La lucha continĂșa
Zelaya regresa a Honduras
Por Heather Cottin
Más de un millón de hondureños/as le dieron la bienvenida a
“Mel” Zelaya quien regresó a su tierra de donde fue
secuestrado durante un golpe de estado sancionado por Estados Unidos el 28 de
junio del 2009. Llegó al aeropuerto Toncontin de Tegucigalpa el 28 de
mayo.
El regreso de Manuel Zelaya Rosales, el presidente de Honduras
democráticamente electo, fue facilitado por el Acuerdo de Cartagena que
garantiza su seguridad y legitima el Frente Nacional de Resistencia Popular
(FNRP).
Zelaya ha vuelto a una Honduras muy diferente. El movimiento de resistencia no
existía hace dos años. Ahora es una fuerza organizada en cada
departamento y en cada ciudad. Honduras sigue siendo el país más
pobre de Centroamérica y su población sigue estando compuesta
predominantemente por el campesinado. Sin embargo, allí se ha desarrollado
uno de los movimientos de resistencia más sofisticados y audaces en las
Américas. Fue este movimiento el que trajo a casa a Zelaya.
Cientos de miles de partidarios/as de Zelaya se reunieron para escucharlo el 28
de mayo en la Plaza Isis Obed Murillo, como la ha nombrado la Resistencia.
Zelaya habló en el lugar donde los soldados asesinaron al joven de 19
años de edad, Isis Obed Murillo, en las primeras semanas del golpe de
estado fascista. Murillo es considerado el primer mártir del movimiento de
resistencia.
“Debemos rendir homenaje a aquellos que hemos perdido en esta lucha, a
los que ofrecieron sus vidas”, dijo Zelaya. (Noticias del Real News
Network, 3 de junio)
Desde el golpe de estado hace casi dos años, y durante el régimen del
presidente Porfirio Lobo Sosa, más de 200 hondureños/as han sido
asesinados/as. Más de 4.000 casos de violaciones a los derechos humanos se
han documentado entre junio del 2009 hasta finales del 2010, según la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. (Inter Press Service, 30 de
mayo)
Lobo llegó al poder mediante una elección ilegal y fraudulenta,
celebrada bajo los auspicios del gobierno de Roberto Micheletti y respaldada
por EE.UU. Micheletti había sido nombrado presidente de facto después
de que los golpistas secuestraron a Zelaya y lo enviaron al exilio. La
Organización de Estados Americanos expulsó a Honduras seis días
después del golpe de Estado.
¿Cómo y por qué regresó Zelaya?
El plan para repatriar a Zelaya fue en parte un intento de menoscabar la
Resistencia hondureña. Estados Unidos trataba de reintegrar a Honduras en
la OEA. Los esfuerzos diplomáticos entre el presidente de Colombia Juan
Manuel Santos, el presidente de Venezuela Hugo Chávez y Lobo resultaron en
el Acuerdo de Cartagena, el cual despejó el camino para el regreso de
Zelaya.
El 1 de junio, cuatro días después de que regresara Zelaya, Honduras
fue readmitida a la OEA, a pesar de que las fuerzas que diseñaron el golpe
de estado nunca fueron juzgadas o responsabilizadas por sus actos —
normalmente un requisito para la readmisión de un gobierno a la OEA. (IPS,
3 de junio) Ecuador señaló la impunidad de los golpistas cuando se
opuso a la reintegración de Honduras en la OEA, siendo este el único
país en hacerlo.
El Acuerdo de Cartagena, dijo Zelaya, “abre las puertas del ALBA [Alianza
Bolivariana para nuestra América] para Honduras”, en referencia a su
intento de unirse al ALBA que fue opuesto por Lobo y Micheletti.
Sin embargo, Zelaya dio legitimidad al gobierno de Lobo cuando dijo: “Si
el gobierno reconoce los derechos del pueblo, el presidente Lobo
reconocerá los derechos democráticos que han sido violados, y
entonces la comunidad internacional tiene la obligación de reconocer los
derechos del Presidente [Lobo] y su gobierno”. (Infolatam / Efe
Tegucigalpa, 28 de mayo)
De hecho, conforme al acuerdo de Cartagena, los asesinos, torturadores y
violadores de los regímenes de Micheletti y de Lobo gozarán de
inmunidad legal. Como dijo Lobo el 1 de junio, después de que Honduras
fuera readmitida a la OEA, “Hemos creado una Secretaría de derechos
humanos y justicia, y en este gobierno no vamos a perseguir a nadie. Vamos a
pasar la página y mirar hacia el futuro”. (Global Issues, 3 de
junio)
Los gobiernos de Lobo y de Estados Unidos pretenden apartar a la Resistencia de
la lucha revolucionaria, pero esto será difícil.
Bertha Oliva del Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos en
Honduras celebra el regreso de Zelaya, pero dijo “No vemos indicios de
cómo y cuándo los responsables de los crímenes contra la
humanidad cometidos durante y después del golpe de estado serán
castigados”. (IPS, 30 de mayo) Comentó además el 3 de junio,
“hay una sensación de que la OEA permitió el regreso de
Honduras sin tener en cuenta el estado de los derechos humanos, y esperamos que
esto no estimule la impunidad que rodea los delitos contra los derechos
humanos”. (IPS)
Más de 20 organizaciones de derechos humanos firmaron una declaración
oponiéndose a la readmisión de Honduras a la OEA. Los firmantes
incluyen grupos que representan a juristas, mujeres, miembros/as de las
comunidades indígenas y afrodescendientes, y de la comunidad LGBT.
(www.cejil.org)
El 27 de mayo el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas de Honduras (COPINH), la principal coalición de
indígenas del país, prometió “profundizar todos nuestros
esfuerzos para denunciar la dictadura criminal encabezada por Porfirio Lobo
Sosa. No olvidaremos. No perdonaremos, y no nos reconciliaremos”. (Europa
Press, 19 de mayo; Honduras Culture and Politics, 24 y 27 de mayo)
COPINH denunció la represión del régimen de Lobo — los
asesinatos de activistas y periodistas, las masacres de campesinos/as, las
desapariciones, los desalojos brutales, la militarización de las
comunidades indígenas y los proyectos de privatización “para el
beneficio de la oligarquía y del capital transnacional.” (Vos el
Soberano, 2 de junio)
El retorno de Zelaya es una gran victoria para el pueblo hondureño. Sin
embargo, la resistencia no se detendrá. El FNRP está organizando una
Constituyente Nacional, un plan para reestructurar la sociedad hondureña y
así poder redistribuir sus recursos nacionales. El pueblo necesita agua
potable, empleos, educación, viviendas decentes, salud y justicia y no
aceptará nada menos. Está organizado por todas partes y no van a
desaparecer.
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