El Pentágono tiene a Honduras en la mira

Por Michael Kramer

Una delegación de activistas pro derechos humanos de Estados Unidos, organizada por la Acción de los Derechos y la Alianza para la Justicia Global, visitó recientemente el sitio de la masacre del 11 de mayo de indígenas Misquito en Honduras.

Cuatro personas murieron y otras fueron gravemente heridas mientras viajaban en canoas por el Río Patuca. El río es la única forma de transporte en un área donde no hay carreteras. Las víctimas — que no tenía nada que ver con el narcotráfico — fueron asesinadas por disparos de helicópteros durante una operación conjunta de interdicción de drogas entre EE.UU. y Honduras que fue planificada usando tácticas de contrainsurgencia de Irak y Afganistán.

En una conferencia de prensa del Departamento de Estado de EE.UU. el 17 de mayo, la administración Obama admitió que los miembros de una unidad del Equipo de Apoyo y Asesoramiento Desplegados en el Exterior (FAST por las siglas en inglés) de la Agencia Anti Drogas (DEA) de Estados Unidos estaban a bordo de los helicópteros, propiedad del Departamento de Estado, y que estaban piloteados por oficiales militares guatemaltecos y “pilotos contratados”.

La administración negó que la unidad FAST disparara. Sin embargo, no importa quién disparara, es inconcebible que el escuadrón de sicarios FAST no tuviera el mando y el control final de esta operación.

El 22 y 23 de mayo, la delegación de derechos humanos visitó la comunidad remota de Ahuas en la región Misquita de Honduras ubicada en la costa caribeña. En un comunicado de prensa, la delegación informó que “presenció una atmósfera de terror engendrada entre pobreza extrema, en una zona donde los/as indígenas ahora están perdiendo el control de los recursos naturales”. (27 de mayo)

Agrega el comunicado de prensa, “tras la masacre, al menos un helicóptero aterrizó y al menos 10 hablantes de inglés altos, de piel clara y con limitado conocimiento del español, vistiendo uniformes de tipo militar, salieron de los helicópteros. … Ellos apuntaban sus pistolas, amenazando con matar, y esposaron a los/as residentes del pueblo que habían acudido para ayudar a los heridos”.

Ampliación del papel del Pentágono en Honduras

Esta atrocidad destaca el creciente papel del Pentágono en Honduras. Equipos FAST, acuartelados en la Base de Marines en Quantico, Virginia y en Kabul, Afganistán, son un brazo paramilitar del Pentágono. Son capaces de moverse con un perfil bajo dentro y fuera de países como Honduras.

Los miembros de las unidades FAST son principalmente veteranos militares de EE.UU. con experiencia en Operaciones Especiales. El hecho de que FAST aparezca en un organigrama del Departamento de Justicia de EE.UU. no significa nada, es un brazo semi-clandestino del Pentágono.

La principal base militar estadounidense en Honduras está ubicada en la Base Aérea de Soto Cano, a 60 kilómetros de Tegucigalpa, la ciudad capital. El 1er Batallón del Ejército de Estados Unidos, el Regimiento 228o de Aviación, que vuela helicópteros Blackhawk y Chinook, está estacionado allí. Mientras tanto, el Escuadrón 612o de la Base Aérea de la Fuerza Aérea estadounidense, mantiene una pista para aviones C-5A Galaxy, lista para todas las condiciones meteorológicas, día y noche, para posibles despliegues a gran escala de tropas de infantería. Recientemente se han construido una serie de bases más pequeñas en La Venta, Guanaja, Barra de Caratasca y Puerto Castilla para el uso de la DEA/FAST.

A medida en que el movimiento de liberación en Honduras se fortalece, gana experiencia y apoyo interno y solidaridad internacional, la oligarquía respaldada por EE.UU., y su títere el presidente de Honduras Porfirio Lobo, están en estado de pánico. ¡La reacción de Lobo a los asesinatos en el Río Patuca fue pedir más apoyo a la DEA/FAST!

La guerra contra las drogas es una guerra falsa con muchas personas inocentes atrapadas en el medio. Los bancos, que cada año lavan miles de millones de dólares en ganancias de las drogas — casi nunca son objeto de acusación. En Honduras, el blanco real del Pentágono es el movimiento de liberación, cuya fuerza principal es el Frente Nacional de Resistencia Popular que lucha por una nueva Honduras basada en la justicia para todo el pueblo oprimido y trabajador, y estar libre del control imperialista. ¡Tropas estadounidenses y DEA/FAST, fuera de Honduras!

Kramer, un miembro de Veteranos por la Paz, ha viajado a Honduras en delegaciones de solidaridad organizadas por el Centro de Acción Internacional.