“Tendría que estar loco para bañarse en esa agua”, le dijo un guardia de la prisión SCI Mahanoy a Mumia Abu-Jamal después de ver la negra y mal oliente agua que posaba en su tina. Sin embargo, el agua tóxica en Mahanoy y en otras prisiones de Pensilvania, no le ha dejado a los prisioneros más opción que la de utilizar el agua o no bañarse.
Para los detenidos, entre ellos Abu-Jamal, quien sufre de Hepatitis C sin tratar, el agua tóxica exacerba las condiciones de salud existentes. Él sufre de picazón excesiva relacionada con Hepatitis C.
Los funcionarios del Departamento de Correcciones (DOC) han hecho poco por remediar la crisis del agua, y dicen que lo están “arreglando” mientras racionan periódicamente agua embotellada. Los prisioneros de Mahanoy reciben tres vasos de agua al día con las comidas.
Desde la prisión SCI Frackville, Major Tillery, un abogado de prisioneros, escribió el 12 de octubre: “No hemos tenido agua limpia aquí por más de cuatro meses. El agua es de color marrón y apesta. Los guardias beben agua embotellada. Nos quejamos y primero nos dijeron que no pasaba nada. Luego, por tres días hace un mes más o menos, a los prisioneros se les dio un galón de agua embotellada al día. Desde entonces, se ha regresado a beber y ducharse con agua sucia”.
¿Es culpable el carbón?
Aunque los prisioneros de Mahanoy y Frackville recientemente dieron la alarma, los problemas de contaminación de agua y aire en otras prisiones de Pennsylvania vienen de años. En la SCI Fayette en La Belle-Pensilvania, los prisioneros y guardias reportaron problemas serios de salud en el 2010, incluyendo dificultad para respirar, mareos y llagas y tumores en el cuerpo.
Los presos, los guardias y los residentes de La Belle han experimentado alarmantes tasas de cáncer de riñón, tiroides y de mama, informó la revista Vice en mayo de 2015. La prisión Fayette se construyó sobre una mina de carbón; su vertedero de cenizas de carbón produjo residuos de partículas finas que vuelan hacia la ciudad y la prisión. Las cenizas de carbón contienen productos químicos tóxicos y cancerígenos; 3,4 millones de toneladas de la misma todavía se depositan anualmente cerca del sitio. Dos lagunas de charco de carbón, que se sospecha contaminan el agua potable, aumentó el riesgo de cáncer a 1 de cada 50 residentes.
El Centro de Derecho Abolicionista, un bufete de abogados de interés público, citando la prohibición de la Octava Enmienda contra el “castigo cruel e inusual”, comenzó a investigar las quejas de 75 presos de Fayette. La investigación del DOC del estado en el 2015 dijo que el agua cumplía con los “estándares de agua potable”, y el Departamento de Salud de Pensilvania afirmó que el ambiente no contribuye al riesgo de cáncer.
Minería de carbón amenaza agua del Schuylkill
La Autoridad Municipal del Condado de Schuylkill (SCMA) proporciona servicios de agua y alcantarillado para la mayor parte de la provincia y parece ser el proveedor de Mahanoy y Frackville, aunque el DOC no lo confirma.
El área contiene minas subterráneas abandonadas, además de minas activas de la Compañía de Antracita de Reading. Allí se practicó la extracción de la capa superior del terreno en la cima de la montaña. La mina más grande de este tipo en Reading, situada en el origen de la vertiente oeste del Río Schuylkill, podría estar contaminando el agua de las reservas usada por las prisiones de Mahanoy y Frackville.
Los explosivos que rompen las montañas a menudo dejan residuos químicos. Para la preparación y el lavado de carbón se emplea un “baño químico” para separar el carbón de otros minerales, que dejan aguas residuales tóxicas.
Éstas a menudo se almacenan en presas y estanques que se pueden romper, inundando y contaminando los acuíferos subterráneos. El residuo de aguas grasosas y negras también se almacena en pozos subterráneos que se filtran y contaminan las aguas subterráneas.
Las minas abandonadas son fuentes de drenaje ácido de minas (AMD) que se produce cuando el material de pirita [N. del T.: material sulfúrico incendiario] reacciona con el agua y el oxígeno. El AMD acidifica el agua, ayudando a disolver los metales pesados que luego se vierten en los ríos. Existen altos niveles de AMD en las afluentes del río Schuylkill.
Es difícil demostrar que la producción de carbón provocó la contaminación del agua en Mahanoy y Frackville. La SCMA, gestionada por Pennsylvania American Water, filial con ánimo de lucro de American Water, no ha informado de la contaminación del agua. American Water ha causado varias catástrofes de salud relacionados con el agua en Virginia Occidental y no ha respondido a las preocupaciones del público.
Los prisioneros en la cárcel de la Prisión South Central Regional de Charleston en Virginia Occidental no fueron notificados cuando un tanque que contenía un producto químico de preparación de carbón se derramó en el río Elk, contaminando el agua y afectando a 300.000 personas en 2014. Al no saberlo, se bañaron y bebieron el agua tóxica.
Los prisioneros que protestaron fueron golpeados y puestos en aislamiento.
Agua contaminada de Estación Aeronaval
El agua dio positiva para la toxina cancerígena Chromium-6 en la prisión SCI Graterford del Condado de Montgomery. Esto estaba relacionado con la fuga de retardadores de fuego utilizados en la Estación Aeronaval de la Base de Reserva Conjunta a las fuentes de agua potable del condado.
Al cerrarse fábricas rurales en Pensilvania, dejando a cientos de miles de trabajadores varados, el Estado intentó solucionarlo construyendo prisiones. Éstas a menudo fueron construidas en o cerca de los sitios de producción de carbón o en áreas fracturadas para el gas natural, creando problemas de salud para residentes y presos por igual.
El Departamento de Protección Ambiental, el Departamento de Salud y el DOC estatales no reconocen ni limpian la crisis del agua y aire creada por las operaciones de extracción de energía. Sólo cuando grupos activistas como el Centro de Derecho Abolicionista, Coalición de Derechos Humanos de Pennsylvania y la Coalición de Familia y Amigos Internacionales de Mumia Abu-Jamal desafían las autoridades de la prisión, puede ocurrir algún cambio real.
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