Mexico: Protestas continentales para apoyar la resistencia de los/as trabajadores/as
Cheryl LaBash entrevistó a Benjamin Prado de la Unión del Barrio para el periódico Workers World/Mundo Obrero. Unión del Barrio es miembro del Grupo Coordinador del ESNA (Encuentro Sindical Nuestra América), que celebró su quinta reunión continental en la ciudad de México del 21 al 23 de mayo.
En el 2009, el gobierno mexicano utilizó a 27.000 agentes federales armados para apoderarse de Luz y Fuerza, el proveedor de energía para la ciudad y el centro de México, quitando a más de 40.000 miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas sus puestos de trabajo. El ataque contra este militante sindicato independiente es parte de una ofensiva capitalista más amplia contra los/as trabajadores/as mexicanos/as — incluyendo los mineros en Cananea, los/as trabajadores/as de las aerolíneas y los/as maestros — que se ha intensificado con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Representantes del SME han explicado su lucha a lo largo de los Estados Unidos y han traído quejas formales bajo las regulaciones del TLCAN. El Sindicato ha organizado movilizaciones masivas y ocupaciones en el Zócalo, la plaza central de la Ciudad de México. La unidad a través de las fronteras es esencial para forzar un retroceso de la guerra globalizada del capitalismo contra los/as trabajadores/as.
MO: ¿Qué tienen planeado para el 26 de junio?
Prado: El 26 de junio, trabajadores/as por todo el continente se reunirán frente a las embajadas y los consulados mexicanos para demostrar su solidaridad con la clase trabajadora mexicana y sus sindicatos y protestar la política terrorista de represión estatal contra los/as trabajadores/as y sus organizaciones. Estas manifestaciones también exigirán el fin de las disputas laborales que involucran al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Mineros, el Bloque Democrático de la Coordinadora Nacional de Trabajadores en la Educación, y los/as trabajadores/as de Mexicana de Aviación.
Este llamado también pide la liberación de 12 presos políticos, todos miembros del SME que han sido detenidos por luchar por su derecho a mantener sus puestos de trabajo sindicales.
MO: ¿Por qué es importante?
Prado: El llamado del 26 de junio es una expresión de solidaridad entre la clase obrera con consciencia de clase de Nuestra América, destinada a levantarse unida con acciones concretas que se oponen a la política neoliberal que la oligarquía internacional financiera está tratando de imponer sobre el pueblo trabajador por todas las partes del mundo. Esta expresión de solidaridad con la clase trabajadora mexicana tiene la intención de enviar el mensaje de que un ataque contra un sector de la clase trabajadora es un ataque contra todos/as los/as trabajadores/as del mundo.
Esta acción provee la oportunidad para que todos/as los/as trabajadores/as — más allá de las fronteras nacionales — estén unidos/as contra esta agresión generalizada sobre el derecho al trabajo.
Además, la importancia de esta acción antes de la elección del 1º de julio es testimonio de la necesidad de un cambio político fundamental en México. Es una manifestación de apoyo a los/as trabajadores/as mexicanos/as que exigen poner fin a los partidos políticos fascistas del PAN-PRI que han impuesto la política de libre comercio — ejemplificado por el TLCAN que ha condenado a millones de trabajadores/as al desempleo, subempleo o al trabajo informal sin ninguna protección económica y social.
MO: ¿Dónde se originó?
Prado: La propuesta de una jornada continental de acción fue presentada a los/as delegados/as de la Quinta Conferencia del ESNA que se celebró en la Ciudad de México del 21 al 23 de mayo. En esta reunión más de 400 delegados/as mexicanos/as y otros/as 200 delegados/as que representaban más de 20 países, se reunieron para debatir y discutir el impacto del capitalismo sobre los/as trabajadores/as de la región. Su objetivo era encontrar la unidad en el pensamiento y en la acción en respuesta a la ofensiva capitalista que intenta despojar hasta el último derecho de los/as trabajadores/as y promover la acumulación de riqueza en manos de un pequeño número de empresas transnacionales e individuos. n