La práctica de la policía de asesinatos, brutalidad y hostigamiento de las comunidades negras no es un fenómeno nuevo. Tampoco lo es la resistencia a ésta.
El 23 de julio 1968 – en la noche conocida como la Rebelión de Glenville – revolucionarios negros lucharon en defensa propia.
Glenville es parte de Cleveland, y como en 1968, es un punto fulminante en la lucha contra el racismo y la policía.
Algunos de quienes se unieron ahora a las/os jóvenes en las calles exigiendo justicia para Tamir Rice estaban en el movimiento de Liberación Negra en el momento de la rebelión. WW/Mundo Obrero habló con Don Freeman, co-editor de la revista “Vibration”. Ahora en su 47º año, Vibration “se centra en la explotación y la opresión de los pueblos oprimidos de la tierra, especialmente los afroamericanos en EUA”.
En 1967, Carl Stokes fue elegido alcalde de Cleveland, convirtiéndose en el primer alcalde negro de una ciudad de su tamaño. Un año más tarde, el hermano del alcalde, Louis Stokes, fue elegido a la Cámara de Representantes. Antes de la elección de Stokes, Flint, en Michigan, y Gary, en Indiana, eligieron sus primeros alcaldes negros. El período fue uno de ascendencia de afroamericanas/os a cargos políticos.
“El alcalde Stokes ya había desarrollado relaciones con varias personas en el Lado Este, gente del vecindario negro,” explicó Freeman. “De hecho, Cleveland fue una de las pocas ciudades en el país que no se rebeló. Los líderes de la comunidad sabían que esto era la mejor manera de salvar vidas”.
El río Cuyahoga divide los altamente segregados lados este y oeste de la ciudad. El alcalde pudo llamar voluntarios para patrullar las calles después del asesinato del reverendo Martin Luther King Jr.
Las corporaciones — a través de sus brazos “filantrópicos”, por los cuales devuelven una pequeña parte de la riqueza creada por las/os trabajadores a aquellas/os a quienes empobrecen — tenían un interés en mantener a la ciudad libre de rebelión. Dieron financiación masiva para Cleveland Now!, que el alcalde Stokes inició para combatir la pobreza, fomentar el orgullo cultural negro y promover un sentido de empoderamiento.
Uno de los líderes comunitarios que recibió fondos de Cleveland Now!, habiendo sido parte de las fuerzas de paz de la alcaldía tras el asesinato de King, fue el líder nacionalista negro Ahmed Evans. La librería y Centro Cultural Afro de Evans recibió un subsidio de $10.000 para un programa de artesanía africana.
Evans: ‘Nos tendieron emboscada’
La policía de Cleveland sin embargo, había acosado a Evans antes de la elección de Stokes, amenazando repetidamente con cerrar su librería. La elección de un alcalde negro intensificó el antagonismo de la policía hacia la comunidad negra y hacia Evans en particular. Evans y su grupo, República de Nueva Libia, se sentían amenazados por la vigilancia periódica de su casa por policías blancos y compraron armas para su autodefensa.
Informes del FBI — basados en la palabra de un dudoso informante — expusieron que el grupo de Evans estaba planeando asesinar a líderes negros moderados el 23 de julio. Se convirtió en un tema candente en el Ayuntamiento.
En la tarde del 23 de julio, el concejal George Forbes y el ex jugador de los Cleveland Browns, Walter Beach, se reunieron con Evans para tratar de calmar la situación y atender sus quejas sobre la policía. Mientras hablaban, dos vehículos sin identificar se estacionaron frente al apartamento de Evans desde direcciones opuestas, ambos llenos de policías blancos. Los intentos de Forbes para que se fueran no tuvieron éxito.
Horas después comenzó el tiroteo entre miembros armados del grupo de Evans y la policía.
El relato de la policía diciendo que Nueva Libia inició la pelea al disparar sobre los vehículos de vigilancia y un camión de remolque, fue presentado como verdad indiscutible por el periódico Plain Dealer. Evans y sus colaboradores fueron acusados de haber pedido un remolque para tender una emboscada a la policía.
Hechos que contradicen la versión oficial salieron luego a la luz por Luis Masotti y Jerome Corsi en su informe a la Comisión Nacional sobre Causas y Prevención de Violencia, que más tarde se convirtió en el libro “Tiroteo en Cleveland”.
“Nosotros fuimos objetos de una emboscada, no la policía”, dijo Evans a Masotti y Corsi. Según su versión, los Nacionalistas no dispararon a la policía hasta que la policía mató a Amer Iber Katir. Otros testigos coincidieron en que Katir fue la primera víctima mortal. Malik Ali Bey y Nondu Bey murieron más tarde en la pelea.
Después de la balacera, tres policías y un espectador que supuestamente los ayudaba también murieron y otros 15 — policías, nacionalistas y los atrapados en el fuego cruzado — resultaron heridos. El periodista independiente Roldo Bartimole que cubrió los acontecimientos, cita una cifra superior de muertos civiles, ocho o posiblemente diez, puesto que no se encontraron nunca a dos individuos.
Para las 11 p.m., Ahmed Evans se había rendido.
La policía se comportó despiadadamente con la comunidad. Los activistas Wilbur Grattan y Albert Forest fueron golpeados severamente cuando intentaban rescatar al malherido Lathan Donald, hermano de Nondu Bey, y les dijeron “Dejen que ese ……… muera aquí”. Dick Peery, en ese entonces reportero del periódico semanal afro-americano Call and Post, observó que las/os asistentes de la cercana taberna Lakeview fueron maltratados; los hombres fueron empujados a culatazos mientras que las mujeres tenían su ropa rasgada. Un hombre negro que manejaba por la zona fue sacado de su coche, golpeado e insultado, según Peery. Un camarógrafo blanco que cubría la situación fue golpeado malamente.
La estrategia del alcalde Stokes para evitar más pérdidas de vida sin embargo, fue un ejemplo único de control comunitario. El 24 de julio, después de discusiones con líderes negros, ordenó a todos los policías blancos y gente blanca no residente, además de a la Guardia Nacional que estaba en guardia, a salirse de la zona donde tuvo lugar el tiroteo.
Por una noche las calles fueron patrulladas por fuerzas de paz negras. La rebelión duró cinco días, con la expropiación generalizada y quema de negocios blancos, pero no hubo más víctimas.
“Las circunstancias que engendraron la violencia racial en Cleveland en el verano de 1968 no han cambiado significativamente desde entonces”, Masotti y Corsi concluyeron en su informe que fue publicado en mayo de 1969.
¿Cuán diferente son las cosas en 2014? “Créalo o no, es peor ahora” dijo Freeman, quien todavía vive en Glenville. “No hubo ningún asesinato de niños de 12 años como Tamir Rice. Ha tomado tres muertes — Michael Brown, Eric Garner y Tamir Rice — para llevar la ira del pueblo afroamericano y nuestros aliadas/os a las calles para decir ¡Basta! Si hace una diferencia o no dependerá de que continúe el movimiento”.
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