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Negociaciones presupuestarias dirigidas contra el Seguro Social y Medicare

Wall Street y los ricos logran lo que quieren

Hasta los más furiosos recortadores de presupuesto en Wall Street están presionando por un aumento en el tope de la deuda. Los banqueros y los patronos estaban contentos de ver a la extrema derecha republicana jugar con el incumplimiento con el fin de obtener reducciones en el Seguro Social, el Medicare y el Medicaid. Ya han logrado que el Presidente Barack Obama ponga los recortes al Seguro Social y otras prestaciones en la mesa de negociaciones.

Pero al aproximarse el 2 de agosto, fecha en que se cumplirá la mora, los banqueros y financieros quieren que el juego cese. Ellos quieren que la capacidad de endeudamiento del gobierno capitalista se expanda más allá de los $14,3 billones de dólares (trillones en USA) actuales.

¿Por qué? Porque en primer lugar, el Tesoro tiene que pedir prestado $500 mil millones el 2 de agosto para refinanciar deudas a los tenedores de bonos. Dos días más tarde, $87 mil millones en bonos del Tesoro tienen que ser pagados. (Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, CNBC Squawk Box, 18 de julio) Ese es el pan de cada día de los tiburones prestamistas multimillonarios de Wall Street. Ellos se enriquecen cada vez más por el cobro de los intereses sobre la deuda pública.

La mora pondría en peligro los pagos a los mercaderes de la muerte en el complejo militar-industrial que reciben cientos de miles de millones de dólares para suministrar a las guerras en Afganistán, Pakistán y Libia, así como la ocupación de Irak. Ellos también suministran a los regímenes reaccionarios por todo el mundo, desde el gobierno de criminales paramilitares en Colombia y la monarquía feudal de Arabia Saudita, hasta el gobierno títere de Corea del Sur.

En segundo lugar, el incumplimiento daría lugar a desembolsos por los bancos, compañías de seguros y financieros tras bastidores, quienes se verían obligados a pagar grandes sumas de dinero, ya que aseguraron los bonos del gobierno en caso de que no se pagaran. Esto podría precipitar una gran crisis financiera. Nadie sabe lo que ocurriría en los mercados financieros globales.

En tercer lugar, los banqueros temen una revuelta social de la población si millones de cheques del gobierno para el Seguro Social, Medicare, Medicaid, por incapacidad, seguro por desempleo, cupones de alimento, Asistencia Temporal para Familias Necesitadas, para el programa de nutrición de Mujeres, Infantes y Niños y otros programas, no se pagan a tiempo.

Por lo que han enviado mensajes al líder republicano del Senado Mitch McConnell y al presidente republicano de la Cámara John Boehner, así como al Presidente Obama y a los líderes del Partido Demócrata, para que encuentren una forma de salir del estancamiento. McConnell ha ofrecido una forma complicada que en última instancia, permitiría a Obama tomar prestado $2,5 billones más. McConnell está negociando los términos con el líder demócrata del Senado, Harry Reid.

El resultado está por verse. Pero los/as trabajadores/as deben recordar el poder que ejerce Wall Street, cuando los/as republicanos derechistas votaron en contra del plan de rescate bancario de $700 mil millones en 2008. Los/as legisladores fueron forzados/as a cambiar su voto el día siguiente de forma humillante. Wall Street normalmente se sale con la suya.

El capitalismo no puede librarse de esta crisis

Pase lo que pase en la lucha por el límite de la deuda, nada puede borrar el hecho subyacente de que EE.UU. y Europa, los principales centros del capitalismo mundial junto a Japón, no pueden librarse de una deuda creciente e insostenible. Una deuda insostenible es precursora de crisis financiera, bancarrota y mora.

La crisis del techo de la deuda y la crisis de deuda europea surgen de la crisis general del capitalismo mundial. Los líderes europeos se reunirían el 21 de julio para hablar una vez más sobre la crisis griega. Los banqueros europeos forzaron al gobierno griego a pasar medidas de austeridad que atacan a la clase obrera griega con la promesa de un rescate de $150 mil millones de dólares. Sin embargo, los banqueros no pueden ponerse de acuerdo sobre el rescate. Han estado lidiando con este problema desde febrero de 2010.

Se supone que iban a reunirse para discutir sobre el rescate de Grecia. Pero ahora las economías de España e Italia están cayendo más profundamente en crisis económica y financiera. Italia y España son la tercera y cuarta economías mayores de la zona euro. Juntas representan el 28 por ciento de la economía de la zona. Si agregamos a Portugal y Grecia, una tercera parte de la economía europea está ahora en un estado de crisis financiera.

¿Qué es lo que esto muestra? Durante la crisis económica y financiera del 2007 al 2009, el gobierno de Estados Unidos, a través de su Tesoro y Reserva Federal, además de los bancos europeos, entregó más de 14 billones de dólares a los bancos y a las empresas. Eso fue antes del rescate griego y antes de que Ben Bernanke, jefe de la Reserva Federal de Estados Unidos, comprara $600 mil millones de dólares en bonos del Tesoro para apuntalar la economía de Estados Unidos.

Aún así, el sistema no puede librarse de la crisis.

La sobreproducción y la deuda

Debajo de las crisis de la deuda está la crisis de sobreproducción capitalista. Los gobiernos capitalistas están en la ruina porque sus ingresos han caído durante la crisis. Y la crisis ha sido causada por el hecho de que la producción capitalista ha crecido tanto que ha sobrepasado la capacidad de las masas de comprar lo que se produce. Por lo que las fábricas, centros comerciales, tiendas y oficinas se cierran. Los/as trabajadores/as son despedidos/as o pierden sus puestos de trabajo permanentemente. Esta “solución” capitalista sólo aumenta la crisis.

