Miles de protestas en todo el mundo desde el 21 de agosto –desde manifestaciones callejeras a declaraciones públicas y resoluciones– han rechazado el proyectado ataque estadounidense contra Siria.
Las grandes empresas noticieras como el New York Times han intentado minimizar o ignorar estas protestas. La semioficial TV5 de Francia, ha mostrado las protestas en otros países, principalmente de Estados Unidos, mientras ignoraba las de Francia. Esta estación evita exponer al Partido “Socialista” que actualmente administra el gobierno francés. El PS tiene una larga historia de apoyar al imperialismo francés.
El New York Times del 2 de septiembre mostró dos ejemplos del enfoque de ese periódico hacia estas protestas.
El artículo sobre las elecciones alemanas mencionó, “La Sra. Merkel declaró más claramente que antes, que Alemania no iba a desempeñar ninguna parte en cualquier respuesta militar al aparente ataque con armas químicas en las afueras de Damasco”. No había ninguna mención sobre las 140 protestas que han tenido lugar en Alemania desde el 21 de agosto contra tal respuesta militar.
El artículo del 1 de septiembre sobre la reunión de la Liga Árabe en el Cairo dice: “Fue un paso importante hacia el apoyo a los ataques militares occidentales pero sin el respaldo explícito que Estados Unidos y algunos aliados del Golfo Pérsico habían esperado”.
El artículo informa que Marruecos, una monarquía del Norte de África, está de acuerdo con la convocatoria para apoyar “la acción necesaria para detener el derramamiento de sangre”, en las palabras del Ministro del Exterior de Arabia Saudita. El mismo artículo omite al ministro de asuntos exteriores argelino Mourad Medelci quien reafirmó la oposición de Argelia a las operaciones militares contra Siria. (Servicio de Prensa Argelina, 1 de septiembre)
Othman Jérandi, ministro de asuntos exteriores de Tunisia subrayó su oposición a “cualquier intervención militar extranjera en Siria”.
Al informar que dos terceras partes del pueblo británico se opone a la participación de Bretaña en el ataque, la BBC admitió que eso influyó en la derrota parlamentaria del intento del primer ministro David Cameron a comprometer a Bretaña.
La BBC descartó el papel de la Coalición Alto a la Guerra en la movilización del descontento popular y la organización de manifestaciones de miles de personas en Londres. Los medios de comunicación estadounidenses también minimizaron estas protestas.
En Francia, hubo manifestaciones en París, Marsella, Nîmes, Aviñón, Toulouse y Annency el 28 y 29 de agosto. Aunque no eran masivas — cerca de 800 en París – estaban militantemente contra la guerra. El principal partido de centro-derecha en Francia, la Unión por un Movimiento Popular, ha pedido una votación en el Parlamento, notando que las encuestas muestran que dos terceras partes de la población se oponen a la acción militar.
La prensa francesa corporativa apenas menciona la oposición izquierdista a la acción militar. Pero en el sitio web de solidaridad del Partido Comunista de Francia se puede encontrar un llamado del Partido de la Izquierda por una votación para detener la participación francesa en la agresión.
En Turquía, que comparte una frontera con Siria, los medios de comunicación apenas han informado sobre las importantes protestas. Los medios corporativos presentan a Turquía como un aliado estable de los Estados Unidos que supuestamente está tan preocupado por un ataque de Siria que solicitó un sistema de defensa antimisiles Patriot en la frontera sureña con ese país.
Pero el Partido de los Trabajadores Turcos organizó protestas importantes en Izmir, frente a la sede de la OTAN; en Ankara, la capital de Turquía frente al Ministerio de Relaciones Exteriores; y en Adana, justo fuera de la base de la fuerza aérea estadounidense de Incirlik. Una coalición de organizaciones no gubernamentales y grupos de paz llamó a una gran protesta en la Plaza de Ghezi en Estambul el 1 de septiembre. (Turkish Weekly)
El sitio de la red de noticias RT tiene una presentación de diapositivas mostrando algunas de las protestas alrededor del mundo — incluyendo en Grecia, en la ciudad palestina de Nablus en Cisjordania, y en Ucrania — y plantea la cuestión de lo que quieren hacer las personas progresistas del mundo. El poder de los pueblos que actúan juntos en todo el mundo podría derrotar esta maquinación imperialista de los Estados Unidos y sus pocos aliados.
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