace que la defensa de huracanes de Cuba sea superior – no su sistema social.
Pero la forma de abordar otras cuestiones de salud y bienestar humano es también superior en Cuba. Tomemos el virus Zika, un fenómeno devastador para el pueblo de Haití, Puerto Rico, Brasil, Colombia y otros países, así como en el sur de la Florida.
Es cierto que la respuesta de Cuba al Zika fue ayudada por sus años combatiendo el dengue y la chikungunya, enfermedades transmitidas por mosquitos. Pero eso no explica por qué su tasa de infección y muerte por Zika han sido mucho más bajas que en los países capitalistas que la rodean y, al igual que su sistema de huracanes, es elogiada universalmente por expertos en salud.
Carlos Espinal Tejeda, especialista en enfermedades tropicales de la Universidad de Miami, dijo a la publicación de salud STAT: “En Miami y en lugares de Latinoamérica, esperaron hasta que tuvieran casos y luego se movilizaron. … En Cuba, es todo lo contrario. Cuando ven un virus a punto de llegar, se movilizan”.
Y, por supuesto, Cuba hace todo bajo las duras condiciones del bloqueo estadounidense, que impide a sus planificadores y médicos comprar suministros en el mercado mundial que están disponibles para los países capitalistas.
El 1 de septiembre, HuffPost publicó el artículo llamado “Houston, tenemos un problema”. Refiriéndose al clima extremo tanto en la costa del Golfo de EUA como en el sur de Asia, el autor emitió un llamado a la humanidad para abordar el flagelo del cambio climático.
“Al continuar con los negocios como de costumbre, explotando y utilizando el petróleo y el gas en niveles récord, a pesar de las advertencias de los científicos”, escribe el autor. “No debemos vivir en un paraíso de tontos pensando que podemos continuar en nuestro curso actual y que todo va a estar bien”.
Esto es verdad. Pero un sistema social como el capitalismo se centra en ganar dinero ahora. No tiene la capacidad o la motivación para pensar con anticipación y evitar problemas, a menos que esos problemas afecten la capacidad de la burguesía para obtener ganancias.
El político texano Bill King escribió un artículo de opinión en el New York Times el 28 de agosto titulado “El Alcalde de Houston tenía razón al no evacuar”. Afirmó: “Es logísticamente imposible evacuar a millones de personas de áreas bajas antes de un fuerte huracán”.
Comparemos esto con lo siguiente: “En septiembre de 2004, Cuba sufrió Iván, el quinto huracán más grande que ha golpeado al Caribe, con vientos de 124 millas por hora. Cuba evacuó a casi 2 millones de personas – más del 15 por ciento de la población total. Cien mil personas fueron evacuadas en las primeras tres horas. Un increíble 78 por ciento de las/os evacuados fueron recibidos en los hogares de otras personas. Las/os niños en internados fueron trasladados. Se trasladaron animales y pájaros. Nadie murió.” (Fred Goldstein, Workers World, 13 de enero de 2005, “Las muertes no son sólo actos de la naturaleza – La organización y la planificación socialista pueden salvar vidas”. El artículo, disponible en workers.org, da una explicación detallada de cómo Cuba está organizada en todos los niveles para enfrentar estos problemas.)
Lo que parece ser posible y verdadero depende del sistema social de una sociedad.
Sí, Houston, tenemos un problema. El problema es el capitalismo. El capitalismo es hostil a las necesidades del pueblo y la capacidad de mantenernos a nosotras/os mismos y a nuestros seres queridos saludables.
Lo que ha causado tanto sufrimiento en la costa del Golfo también causa despidos, racismo, pobreza y guerra. Debemos derrocar al capitalismo y sustituirlo por el socialismo.