Huelga estudiantil responde a ataques de la Junta de control Fiscal en Puerto Rico
El pasado viernes 31 de marzo, la Junta de Control Fiscal – la agencia de cobro – que bajo la ley PROMESA (Puerto Rico Oversight, Management and Economic Stability Act of 2016 ) impuso el Congreso estadounidense al pueblo boricua para cobrar la ilegítima deuda producto de la venta de bonos municipales, se reunió por sexta vez desde su inicio. Ésta vez en PR, para pasivamente “recibir ponencias y presentaciones sobre el tema de desarrollo económico de parte de diversos representantes de entidades de gobierno, privadas y del tercer sector”, según lee su página juntasupervision.pr.gov.
Como parte de su solución al pago de la deuda, la JCF impone un recorte de $450 millones a la Universidad de Puerto Rico, conllevando además el cierre – o “consolidaciones” de algunos de los 11 recintos de la universidad. Este gigantesco recorte supone un grave golpe a la educación superior y además hará perder las acreditaciones a la institución.
Fuera del edificio donde se reunía la junta, sin embargo, se encontraban cientos de estudiantes y organizaciones solidarias que activamente exponían la criminalidad de dicha junta y exigían el cumplimiento de sus demandas. Habían marchado temprano en la mañana desde el conocido Parque Muñoz Rivera hacia el Centro de Convenciones donde estaba la Junta, caminando incluso por dentro de la fuente a la entrada del Centro, que estaba fuertemente resguardado por centenares de policías y bomberos.
En su mayoría, las/os manifestantes eran estudiantes de la UPR, y exponían lo que en estos momentos es la verdadera misión de la JCF – destruir a PR como país. La UPR, siendo la única institución pública de enseñanza superior, encarna el futuro mismo del archipiélago. Allí se preparan las y los futuros maestros y científicos, las y los profesionales que pueden llevar al desarrollo del país para el provecho de su pueblo.
De hecho, la UPR está catalogada como una de las más prestigiosas del Caribe, y de ahí se han nutrido importantes entidades de los Estados Unidos, incluyendo educativas e incluso la NASA, entre muchas otras. La UPR, al ser subsidiada por el gobierno, le brinda más posibilidad de obtener una carrera a las/os estudiantes sin recursos.
Huelga estudiantil
Ese último día de marzo era ya el cuarto día de la huelga decretada por las/os estudiantes el 21 de marzo. En asamblea general, las/os estudiantes del Recinto de Río Piedras habían aprobado con 1.312 votos a favor y 253 en contra, un paro de las labores académicas desde el 28 de marzo hasta el 5 de abril.
El día 5, se reunirán en Asamblea Nacional las/os estudiantes de los 11 recintos de la UPR más las/os del Conservatorio de Música de Puerto Rico y de la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico. Después, el 6 de abril, el Recinto de Río Piedras estará en huelga indefinida. Esta decisión de huelga indefinida se hizo el 21 de marzo y no está sujeta a los resultados de la Asamblea Nacional del 5 de abril.
Los reclamos de las/os estudiantes en huelga son primeramente que se audite la deuda. Esta no ha sido auditada e incluso el gobernador actual, Ricardo Roselló del Partido Nuevo Progresista que aboga por la estadidad y quien por tanto tiene una relación de subordinación a la Junta, eliminó la junta independiente para la auditoría. Los otros reclamos son que no haya recortes en el presupuesto de la UPR ni aumento de matrícula, y que se haga una reforma universitaria.
Contrataciones obscenas de la JCF
La JCF – léase el imperio estadounidense – ha decidido destruir a su colonia, Puerto Rico y convertirla en su patio para la diversión y sitio de inversiones de sus multimillonarios, que reciben en PR una enorme exención contributiva. Más que antes. Al mismo tiempo que decreta hondos recortes educativos para estudiantes boricuas, además de otras medidas de austeridad como el alza de impuestos a granel, cierre de 300 escuelas públicas, y una larga lista de recortes y “ajustes” que empobrecerán aún más a la población, la JCF derrocha impune y obscenamente el dinero del pueblo puertorriqueño en contratos millonarios.
Con lágrimas de cocodrilo, José Carrión, presidente de la JCF dijo: “Debido a la crisis en que está el país, “cada cheque que firmo me da vergüenza”, afirmó en un mensaje ante el capítulo de Puerto Rico de la Asociación de Contratistas Generales de Estados Unidos”. (elnuevodia.com, 30 de marzo) Esta aseveración fue en respuesta a las masivas críticas luego que la junta nombrara a Natalie Jaresko como su directora ejecutiva. La Jaresko es nada menos que una mujer ucraniana que nació en Chicago y que el Departamento de Estado de EUA envió a Ucrania donde fungió como Ministra de Finanzas, ejerciendo un papel predominante en el esfuerzo de EUA para controlar el gobierno de Ucrania, según un artículo de Claridad, ‘Jaresko: ¿Por qué llegó al Caribe?’ del 29 de marzo.
Jaresko está íntimamente asociada además con la infame USAID, y según el mismo artículo “Sobre el manejo que Jaresko (junto a su entonces marido) hizo del fondo (de la USAID) hubo imputaciones de corrupción porque se auto asignó sumas millonarias a modo de “bonos”, muy superiores a su salario básico”.
Mientras la JCF reduce las pensiones de boricuas, les aumenta los impuestos y toda clase de contribuciones, les recorta beneficios y acceso a servicios de salud, le regala a Jaresko un sueldo de nada menos que $650.000 al año, además de viajes a Kiev, chófer, vivienda, etc. ¡Todo pagado por el empobrecido pueblo de PR!
A esta contratación se suma la de una ‘oficial de ética’ de la JCF. “Junto al salario que estará ganando la nueva Directora Ejecutiva de la Junta de Control Fiscal (Jaresko), se sumará también la compensación de $750 la hora por las labores de la oficial de ética, Andrea Bonime Blanc”. (noticel, 1 de abril)
El pueblo tiene la última palabra
Mientras el imperio con su criminal Junta intentan decidir el futuro de Puerto Rico, la juventud estudiantil, unida a otros sectores, sindicales, ambientalistas, sociales, y otros, incluyendo a las y los boricuas en exilio – la llamada diáspora – se aprestan a arreciar la lucha. Es un tiempo crucial para Boriké, y sus hijas e hijos lo sienten en sus venas. Y se están preparando. Desde Estados Unidos, unamos nuestras voces y acciones en repudio a la Junta dictatorial y en defensa y solidaridad del pueblo boricua.
¡Viva Puerto Rico Libre!