COSATU: Condena la ocupaciĆ³n militar imperialista en Libia
Bongani Masuku, secretario de relaciones internacionales del Congreso
de Sindicatos Sudafricanos, (COSATU por sus siglas en inglés),
publicó la siguiente declaración de parte de la federación
sindical el 22 de marzo.
COSATU ha reiterado su posición en apoyo de las legítimas y
genuinas luchas de los pueblos y trabajadores/as del Oriente Medio y
África de Norte por la democracia, la dignidad humana y la justicia
social. Al hacerlo, sin embargo, intentamos ejercer cautela frente a la manera
en que los poderes del Oeste aseveran que están avanzando la lucha por la
democracia en esa región.
En su propia imaginación, la ocupación militar puede llevar la
democracia a las masas. ¿No es la misma doctrina que antes fracasó en
Irak, recientemente en Afganistán, y que inevitablemente está
destinada a fracasar en Libia? Ésta puede ser mejor descrita como
democracia de helicópteros, la cual deshabilita a las masas en cuyo nombre
se libra la lucha por la democracia y las convierte en espectadores mientras
que poderes extranjeros se atribuyen a ellos mismos el rol de libertadores.
Está muy claro que la resolución de la ONU encaja en un esquema bien
planeado el cual fue deliberadamente establecido por los poderes imperialistas
para asegurar la ocupación militar y la reconfiguración regional para
avanzar la dominación imperialista y la ortodoxia económica
neoliberal con el interés de sacar ganancias a todo costo para sus enormes
compañías de petróleo. También tuvo el propósito de
asegurar un “cambio de régimen” manipulado que intentó
imponer regímenes que mejor sirvan a sus intereses, como fue el caso con
[el antecedente presidente egipcio] Hosni Mubarak desde hace muchos
años.
La solidaridad internacional no significa la ocupación extranjera ni
socavar los derechos soberanos y la integridad territorial de ningún
país y pueblos, sino apoyar a las masas que están luchando por
derrocar a un opresor a través de su propia lucha.
El abuso del sistema de la ONU para avanzar los estrechos intereses
corporativos de los países del Oeste y sus grandes compañías
multinacionales que por demasiado tiempo han estado deseosos de asegurar para
ellos mismos las reservas enormes de petróleo e hidrocarburos en esta
parte del mundo, desacredita la reputación de la ONU en los ojos del
mundo. Son especialmente repugnantes las pautas de doble criterio del Consejo
de Seguridad de la ONU y de la Corte Penal Internacional.
El mundo todavía está esperando una acción en cuanto a las
acusaciones por crímenes de guerra contra Israel después de los
descubrimientos del Reporte de Goldstone, y no hemos visto nada, excepto la
obstrucción continua de los Estados Unidos, con apoyo total de la
Unión Europea, de cualquier resolución que intenta hacer responsable
a Israel.
A este respecto, creemos que la honestidad de la ONU al tratar de problemas
globales, está en duda. No hemos visto una determinación semejante al
tratar con déspotas en Yemen, Arabia Saudita y Bahréin, donde el
pueblo está siendo asesinado y encarcelado por manifestarse
pacíficamente, donde se han declarado estados de emergencia y fuerzas
extranjeras han sido llamadas para reforzar a los gobiernos contra las
actividades pacíficas en pro de la democracia. ¿Podría esto ser
explicado por el hecho de que las provisiones estadounidenses de petróleo
son garantizadas por la existencia de los déspotas que gobiernan estos
países, al igual que la presencia de bases militares estadounidenses en
esta parte del mundo?
Desde el Sahara Occidental a Palestina y Libia, la ocupación extranjera
militar y política está mal y debe ser combatida con toda la firmeza
necesaria. Dondequiera que suceda, amenaza y sustituye las luchas genuinas y el
rol del pueblo en decidir el futuro de sus países.
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