El trabajo, el racismo y organizando en el sur de los EE.UU.
A continuación se presentan extractos editados de un artículo publicado el 25 de agosto por Saladin Muhammad, miembro de la Campaña Internacional del Sur pro Justicia Obrera, titulado¡” El movimiento sindical estadounidense debe luchar contra el racismo y la supremacía blanca para reconstruir su fuerza”!
Mientras la crisis económica estadounidense y mundial se intensifica, también se intensifica el echar toda la culpa a los sectores más oprimidos de la clase trabajadora.
El uso del perfil racial es una forma educada de decir que los/as negros/as y las personas de color de la clase trabajadora están siendo el blanco de la represión estatal y vigilante. Es importante que reconozcamos este objetivo como una parte importante de la estrategia capitalista para dividir a la clase trabajadora y volver a crear antagonismos importantes y de largo plazo para prolongar la vida del sistema capitalista.
Crisis capitalista equivale a una guerra contra la América negra
El asesinato del joven Trayvon Martin en Sanford, Florida, por un vigilante blanco racista y el papel del Departamento de la Policía de Sanford y de los gobiernos locales y estatales – y el uso de la ley “Stand Your Ground” al tratar de proteger al asesino y justificar su acto de racismo – han provocado un creciente movimiento de resistencia.
El Movimiento Malcolm X Grassroots informa que “Cada 36 horas a partir del 1 de enero de 2012, hasta el 09 de julio de 2012, una persona de raza negra ha sido asesinada por la policía en el interior de los EE.UU”. Las voces y las acciones del movimiento sindical estadounidense deben ser escuchadas desafiando esta guerra en la América negra, que es en gran medida una guerra contra la clase trabajadora negra. Esta guerra está destruyendo comunidades, instituciones y vidas.
Además de promover el miedo entre los/as blancos/as, lo que a menudo no se declara o es minimizado por el perfil racial es que se trata de promover la supremacía blanca – un sentido de privilegio blanco y de chauvinismo nacional que se ha estructurado en la cultura económica, social y política de la democracia de los EE.UU. – para alinear la clase obrera blanca con las élites capitalistas y el sistema.
El perfil racial es parte de la estrategia neoliberal del capitalismo para forzar la disminución de los salarios, la eliminación de las pensiones y causar desplazamiento económico y social, lo que ha creado un desempleo masivo, desamparo, y la expulsión de millones de personas de sus hogares por el aburguesamiento de sus comunidades, siendo las víctimas principalmente personas negras y trabajadores/as de color.
El perfil racial convierte a la persona desplazada en mercancía para el complejo prisión-industrial. Hay más de 2 millones de personas, principalmente negras y de la clase trabajadora de color, presas en el sistema penitenciario de EE.UU. Ellas son una parte súper-explotada de la clase obrera estadounidense.
Sin un análisis de clase y de raza de los ataques contra la clase obrera, el movimiento sindical ve a estos ataques de forma estrecha y economista, lo que le impide ser visto como una organización que busca unir y fortalecer a la amplitud de la clase obrera.
Movimiento sindical debe organizar el sur
Los ataques contra los sindicatos son parte de la estrategia de la empresa para desmantelar las organizaciones que proporcionan un marco organizado y democrático para unir y empoderar a la clase trabajadora multinacional y multirracial para resistir estos ataques. El capital reconoce que los sindicatos, para poder sobrevivir y crecer, deben llegar a ser parte del movimiento social más amplio que está desafiando los ataques corporativos en toda la sociedad e internacionalmente.
También hay algo verdaderamente mal cuando el movimiento sindical nacional de los EE.UU. no puede hacer un esfuerzo concertado para organizar a los/as trabajadores/as en el sur, especialmente cuando la economía de EE.UU. ha pasado la mayor parte de su producción a esta región. El sur es también la ubicación de una mayor concentración de las inversiones directas extranjeras.
Por lo tanto, el sur como región ha sido víctima de una forma de racismo y chauvinismo nacional que se ha expresado y alineado con la política exterior de Estados Unidos en contra de otros pueblos oprimidos de color en todo el mundo.
Si el movimiento sindical estadounidense ha de reconstruir su fortaleza durante este período de crisis económica, debe emprender la lucha contra el racismo y la supremacía blanca y el chauvinismo nacional, no como un debate abstracto, sino como parte de su agenda social, política y organizativa.
Los/as trabajadores/as negros/as están tomando la iniciativa para tratar de construir un movimiento para organizar el sur. Los dos partidos políticos dominantes están celebrando sus convenciones nacionales en estados del sur, porque entienden no sólo su papel fundamental en las elecciones presidenciales, sino también en la economía estadounidense y mundial.
Apoyemos a la Asamblea de Trabajadores/as del Sur como un paso hacia la creación de una Alianza Sindical del Sur y un movimiento social de masas para organizar el sur.