Luego de la medianoche del domingo 6 de diciembre, cuando las tendencias ya eran irreversibles, la Comisión Nacional Electoral (CNE) informó públicamente los resultados de los comicios parlamentarios en Venezuela. De los 167 escaños en juego en la Legislatura, 99 habían sido ganados por la oposición, la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, habiendo obtenido el Gran Polo Patriótico, GPP, la coalición oficialista, solo 46 puestos. Quedaban 22 posiciones por computar, lo cual no cambiaría la mayoría parlamentaria electa.
Poco después, el presidente Nicolás Maduro se dirigió al pueblo felicitándolo por su masiva participación, casi un 75% del electorado. Con la frase “Confiamos en la voluntad de ustedes. Lo aceptamos”, reconoció la derrota, añadiendo que “el triunfo no fue de una oposición, sino de la contrarrevolución” y que “hay que acelerar una nueva política económica”. (Telesurtv.net)
Esta fue la 20ª elección en 17 años de Revolución Bolivariana y se llevó a cabo bajo un clima de tranquilidad pese a los funestos augurios de los medios de la derecha nacional e internacional.
Nunca antes unas elecciones no presidenciales en esa nación habían despertado tantos rumores y vaticinios tanto a nivel nacional como mundial. ¿Por qué esta novedosa situación?
La Revolución Bolivariana no es sólo el gobierno de un país. Desde que triunfó Hugo Chávez poniendo en marcha el tren de la esperanza de liberación y participación de los pueblos más excluidos, de la unidad regional, la dignidad y la soberanía junto a la gloriosa Revolución Cubana, Venezuela se convirtió en brújula de los movimientos progresistas tanto en América Latina como en el resto del mundo. Aunque aún es un país capitalista, la posibilidad de liberarse del yugo imperialista estadounidense, controlar sus recursos y su economía y hablar en su propia voz despertó en el imperio y sus aliados a nivel mundial el ansia de derrocar este anhelo continental.
Por eso Latinoamérica entera estuvo pendiente de estos comicios. Mensajes de solidaridad inundaron las redes sociales, incluyendo un email del infatigable héroe puertorriqueño, Rafael Cancel Miranda, quien mandó este breve pero elocuente mensaje a su lista: ¡Venezuela en estos momentos es todos nosotros!
Agresión imperialista
Cuando el capitalismo se encuentra en una encerrona, se vuelve más cruel y se revuelven las aguas podridas de la derecha más recalcitrante. Enfrentado a movimientos progresistas a nivel mundial, se despiertan las olas fascistas utilizadas por la burguesía en su afán de dominar a los pueblos en marcha. Esto ha pasado en Venezuela durante pasados años pero el gobierno bolivariano pudo enfrentar y ahogar por el momento esas hordas violentas.
Ahora, sin embargo, la derecha, con la ayuda estadounidense, comenzó otra campaña más sutil aprovechando la crisis económica mundial que ha afectado a muchos países incluido Venezuela.
La situación económica del país se ha deteriorado tanto por factores externos como la baja en el precio del petróleo, como por la guerra económica de los oligarcas venezolanos que dominan el sector de importación y que se aprovechan – realmente robando – intercambiando en el mercado negro, las divisas que el gobierno les otorga a precios más bajos.
Hay varios factores más como la fuga de productos por la frontera con Colombia.
Aunque el gobierno ha impuesto algunas medidas, no han sido lo suficientemente consecuentes como para evitar la enorme subida de precios en algunos renglones y la escasez de algunos productos, lo que hace que gran parte del pueblo tenga que esperar en largas colas para comprar determinadas mercancías, provocando así sentimientos de insatisfacción. Esto fue utilizado por la MUD en su campaña de “cambio” donde decían que de ganar, esta situación y la economía mejorarían.
A esto se añade la infusión de millones de dólares de EUA para desestabilizar la Revolución. Según Eva Golinger en un artículo del 12 de noviembre en RT titulado EEUU: La Emboscada contra Venezuela, dice que “Durante el último año, el Gobierno de Estados Unidos ha gastado más de 18 millones de dólares en financiamiento público para grupos antigubernamentales en Venezuela” a través de agencias adscritas al Departamento de Estado como la NED y la USAID. Más adelante en el artículo menciona que “400.000 dólares han sido entregados a un programa para “apoyar miembros de la Asamblea Nacional y el desarrollo de políticas”. Y hay más de 40.000 dólares dedicados a “monitorear la Asamblea Nacional de Venezuela”. (actualidad.rt.com)
“Al imperialismo, ni un tantito así”. Frase famosa del Che Guevara que no necesita más explicación. Desgraciadamente, el gobierno bolivariano, bajo la inmensa presión de la economía y por tratar de conciliar tal vez la derecha financiera criolla, y lograr algunos beneficios para el pueblo, le hizo algunas concesiones, quizás temporeras, pero que abrieron la puerta al voraz apetito de la derecha. Es a esto quizás que el presidente Maduro se refiere cuando dijo que “hay que acelerar una nueva política económica”.
Solidaridad internacional más importante que nunca
La Revolución Bolivariana no terminó con estas elecciones pese a la mayoría parlamentaria lograda por la MUD. La derecha está dividida y ganó gracias a las inyecciones y consejos de EUA y la intervención de la derecha internacional, tanto de mandatarios y ex mandatarios, como de los grandes medios noticiosos corporativos. En esta campaña a nivel mundial participan muchos, incluyendo el recién elegido presidente de Argentina Mauricio Macri, quien solicitó que se aplique la Carta Democrática para que Venezuela sea suspendida como miembro pleno del Mercosur.
Otros participantes en esta campaña desestabilizadora y quienes estuvieron en Venezuela durante las elecciones invitados por la MUD son las/os ex mandatarios, Ricardo Lagos de Chile, Andrés Pastrana de Colombia, Alejandro Toledo de Perú, Luis Alberto Lacalle de Uruguay, Mireya Moscoso de Panamá, Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez de Costa Rica, el primer ministro español Mariano Rajoy y el ex mandatario Boliviano Jorge Quiroga. La conducta y declaraciones públicas injerencistas de algunos de estos mandatarios fue tal que Tibisay Lucena, la presidenta del CNE, les retiró las credenciales entregadas.
El pueblo bolivariano sin embargo, no olvida los grandes avances que en sólo 17 años ha logrado. A pesar de las colas, “el Mapa Mundial del Hambre 2015, difundido por la FAO, certifica que en Venezuela no existe ese flagelo. En 40 años, Gobiernos de derecha construyeron 5 mil centros de salud. La Revolución, en 16 años, ha edificado 9 mil sedes de atención médica”. (Tomado de “Los 50 Grandes Logros de la indetenible Revolución Bolivariana” chavezvive.info.ve)
Como todo proceso, la Revolución Bolivariana tiene y tendrá errores y acertijos. Ahora en una nueva etapa, es crucial la solidaridad del movimiento progresista internacional para que el pueblo bolivariano logre el camino al socialismo que ha querido intentar pero que se ha topado con inmensas dificultades.
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