Venezuela resiste ataques OEA/EUA
Mientras en México el gobierno de Enrique Peña Nieto ignora las justas exigencias de las madres y padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa y sigue matando, amenazando e interviniendo con escuchas ilegales – como en el caso Pegasus, que involucra al gobierno israelí en la venta al gobierno mexicano de “software” para la vigilancia de periodistas; en Honduras se siguen asesinando activistas; y en Colombia continúan las amenazas y muertes contra indígenas, campesinos, sindicalistas, defensores de DDHH y otras/os activistas, la OEA ni les menciona, ocupándose solo de atacar al gobierno bolivariano de Venezuela tildándolo de represor y ocultando lo que realmente sucede en ese país.
Es Estados Unidos, a través de esta organización que creó en el 1948 para someter a los pueblos de Latinoamérica y el Caribe, el impulsor de una agresiva campaña contra Venezuela. Desde abril, cuando ilegítimamente la OEA discutió la situación de Venezuela – lo cual va en contra el artículo 1 de la misma Carta de la OEA que dice: “La OEA no tiene más facultades que aquellas que expresamente le confiere la presente Carta, ninguna de cuyas disposiciones la autoriza a intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros” – ha convocado dos reuniones más para avalar su intervención en el país bolivariano. Para eso cuenta con el derechista y mentiroso Luis Almagro quien la lidera junto al acompañamiento activo de los gobiernos de México, Argentina, Brasil, Colombia y Perú, entre otros.
Sus demandas son básicamente tres: un calendario electoral inmediato; liberar “presos políticos”; y respetar las decisiones de la Asamblea Nacional de Venezuela, esta última con mayoría opositora al gobierno, donde se encuentran organizaciones como la MUD y Primero Justicia, autores intelectuales de las violentas jornadas. Hay que recordar que ya el Consejo Nacional Electoral ha publicado la agenda de elecciones para diciembre, sin embargo la oposición intenta acelerar inconstitucionalmente este proceso. Los llamados “presos políticos” han sido responsables de desestabilización del país y de 43 muertes provocadas por sus convocatorias a las violentas “guarimbas” en 2014.
Pero los intentos del imperialismo de atacar a Venezuela a través de la OEA hasta ahora han fracasado. En las últimas dos reuniones – en mayo en Washington y en Cancún del 19-21 de junio – no se ha logrado la mayoría necesaria para aprobar los planes injerencistas, que incluyen además la intención de suspender los procesos del 30 de julio para elegir miembros a la Asamblea Constituyente que el presidente Nicolás Maduro propuso el pasado 1 de mayo. El propósito final es lograr el resguardo diplomático internacional necesario para forzar una intervención de fuerzas extranjeras en Venezuela bajo la excusa de solucionar una “crisis humanitaria”.
Lo que los medios ocultan
Esto es a nivel de “diplomacia internacional”, que bajo el disfraz de búsqueda de “democracia”, refleja lo que en el terreno, EUA junto a la contrarrevolución está haciendo para forzar un cambio de régimen en ese país. Bajo titulares como “crisis en Venezuela”, los medios noticiosos quieren proyectar la imagen de que es “el pueblo” en general quien se opone al gobierno.
Nada más lejos de la verdad. El hecho de que estos medios oculten lo que realmente ocurre, constituye de por sí un crimen de proporciones gigantescas, pues intentan justificar el vandalismo de la derecha en contra de personas afines a la revolución y la destrucción de instituciones del estado que ofrecen servicios básicos de transportación, salud y educación a la ciudadanía. Como resultado de estas acciones violentas que comenzaron el 1 de abril, según reportes desde Venezuela ya han muerto cerca de 90 personas y han resultado heridas más de mil. (tinyurl.com/ya6wqsbe)
No relatan los detalles de los métodos crueles de esas confrontaciones violentas de la contrarrevolución que indican su naturaleza agresora. La pintan como manifestantes pacíficos que solo quieren un país en paz. Mientras a las fuerzas del Estado se les prohíbe el uso de armas en las manifestaciones, pudiendo solo usar gases lacrimógenos y cañones de agua, la contrarrevolución se aprovecha para agredir con armas mortales de fabricación casera.
No reportan por ejemplo los hallazgos de la Sebin, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional de Venezuela que ha ido aprehendiendo y desarticulando algunas células contrarrevolucionarias.
Por ejemplo, a principios de junio capturaron a Yeison Rodríguez. Un artículo de Telesur del 10 de junio informó que éste fue “acusado de generar actos violentos y asedios en varias comunidades de Caracas (capital) y del estado Miranda (centro)”…. Se obtuvo prueba de los planes de ataque a los integrantes de la FANB (Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas) como objetivo político”, escribió el director del Sebin, acompañado de grabaciones de las conversaciones telefónicas que sostuvo Rodríguez con varias personas, en las que se evidencia su participación en las acciones desarrolladas por las escuadras sedicionistas financiadas por la oposición”.
