Isabel Rosado, un siglo de lucha independentista
Conocida simplemente como “Isabelita” o “doña Isabelita”, Isabel Rosado ha sido referente de la lucha por la independencia y soberanía puertorriqueña. Cuando el pasado 15 de enero sus restos fueron sembrados en su querida ciudad natal de Ceiba, muchas fueron las memorias compartidas por miles de puertorriqueñas/os tanto en las islas – Puerto Rico es un archipiélago (Isla Grande-[Puerto Rico], Vieques y Culebra, además de muchas isletas no habitadas), como en el exterior. Rafael Cancel Miranda, héroe nacionalista y ex prisionero político junto a Alicia Rodríguez, también ex prisionera política, despidieron el duelo.
Más de un siglo de ser testigo del proceso colonizador y de las luchas del pueblo puertorriqueño por su total emancipación, esa fue la vida de Isabel Rosado. Mujer extraordinaria que dejó de ser individuo para convertirse en pueblo, solidaria hasta sus días finales sobre todo con las luchas para liberar a las y los prisioneros políticos que luchaban contra el colonialismo.
Sus últimos reclamos fueron para exigir la libertad de Oscar López Rivera. Recordamos su imagen con fotos de este prisionero político, a quien el imperialismo aún retiene por más de 33 años simplemente por abogar por la independencia de Borikén.
Nacida en Ceiba, ciudad costera al noreste de la isla grande un 5 de noviembre de 1907, apenas nueve años después de la invasión gringa. Estudió, como muchas mujeres de esa época, magisterio en la Universidad de Puerto Rico, ejerciendo esta labor principalmente en escuelas rurales.
Isabelita, combatiente nacionalista
Fue la Masacre de Ponce el domingo de ramos, 21 de marzo de 1937 lo que impactó a Isabelita y la ató por siempre a la lucha nacionalista anticolonial. Este horrible incidente ocurrió al comenzar una marcha de las/os miembros del Partido Nacionalista para protestar por el encarcelamiento de su líder máximo, Don Pedro Albizu Campos. Bajo las órdenes del entonces gobernador gringo, Blanton Winship, un masivo destacamento policial arremetió contra las/os manifestantes, dejando al final 19 muertos, 14 de ellas/os nacionalistas y más de 200 heridos. La indignación que sintió Isabelita la hizo integrarse al Partido y se convirtió en una fiel colaboradora del Maestro (Albizu Campos).
Estuvo encarcelada en tres ocasiones, pasando más de 11 años en prisión. La primera fue en 1950, por violación a la Ley de la Mordaza o Ley 53, la primera legislación anti-sediciosa aprobada en Puerto Rico que finalmente se derogó en 1957. Esta ley estaba basada en la anticomunista Ley Smith estadounidense. Bajo esta ley se prohibía toda actividad independentista, incluyendo hasta la posesión y exposición de la bandera puertorriqueña. En esa ocasión Isabelita fue arrestada luego de la Insurrección de Jayuya, y gracias a la simpatía demostrada por su pueblo y sus estudiantes, su sentencia se redujo a quince meses en prisión, siendo destituida como trabajadora en el sector público.
El segundo encarcelamiento, en 1954, fue el más prolongado, a raíz del ataque armado al Congreso de Estados Unidos por la/os miembros del PN Lolita Lebrón, Irvin Flores Rodríguez, Rafael Cancel Miranda y Andrés Figueroa Cordero. Isabelita había ido a la ciudad de Nueva York con la misión de organizar tareas conducentes a la revolución de Puerto Rico, incluyendo ataques a posiciones claves en EUA. Días después, de regreso a la isla, la policía arremete disparando contra la sede del partido donde se encontraban además de Isabelita, Albizu, don Pepe Sotomayor, Doris Torresola Roura y Carmín Pérez. A doña Isabel y a Carmín Pérez las condenaron a 17 años de prisión por auto defenderse y por posesión de armas, pero por un recurso de Habeas Corpus lograron salir a los 11 años.
Durante ese largo encierro, Isabelita se destacó por ayudar y defender los derechos de las mujeres en la cárcel.
Vieques, su misión especial
Albizu le había dado a Isabelita la tarea de sacar a la marina de guerra estadounidense de la isla municipio de Vieques, tarea que marcó su activismo nacionalista.
Famosa es la foto que recorrió el mundo en 1979 cuando a sus 70 y pico de años, su menudo cuerpo se veía atrapado bajo el peso de una corpulenta mujer policía en las arenas de la isla municipio de Vieques quien la esposaba, cara en arena, por “invadir” los terrenos de la marina en un acto de desobediencia civil. Años después la Marina estadounidense salió de Vieques en el 2003.
Gracias a Isabelita, la figura del General Antonio Valero Pacheco de Bernabé es conocida. Este general puertorriqueño luchó por la liberación de varios países latinoamericanos y batalló junto a Simón Bolívar durante la guerra en Perú. Su estatua en Fajardo se debe a la incansable labor de Doña Isabel Rosado Morales.
Isabelita ¡PRESENTE!!!