Los gobiernos capitalistas han gastado billones de dinero del pueblo para mantener a flote la clase capitalista. Y los patronos han agarrado cada moneda posible que han recibido del gobierno. Además, han reducido los salarios, acelerado el ritmo del trabajo, instalado equipos de alta tecnología para eliminar puestos de trabajo y han contratado el trabajo a países con salarios bajos.

Pero los patronos no han creado puestos de trabajo con todo el dinero que han recibido del gobierno. Y no van a crear puestos de trabajo.

No han invertido en crear puestos de trabajo porque saben que los/as trabajadores/as están sobreviviendo apenas o están arruinados/as, por lo que no pueden comprar los productos que se crearían por un aumento en la producción. Los capitalistas están destruyendo su propio mercado.

De hecho, según el periodista sobre economía David Leonhardt, la industria automotriz en Estados Unidos está tratando de vender ahora 28 por ciento menos coches de lo que vendieron hace 10 años, cuando había una recesión. Además, aunque la población ha aumentado desde entonces, las ventas de hornos y estufas también están disminuyendo y las ventas de casas han descendido a su punto más bajo desde que comenzó la crisis. (New York Times, 16 de julio)

Los servicios, incluyendo las comidas en restaurantes, entretenimiento, educación e incluso los seguros, disminuyeron un 7 por ciento, más del doble de cualquier caída anterior. Las ventas al por menor han bajado. Una vez más, los economistas burgueses están reduciendo sus proyecciones de crecimiento económico.

En todo esto, los capitalistas no financieros en los Estados Unidos están sentados sobre 2 billones de dólares en efectivo, una cantidad récord. Las 1.000 empresas no financieras más grandes del mundo están sentadas sobre 3,4 billones de dólares.

¿Qué están haciendo con este dinero en efectivo?

Según los reportes federales del Flujo de Fondos, están usando la mayor parte para especular en moneda extranjera. (Josh Dwyer, sitio de Internet Common Dreams, 18 de julio) Pero los patronos dicen que necesitan exenciones de impuestos para poder crear empleos. La verdad es que no crearán empleos. Éste es el sistema de ganancias. Los empleos solamente serán creados por las empresas privadas si los productos y los servicios pueden ser vendidos obteniendo ganancias. Los patronos no solamente no están creando empleos, sino que están llenando sus cuentas bancarias.

Otro uso de sus ganancias es para darse sueldos más altos. En el 2010, los jefes ejecutivos de las 500 compañías del S&P se pagaron un promedio de $11,4 millones cada uno — un aumento del 23 por ciento sobre el año previo. Mientras tanto, los sueldos de los/as trabajadores/as están decayendo. El desempleo está aumentando. El hambre y el desamparo están aumentando.

Las clases capitalistas en Europa y en los EE.UU. están en un callejón sin salida. El sistema no puede seguir adelante. La crisis de los/as capitalistas se hace la crisis de los/as trabajadores/as. Es nuestra crisis porque el sistema de los patronos ya no funciona. Está empezando a arrastrar a toda la sociedad hacia un abismo.

Ellos quieren que los/as trabajadores/as paguen sus deudas. Si no hay un incumplimiento de pago, es el dinero nuestro de los impuestos el que será usado para pagar esos $500 mil millones a los tenedores de bonos el 2 de agosto y esos $87 mil millones el 4 de agosto.

Ese es el dinero que podría y debería ser usado para crear un programa masivo de empleos para poner a trabajar a los/as millones de desempleados/as.

Medio millón de trabajadores/as del gobierno ha perdido su trabajo en los últimos dos años. Y mientras desaparece la asistencia federal a los estados, más trabajadores/as públicos/as van a enfrentar despidos o reducciones de empleo, o ambos. La extensión del seguro por desempleo está proyectada para agotarse este año. Más y más trabajadores/as han alcanzado su límite de 99 semanas y no tienen ningún otro recurso para sobrevivir.

Frente a todas estas penurias de la clase trabajadora, la Casa Blanca, el Congreso y todos los expertos económicos están discutiendo cuántos billones de dólares deben ser recortados de los servicios sociales y los programas de ayuda social en la próxima década — recortes que solamente resultarán en menos gasto de consumo y menos empleos.

Pero nuestra clase, la clase trabajadora, no debe ser la responsable por las deudas a millonarios y multimillonarios que se benefician de los rescates del gobierno y viven exprimiendo ganancias de los/as trabajadores/as a través de la explotación capitalista. El dinero fue prestado en primer lugar para pagar por sus guerras, para exenciones de impuestos para las compañías de petróleo y otras corporaciones gigantes, y para pagar intereses a los banqueros por préstamos previos.

El dinero de los impuestos de los/as trabajadores/as fue derrochado en los/as ricos en vez de ser usado para necesidades socialmente útiles como proveer cuidado de salud y educación gratis y de calidad para todos/as, buenos empleos con todos los beneficios de jubilación, viviendas a bajo costo, parques, zonas de juego infantil, bibliotecas, centros comunitarios, clínicas, etc.

La clase trabajadora debe separarse de la discusión de la clase dominante sobre cuánto cortar de nuestras vidas. Tenemos que ver cómo impedir que esta crisis caiga sobre nuestros hombros y cómo devolvérsela a los/as capitalistas quienes la causaron en primer lugar.


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