El Día de los Pueblos Indígenas es una respuesta al ofensivo feriado Día de Colón (o Día de la Raza) que glorifica la conquista europea de las Américas. Este 10 de octubre fue un día de nuevas detenciones de las/os heroicos resistentes de Standing Rock quienes se oponen al Dakota Access Pipeline (oleoducto), que está siendo construido por Energy Transfer Partners para el transporte de medio millón de barriles de petróleo al día a través de cuatro estados. Acciones de solidaridad también se llevaron a cabo en todo el país.
El 9 de octubre, una corte estadounidense, en clara violación de los tratados firmados, había decretado una vez más apoyo al poder corporativo y en contra de las naciones indígenas.
La Corte de Apelaciones EUA para el Circuito del Distrito de Columbia rechazó la moción de la Tribu Sioux de Standing Rock por una orden de interdicto para detener el oleoducto de $3.7 mil millones.
Los acontecimientos que tuvieron lugar en la víspera del Día de los Pueblos Indígenas, una vez más exponen el papel criminal del poder del Estado para proteger la despiadada carrera capitalista en busca de ganancias. Los tribunales, la policía y el ejército EUA ejecutaron como lo han hecho históricamente, usando la invasión militar, la remoción misma de personas, legislaciones y la policía racista.
Unas 27 personas fueron detenidas después de los enfrentamientos en las obras de construcción durante el Día de los Pueblos Indígenas. Los arrestos incluyeron a la co-estrella Shailene Woodley, de la película “Snowden”, quien fue acusada de “entrada ilegal.” Cerca de 100 manifestantes se encontraban en el sitio de construcción cuando se realizaron las detenciones.
Sin embargo, la solidaridad y la resistencia continúan.
Tribunales contra los derechos de indígenas
En un esfuerzo para avanzar con el oleoducto, los tribunales habían dado su aprobación por la vía rápida en julio. Pero entonces, miles de resistentes indígenas y sus aliadas/os, utilizando la acción directa, los mítines y un creciente campamento en Standing Rock, acapararon publicidad internacional. A finales de agosto, un tribunal federal fue presionado a conceder una orden temporal detener la construcción de la sección del oleoducto que se extiende 20 millas al este y al oeste del río Misuri.
Pero el 9 de octubre, el tribunal se retractó y negó la orden judicial permanente. Temeroso del creciente apoyo a la resistencia, el tribunal también dejó abierta una forma de revertir su decisión. El fallo reconoció que “no es la última palabra”, señalando que la decisión final recae en el cuerpo de Ingenieros del ejército EUA. Este cuerpo es conocido por el uso de su autoridad sobre grandes proyectos de construcción en beneficio del poder corporativo.
El río Misuri es la fuente principal de agua para la nación Lakota Sioux de Standing Rock y para millones de personas en cuatro estados. La presión corporativa para proteger la ganancia capitalista una y otra vez se ha considerado más importante que proteger los derechos a la tierra, al agua y los tratados de las naciones indígenas.
Los bancos estadounidenses más grandes, tales como Bank of America, están detrás de la construcción de la tubería y la peligrosa práctica de la fractura hidráulica y perforación petrolera. Miles de millones de dólares están en juego.
El Dakota Access Pipeline originalmente se había planeado para cruzar el río Misuri al norte de Bismarck, la capital de Dakota del Norte. Sin embargo, por la preocupación por el suministro de agua potable de la ciudad, la ruta se cambió hacia las tierras de los tratados de la reserva de Standing Rock.
David Archambault II, presidente de la Nación Sioux de Standing Rock, respondió a la decisión judicial: “La tribu Sioux de Standing Rock no se echa para atrás de esta pelea. Nos guiamos por la oración, y seguiremos luchando por nuestro pueblo. No descansaremos hasta que nuestras tierras, nuestro pueblo, las aguas y los lugares sagrados estén protegidos permanentemente de este oleoducto destructivo”. (indiancountrytodaymedianetwork.com)
La batalla legal continúa con más apelaciones legales. Y la lucha continúa en primera fila.
Desde que un campamento inicial comenzó en Sacred Stones el 1 de abril, miles se han unido a las más de 300 naciones indias americanas reconocidas a nivel federal en Cannon Ball, Dakota del Norte – sitio del Campamento Oceti Sakowin – para protestar el oleoducto. Las/os decididos activistas están ahora acondicionando el Campamento para mantener una presencia durante el frío ártico de los inviernos extremos de Dakota del Norte.
La lucha para detener el Dakota Access Pipeline es una lucha por la soberanía nativa indígena y su derecho a controlar la tierra indígena, el agua y otros recursos naturales. La resistencia organizada en Standing Rock es también sobre la defensa del agua pura como un derecho humano de todas las personas.
La organizadora de la comunidad Cheyenne River Sioux Joye Braun explicó: “Los peligros impuestos por la codicia de las grandes petroleras sobre la gente que vive a lo largo del río Misuri es asombrosa. Cuando este propuesto oleoducto se rompa, como sucede con la mayoría de los oleoductos, más de la mitad del agua potable en Dakota del Sur se verá afectada … Debe ser detenido”. (Lakotavoice.com)
Eventos de resistencia y solidaridad continúan bajo la bandera de #NoDAPL.
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