“El director del Sebin también denunció que la Plaza Altamira, ubicada en el municipio Chacao, gobernado por el alcalde opositor Ramón Muchacho, constituye el centro de las operaciones de sectores reaccionarios de la oposición.
“A su vez, alertó sobre la existencia de pruebas que evidencian la vinculación del ciudadano Yeison Rodríguez con la gobernación del estado Miranda, que está en manos del dirigente opositor Henrique Capriles”. (tinyurl.com/ycdvgrvt)
Fuerzas Armadas Bolivarianas, blanco de la contrarrevolución
El jueves 22 de junio, grupos violentos arremetieron con bombas incendiarias contra la Base Aérea Carlota. Un joven opositor resultó muerto presuntamente por disparo a manos de un sargento de la Policía Aérea que custodiaba la base. La oposición ha difundido este hecho como “prueba” de la represión del gobierno. Tras investigaciones, se identificó al responsable quien está siendo sometido a los procesos pertinentes de ley.
Sin embargo, hay que resaltar lo siguiente. Lo que está sucediendo en Venezuela es un fuerte ataque contrarrevolucionario que intenta derrocar al gobierno legítimamente constituido, un intento de golpe de estado.
¿Cómo se responde frente a un ataque a una base militar?
Aquí debemos señalar que los contrarrevolucionarios han tratado de atacar la base al menos en 10 ocasiones.
Es interesante el postulado que Felipe Marcano expone en su artículo ‘La Carlota, base militar bajo asedio; ¿por qué insistir en su asalto?’
En él dice el autor: “El asedio a la base militar de La Carlota, en la capital de la república, su asalto y toma de las instalaciones por, “pacíficos, indefensos, jóvenes”, heroicos manifestantes busca: la desmoralización de la tropa, de la FANB, su descontento y retiro de apoyo al Estado Nación, a La Constitución Bolivariana, una respuesta bélica y contundente del gobierno, un Estado Nación fallido que derive en conmoción nacional e internacional como pretexto a la intervención extranjera para derrocar al gobierno y la institucionalidad republicana”. (aporrea.org, 24 de junio)
Si recordamos el inicio de la Revolución cubana con el asalto al Cuartel Moncada, – en ese caso a favor del pueblo pobre y explotado, a diferencia de la contrarrevolución en Venezuela que opera a beneficio de la oligarquía y los poderes imperialistas – nos daremos cuenta de la importancia de un ataque a instalaciones militares.
Pueblo bolivariano sigue en la lucha
Es también significativo la total falta de cobertura por los medios corporativos de lo que sucede en las entrañas, en los barrios pobres, las acciones del verdadero pueblo: no solo de sus manifestaciones defensa de la revolución, sino sobre su diario vivir y su fuerte decisión de encaminar al país por un sendero de paz, laborando diariamente, desarrollando capacidades, construyendo patria, como suelen decir allá. Y sobre todo, rechazando tajantemente los procesos violentos de la contrarrevolución.
Es este pueblo quien tiene la clave del éxito. De ahí la importancia de la Asamblea Constituyente, que daría la oportunidad al pueblo de ser su propio forjador del futuro y de profundizar la revolución.
Apoyo internacional
La situación de Venezuela es perogrulladamente altamente complicada. El proceso revolucionario bolivariano y su futuro está siendo el tema principal en los debates actuales en todo Latinoamérica y el Caribe. Los entes revolucionarios, analizan no solamente los hechos presentes y pasados, sino la actuación misma del gobierno revolucionario – sus aciertos y sus errores, sus desviaciones en alcanzar la profundización de la revolución hacia el desarrollo socialista, e incluso muchos ofrecen recomendaciones.
Estos análisis van desde los más críticos del gobierno de Nicolás Maduro, hasta los que disculpan todas sus acciones. Lo que sí une a la gran mayoría de estos es la defensa del proceso bolivariano frente a la embestida estadounidense imperialista. Hoy este proceso lo ven como crucial para la misma sobrevivencia de los avances y movimientos progresistas de la región.
Aparte de estos debates, ha habido una gran ola de solidaridad con el gobierno y con el pueblo bolivariano. Estas expresiones solidarias abarcan desde mensajes, acciones en la calle, variados foros y resoluciones, hasta postulados de gobiernos como el de Cuba, que manifiestan un apoyo incondicional hacia la revolución. Una de las más recientes acciones de solidaridad llegó no desde América Latina, sino desde África, en Mozambique.
Queda a los movimientos progresistas en Estados Unidos, aumentar y expandir su solidaridad con la revolución bolivariana exponiendo, denunciando y combatiendo la política imperialista del Pentágono, la Casa Blanca y Wall Street.
¡No a la intervención de la OEA/EUA en Venezuela!
¡Viva la Revolución Bolivariana y la lucha de los pueblos a nivel mundial!