Alto a la guerra de EE.UU. contra Libia
Por el Centro de Acción Internacional
(www.iacenter.org)
El 17 de marzo del 2011, Washington mostró sus verdaderas intenciones,
forzando una resolución en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
que equivale a una declaración de guerra al gobierno y al pueblo de
Libia.
Un ataque de EE.UU. es lo peor que le puede pasar al pueblo de Libia.
También pone las revoluciones árabes en desarrollo que han inspirado
a los pueblos del norte de África y Asia Occidental, en un grave
peligro.
La resolución va más allá de una zona de exclusión
aérea. Incluye lenguaje diciendo que los estados miembros de la ONU
podrían “tomar todas las medidas necesarias” ... “Para
poner fin a los ataques por aire, tierra y mar bajo el control del régimen
de Gadafi.” (CNN.com, 17 de marzo)
La nueva resolución no sólo pide ataques contra aviones y contra la
defensa antiaérea libias, sino que también autoriza el
ametrallamiento y bombardeo de las fuerzas terrestres. Los gobiernos de EE.UU.
y de Francia anunciaron de inmediato que ya estaban dispuestos. Gran
Bretaña e Italia están ayudando. En esencia, las antiguas potencias
coloniales han comenzado un ataque armado contra el gobierno de Libia y su
pueblo, respaldando un lado de una guerra civil.
No importa cómo se sienta sobre Libia y el papel del gobierno de Gadafi
hoy e independientemente de cómo se evalúe la oposición de
Libia, una guerra liderada por Estados Unidos o una intervención en Libia,
es un desastre para el pueblo libio y para la paz y el progreso de todo el
mundo.
Los EE.UU. y sus aliados están repitiendo una y otra vez la mentira de que
están tratando de “prevenir los ataques contra civiles” y que
están actuando por motivos humanitarios. Pero que nadie se deje
engañar. Piensen cómo estos “humanitarios” reaccionan a
los acontecimientos en Bahréin.
La Quinta Flota estadounidense tiene su base en Bahréin, que es una
monarquía absoluta. Sus habitantes valientemente han estado tratando de
cambiar su gobierno desde hace semanas. Tuvieron algo de éxito
inicialmente. El rey respondió con una represión mortal y más
tarde sugirió que se harían reformas.
El 14 de marzo, sin embargo, al día siguiente de que el secretario de
Defensa Gates visitara Bahréin, supuestamente para instar
“moderación”, el gobierno de Bahréin inició una
brutal represión, respaldada por tropas de Arabia Saudita.
Helicópteros, gases lacrimógenos, balas de goma y munición real
se utilizaron, matando e hiriendo a muchas personas. Casi todas las fuerzas de
seguridad de Bahréin son mercenarios extranjeros.
A diferencia de los rebeldes de Libia, el pueblo de Bahréin está
absolutamente desarmado. Pero no se ha hablado de una zona de exclusión
aérea sobre Bahréin — mucho menos sobre ataques contra los
asesinos ejércitos de Bahréin y Arabia Saudita.
Esto es porque la motivación real para EE.UU. y sus aliados, tanto en
Bahréin como en Libia, y de hecho en toda la región, es
¡controlar el PETRÓLEO! Es el principal interés estratégico
de Washington y el interés financiero más importante de las grandes
corporaciones de EE.UU.
Esto es cierto, a pesar de que EE.UU. no depende directamente de las
importaciones de petróleo de Libia. El petróleo es una mercancía
mundial, y cualquier país que importa petróleo debe lidiar con un
mercado mundial, no importa de qué país o países importen el
crudo.
De más importancia aún para los EE.UU. y los europeos es quién
controla el flujo del petróleo. Una presencia militar o un títere
confiable en Libia daría a Washington — y en menor medida a los
imperialistas europeos — el control del flujo del petróleo hacia
Europa y también establecería una presencia militar en el norte de
África desde donde pueden influir o prevenir el desarrollo de la
revoluciones, sobre todo en Egipto y Túnez.
No sólo una campaña de demonización contra el líder libio,
sino toda forma de fraude y propaganda se están utilizando para presionar
por esta intervención, incluyendo un supuesto “voto” por la
Liga Árabe apoyando la reciente resolución de las Naciones Unidas. No
se ha dicho que sólo 11 de los 22 miembros de la Liga asistieron a la
reunión que se celebró a puertas cerradas. Dos de los 11 miembros
presentes, Siria y Argelia, dejaron claro que se oponían por completo a la
intervención militar en Libia.
Mientras tanto, los medios corporativos han ignorado una resolución de la
Unión Africana que representa 53 países, rechazando
categóricamente una zona de exclusión aérea y cualquier
intervención.
Estados Unidos bloqueó todas las acciones de la ONU, incluso una
resolución débil durante el masivo bombardeo de Gaza por Israel en
2008-09 y también durante los bombardeos israelíes y el intento de
invasión del Líbano en 2006.
Es importante que las personas progresistas y amantes de la paz y en todo el
mundo desarrollen un enfoque coherente de lucha contra TODAS las intervenciones
de los EE.UU. Esta es la única manera de evitar ser sólo un eco del
Departamento de Estado de EE.UU. y el Pentágono.
¡Manos de EE.UU., Francia, Gran Bretaña, e Italia fuera de Libia!
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