11 de noviembre – Aunque los resultados de las elecciones presidenciales todavía se estaban contando, lo que colocó a Donald Trump por delante en votos del Colegio Electoral – pero no del voto popular – lxs jóvenes salieron a la calle a protestar.
Durante los dos días siguientes, desde Los Ángeles a Nueva York, de Portland, Ore., a Charlotte, Carolina del Norte, miles de personas en ciudades de todo el país atascaron carreteras, marcharon por las calles y gritaron su repulsión hacia el racismo, el sexismo, la homofobia y el desprecio hacia inmigrantes.
A pesar de muchos arrestos, lxs manifestaciones continuaron durante los próximos dos días, 9 y 10 de noviembre, incluso mientras líderes de ambos partidos de la clase gobernante, demócratas y republicanos, instaron a que se aceptara un gobierno Trump y se “curaran las heridas” de una amarga elección.
Esto no sofocó el espíritu de resistencia entre lxs jóvenes, muchxs de los cuales están personalmente amenazadxs por el aumento en las atrocidades e insultos racistas, brutalidad hacia las mujeres y personas LGBTQ, y los ataques contra quienes son percibidos como musulmanes y/o inmigrantes – que la victoria de Trump ha alentado.
Notablemente ausentes en estas manifestaciones estuvieron los signos de apoyo al Partido Demócrata. Estas no fueron manifestaciones pro-Clinton, aunque muchxs hubieran esperado ver por fin a una mujer presidente. Fueron protestas contra la política de reacción sobre todos los asuntos sociales que Trump representa.
Muchos están hablando ahora de una gran protesta en Washington, D.C., en la inauguración el 20 de enero como el siguiente gran paso en las protestas para detener a Trump.
A continuación se presentan los informes de testigos oculares de sólo algunas de las acciones que siguieron a las elecciones.
Filadelfia
Cerca de 1.000 estudiantes y miembros de la comunidad indignados por la elección de Donald Trump se reunieron el 9 de noviembre frente al Ayuntamiento y luego marcharon por la calle Broad pasando por la Universidad de Temple para llegar a los barrios del norte de Filadelfia. Por otra parte, unxs 200 estudiantes progresistas y miembros de la comunidad de la Universidad de Templo se reunieron en el campus para hablar sobre Trump a pesar del clima lluvioso y frío. Discursos apasionados destacaron su indignación de que el machista y racista Donald Trump sea el próximo presidente.
Especialmente bien representadxs estaban los supervivientes de agresión sexual, quienes expresaron su asombro por la elección de un depredador sexual a la oficina más alta de la nación, así como su determinación de combatir la misoginia y apoyarse mutuamente.
En la noche siguiente, miles de manifestantes anti-Trump cerraron calles en el centro de la ciudad por segunda noche consecutiva. A partir de la plaza Thomas Paine, más de 3.000 manifestantes, principalmente mujeres vestidas de negro, celebraron una vigilia antes de tomar las calles para marchar a la estación de trenes Amtrak de la calle 30.
Llamada por ‘Our 100: Philly Women in Formation’, el evento comenzó desde una publicación en Facebook bajo el hashtag #GOPHandsOffMe. La manifestación se abrió al reconocer que muchas mujeres que asistieron necesitaban espacio para expresar su pesar y preocupación por haber elegido a Trump, un misógino admitido que hablaba abiertamente de agredir a las mujeres. Sin embargo, el estado de ánimo rápidamente cambió a uno de resistencia. Una oradora dirigió a la multitud con una consigna popular de Assata Shakur: “Es nuestro deber luchar por nuestra libertad. Es nuestro deber ganar. Debemos amarnos unxs a otrxs y apoyarnos mutuamente. No tenemos nada que perder sino nuestras cadenas”.
La mayoría de lxs participantes eran mujeres jóvenes de color, muchas marchando por primera vez. La respuesta de la gente reunida a lo largo de la ruta de la marcha mostró que no estaban solas en su insistencia de que Trump no es “mi presidente”.
La llamada de Facebook decía: “Estamos mostrando a todo el país que el liderazgo de las mujeres de color no termina con esta elección. Recordaremos a la gente que esta elección fue y es sobre nuestras vidas: vidas negras, vidas de mujeres, vidas de inmigrantes y la vida de gente LGBTQ”.
Seattle
En respuesta a la victoria de Trump, por lo menos 3.000 personas marcharon aquí el 11 de noviembre contra su movimiento racista. Salieron a las calles gritando consignas: ¡La vida de los negros importa! Y “Trump es un violador, él es racista, él no nos representa”!
La bandera principal decía: ¡”Solidaridad con Standing Rock! ¡El agua es vida”! La manifestación, que fue iniciada por Alternativa Socialista, pasó por el centro de la ciudad durante la hora punta. El anuncio de una protesta contra-inaugural contra Trump el 20 de enero fue muy aplaudido. Marcharon más de cinco millas al campus de la Universidad de Washington, donde se unieron a una manifestación de estudiantes contra Trump. Por lo menos en dos escuelas secundarias de Seattle lxs estudiantiles se salieron de la escuela.
En las elecciones, lxs votantes del estado de Washington eligieron a Dennis Habib, un iraní progresista que también es no vidente, para ser teniente-gobernador. Habib será el máximo funcionario electo en el país nacido en Irán. Pramila Jayapal, una defensora de los derechos de inmigrantes, fue elegida para la Cámara de Representantes del Séptimo Distrito en Seattle, convirtiéndose en la primera persona nacida en la India elegida para el Congreso.
Buffalo, N.Y.
Además de las enormes y militantes multitudes que protestaban contra Trump en todas las grandes ciudades, hubo grandes manifestaciones en lugares más pequeños, incluso frente al edificio federal aquí. Fue muy necesario comenzar el primer día de la Resistencia saliendo a las calles, levantando los puños y compartiendo nuestra determinación. La respuesta – lxs conductores apoyaban continuamente tocando la bocina durante la demostración – el mensaje fue fuerte y claro: “¡No lloremos, organicémonos”!
Chicago
Decenas de miles de manifestantes rodearon la Torre Trump de Chicago, entraron por las calles circundantes y marcharon durante horas por el Loop el 9 de noviembre para protestar por la elección de un presidente que sólo promete racismo, fanatismo y guerra. La multitud multinacional – en su mayoría joven – fue recibida con entusiasmo por peatones y conductores, incluso aquellxs atrapados por el mar de manifestantes.
Syracuse, N.Y.
Más de un centenar de personas se reunieron el 9 de noviembre en el centro de Syracuse en el monumento de abolicionistas William Henry/Jerry Rescue para hablar sobre el dolor y la rabia que la gente sentía por la elección de Trump. Tanto un refugiado paquistaní documentado como un ciudadano estadounidense de padres hondureños hablaron de tener miedo después de las elecciones en un país que ha sido el único hogar que han conocido.
Rebecca Fuentes y Nikeeta Slade, del Centro de Trabajadores del Centro de Nueva York, hicieron un llamado para apoyar los derechos ampliados de lxs trabajadores agrícolas, así como una campaña para poner a disposición de todxs, los permisos de conducir en Nueva York, sin importar el estatus de ciudadanía de las personas. El WCCNY trabaja con muchxs trabajadores migrantes. La multitud aclamó el apoyo a Standing Rock, derechos LGBTQ y las vidas musulmanas. A intervalos gritaban “Luchar, luchar, luchar”, “Sí, se puede!”, Y “¡Actúen, luchen!” En clara decisión de derrotar la agenda de Trump. La manifestaciónfue convocada por el Consejo de Paz de Syracuse. n
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