Desafiando racistas, grupo da bienvenida a refugiadas/os
Cuando jóvenes activistas de Houston descubrieron que un grupo racista anti-inmigrante llamado Alto al Imán iba a estar de nuevo en un puente peatonal sobre una autopista de mucho tráfico, formaron el Comité de Bienvenida de Mujeres y Niñas/os.
Llegamos a las 6 am del día siguiente, una hora antes de que aparecieran ellas/os, y tomamos los mejores lugares para que el tráfico pudiera ver nuestras pancartas llenas de colorido para darle la bienvenida a cualquier menor de edad que llegara a Houston sin acompañamiento.
Dos racistas llegaron a las 7 am con una bandera negra de 20 pies de largo que decía solamente: DEPORTAR. Cuando fue informada la policía que los polos de la bandera estaban en violación de una ordenanza de la ciudad, el grupo pasó los siguientes 30 minutos desmantelando los polos. Helicópteros de la policía, del tráfico y de los medios de comunicación estaban sobrevolando.
Alrededor de las 8 am, llegaron más racistas y alzaron otra bandera con la consigna: “Los extranjeros ilegales están matando el futuro de América”.
Alrededor de las 9 am, oímos que racistas armados estaban en camino. Solo dos llegaron, portando armas grandes, pero era un poco intimidante porque al mismo tiempo, la gran cantidad de policías que habían estado allí durante horas parecía desaparecer. Irónicamente, uno de los hombres que llevaban armas llevaba una falda escocesa, por lo que era probable que él o su familia fueran inmigrantes de Escocia. Sin embargo, llevaba un cartel que decía “Aseguremos nuestra frontera”.
La mayor parte de la mañana sobrepasamos en número a las personas contra inmigrantes y recibimos mucha atención debido a nuestros carteles.
El día antes, los ayuntamientos de Galveston y League City, ambos al sur de Houston, habían aprobado resoluciones rehusando las directivas federales para procesar y alojar a inmigrantes indocumentadas/os.
La demografía de Texas está cambiando y el estado ahora tiene una mayoría de personas de color, latinas/os y afro-americanas/os que en conjunto constituyen más del 50 por ciento de la población del estado. Puede ser que estos racistas fanáticos estén respirando su último aliento, ya que no solo están desinformados, sino que están siendo superados en número.