Misoginia de Trump, pilar del capitalismo
Cuando el presidente Donald Trump criticó la apariencia y la inteligencia de Mika Brzezinski, co-anfitriona del programa de MSNBC “Morning Joe”, señaló los dos tipos de viejas censuras contra las mujeres.
Aunque su ataque fue inmediatamente denunciado – por mujeres de ambos lados del Congreso y por grupos de derechos de mujeres – Trump no hubiera alardeado de su repugnante odio a la mujer si el patriarcado no fuera uno de los pilares del capitalismo.
Desigualdad de la mujer en EUA
Ejemplos de desigualdad de la mujer en EUA comienzan con la brecha salarial. Las últimas estadísticas muestran que las mujeres ganan 80 centavos por cada dólar que un hombre blanco gana, aunque las mujeres (y los hombres) de color ganan aún menos. El Instituto de Investigación sobre Políticas para la Mujer estima que no será hasta 2059 que las mujeres blancas alcanzarán paridad salarial, mientras que las negras esperarán hasta 2124 y las latinas hasta 2248. ¡Obsceno robo!
Eso significa que todas las empresas, corporaciones y tiendas por igual, roban por lo menos 20 centavos de cada dólar que gana una mujer. Según las últimas estadísticas del Departamento de Trabajo, a partir de 2010, las mujeres representaban el 47 por ciento de la mano de obra total de EUA: 72 millones de trabajadoras, o 58,6 por ciento de las 123 millones de mujeres de 16 años o más.
No es de extrañar que la clase dominante no quiera una legislación que garantice una amplia licencia de progenitores, cuidado gratuito de niñas/os y cuidado de salud universal. No es de extrañar que uno de los principales medios que las mujeres tienen para el control de sus vidas – el control de la natalidad – está en las barricadas. No es de extrañar que las transexuales de color sean las víctimas de ataques transfóbicos y asesinatos. No es de extrañar que “cada nueve segundos una mujer en EUA es agredida o golpeada”, informa la Coalición Nacional Contra la Violencia Doméstica, mientras Trump planea recortar sus fondos. No es de extrañar que el capitalismo EUA aplique su poderío militar para intimidar al resto del mundo a que cumpla su mandato, afectando desproporcionadamente a las mujeres y sus hijas/os.
El uso y el abuso del poder y el control son parte integrante de la sociedad de clase capitalista, ya sea en la sala de juntas o en el dormitorio, ya sea por medio de leyes fiscales que favorezcan a los ricos o con salarios bajos que mantienen a los pobres en pobreza, ya sea la policía asesina o un puño brutal en la casa. No se puede separar el patriarcado – el privilegio de los hombres sobre el derecho a controlar a la mujer como su propiedad privada – del capitalismo, que mantiene el poder a través de la propiedad privada.
La lucha continúa
La nominación de Eric Dreiband por Trump el 29 de junio para dirigir la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia es otro ejemplo de su misoginia. Al igual que todos sus nombramientos al gabinete y varios departamentos – que se oponen a la premisa misma de su cargo – Dreiband ha pasado su carrera corporativa oponiéndose a los derechos civiles. No sólo representó al arzobispo católico de Washington, DC, en el caso 2014 de la iglesia contra el beneficio de control de natalidad de la Ley de Asistencia Asequible, sino que defendió a la Universidad de Carolina del Norte en una demanda relacionada con HB 2, la discriminatoria “ley del baño”.
Dreiband “tiene vocación de ir contra las mujeres y los derechos LGBT”, dijo Jesselyn McCurdy, subdirectora de la oficina legislativa de la Unión Americana de Libertades Civiles. Vanita Gupta, ex jefa de la División de Derechos Civiles, dijo: “Quien lidere la joya de la corona” del DOJ debe tener una profunda y perdurable fe en las leyes de derechos civiles de nuestra nación … derechos por los que la gente ha muerto”. Llamado Dreiband “lamentablemente no cualificado” porque no tiene experiencia en “derechos de voto, reforma policial, vivienda, educación y crímenes de odio”. (Rewire, 29 de junio)
En todas las escalas internacionales de medición, ya sea la representación de las mujeres en el gobierno, los niveles de vida, la longevidad o la mortalidad infantil, EUA está cerca del final de la lista de 40 naciones industriales.
Tome la mortalidad infantil. Un informe de nbcnews.com el 21 de marzo señaló que la tasa de muerte por cada 1.000 nacidos vivos en EUA disminuyó de 6,9 en 2005 a 5,8 en 2014 – una disminución del 15 por ciento, según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud. Pero es una vergüenza nacional que la tasa en la capital de la nación, una ciudad en gran parte negra, es de 7,9. Compare eso con la tasa de Cuba de 4,3 en 2016. (Ministerio de Salud de Cuba, 1 de enero)
¿Por qué la diferencia? Cuba es un país socialista revolucionario que nacionalizó las grandes haciendas y negocios, muchos de propiedad EUA, a partir de 1960, para poder brindar atención médica universal y educación gratuita, luchando por erradicar todas las formas de racismo y chovinismo contra las mujeres y las personas LGBTT. Pone sus recursos donde está su política de principios, a pesar del bloqueo de Washington.
Mientras que sólo el socialismo revolucionario puede sentar las bases para acabar con todas las formas de opresión, incluyendo el odio a las mujeres, mucho puede ser y ha sido ganado bajo este sistema a través de la lucha. Cuando esta escritora investigó la brecha salarial en 1970, era de 59 centavos por dólar.
Pero es esencial recordar que nuestros reñidos logros pueden ser revertidos por reaccionarios como Trump y su banda de guerreristas y billonarios si no seguimos luchando. Ellos controlan el estado, por lo que la destrucción de éste tiene que ser nuestro objetivo final mientras luchamos por acabar con el sexismo, el racismo, los ataques contra LGBTT y todas las formas de explotación y opresión.