Movimiento dice ‘NO’ a la SB 1070 y a las ‘Comunidades Seguras’ de Washington
Por Teresa Gutiérrez
A pesar del continuo ataque contra los/as trabajadores/as inmigrantes, la
resistencia y la oposición siguen aumentando en los Estados Unidos, no
sólo contra el proyecto de ley 1070 del Senado de Arizona, sino
también contra toda la campaña conducente a penalizar y llevar a
los/as trabajadores/as nacidos/as fuera de este país a la
clandestinidad.
Sólo en el mes de julio, hubo no una, sino muchas acciones nacionales en
Washington, D.C. Organizadas por distintos sectores del movimiento,
incluían Arizona pero también se centraban en otras cuestiones de
inmigración. Estas acciones incluyeron desobediencia civil militante por
estudiantes indocumentados/as en apoyo a la ley DREAM, quienes con audacia
corriendo el riesgo de deportación, llevaron a cabo acciones directamente
en el centro del poder en este país.
Días nacionales de acción en solidaridad con el pueblo de Arizona y
en contra de la SB 1070 tuvieron lugar en ciudades por todo el país el 29
y 30 de julio.
El peligro existe, sin embargo, de que toda la atención esté centrada
en la SB 1070 y se haga caso omiso de otras medidas — quizás
más peligrosas, como las “Comunidades Seguras” del Presidente
Barack Obama. Y la SB 1070 no debe marginar la condena al plan sobre
inmigración del senador Charles Schumer.
A Washington claramente le ha faltado la voluntad política para satisfacer
las demandas del movimiento por los derechos de los/as inmigrantes. En vez de
conceder la merecida legalización y una legislación integral sobre
inmigración, la Casa Blanca y el Congreso deliberadamente entregaron la
política de inmigración a los estados. La política fragmentaria
de inmigración del Congreso allanó el camino para la SB 1070 de
Arizona.
La SB 1070 tiene lugar a raíz del “efecto embudo”, donde la
militarización de las 2.000 millas de la frontera sur de los Estados
Unidos por el Presidente Bill Clinton y sus sucesores, forzó a los/as
migrantes a cruzar a través no sólo de una de las áreas más
calientes del sudoeste, sino también una de las más conservadoras.
Las políticas de los EEUU obligaron a los/as migrantes a cruzar al
área del odiado alguacil, el racista y neofascista Joe Arpaio.
Sin embargo, mientras los ataques continúan en Arizona y en todo el
país, el movimiento enérgicamente demuestra la realidad del adagio
“la represión produce resistencia”. Este estado de
indignación y nivel organizativo bien podrían ser un buen augurio
para el Primero de Mayo de 2011.
No sólo en Arizona
Después del 2006 — y de las manifestaciones masivas que tuvieron
lugar en todo el país por los derechos de los/as inmigrantes — las
administraciones de Bush y Obama impusieron políticas sobre la
inmigración que iban en contra de las demandas del movimiento.
La política de inmigración fue dejada a los estados y a las
autoridades policiales locales a través de un programa federal llamado
287(g). Este programa reclutó a las autoridades locales como agentes
federales de inmigración, dándoles la libertad de perseguir a los/as
inmigrantes y a los/as trabajadores/as de color.
Un editorial del New York Times señala que “un nuevo informe del
inspector general ... pinta un retrato de las agencias de 287(g) como un grupo
disímil de diputados que no saben español, que no saben ni les
importan los peligros de los perfiles raciales y que operan fuera del control
de la agencia federal para la cual se supone que trabajen”. El informe
advierte que la 287(g) sienta las bases para violaciones de los derechos
civiles. (8 de abril)
Otra política aún más ominosa se está aplicando
calladamente en ciudades de todo el país.
En abril y julio, la revista CounterPunch publicó dos artículos
informativos: “Por qué el programa de Obama ‘Comunidades
Seguras’ puede ser más peligroso que el de Arizona” por
Stewart J. Lawrence y “No es sólo Arizona” por Bill
Quigley.
Los artículos relatan correctamente el peligro de lo que Lawrence describe
como “uno de los programas sobre inmigración más importantes y
secretos de la administración Obama”.
Lawrence escribe, “conocido eufemísticamente como ‘Comunidades
Seguras’, el programa se ve y suena inocuo y hasta beneficioso”.
Pero está muy lejos de eso.
Él documenta cómo el programa está dirigido hacia
“infractores de delitos menores, incluyendo a gente que puede ser
culpable de algo como ignorar una señal de alto o manejar con una luz
trasera rota”. Muchas de estas personas son inocentes.
“Pero”, escribe Lawrence, “ de todos modos están siendo
detenidos/as y procesados/as para ser deportados/as”.
El programa comenzó en Carolina del Norte y Texas en octubre de 2008.
Ahora, más de 450 jurisdicciones, por lo menos en 24 estados, están
trabajando con el Departamento de Seguridad de la Patria para implementar el
programa. Lawrence señala que es más de seis veces el número de
jurisdicciones que trabajan bajo la 287(g).
Lawrence advierte que el presidente Obama está tratando de acelerar la
votación para el programa de Comunidades Seguras. “Para el 2013, en
el marco del plan de Obama, todas las 3.100 cárceles de la nación en
los 50 estados estarán programadas para tener funcionando la base de datos
de Comunidades Seguras”.
Quigley ilustra la aplicación insidiosa y desgarradora del programa de
Comunidades Seguras con el caso de Florinda Lorenzo-Desimilian.
Escribe: “Lorenzo-Desimilian, una mujer casada de 26 años de edad,
madre de tres hijos ... fue detenida en su casa [en Maryland] por la
policía local por el delito menor de vender tarjetas telefónicas de
$2 en su apartamento sin tener licencia. ...
“La policía local le envió copias al FBI que a su vez
notificó [a la Agencia de Ejecución de Inmigración y Aduanas de
EEUU o ICE por las siglas en inglés] que ella se había quedado
después de que su visa de trabajo había expirado. A pesar de que sus
tres hijos son ciudadanos estadounidenses, el ICE la mantuvo en prisión
durante dos días y ahora está tratando de deportarla”.
Comunidades Seguras, él escribe, está “realmente coordinando
una red que recoge y deporta a decenas de miles de inmigrantes, como la Sra.
Lorenzo-Desimilian, que no son peligro para la seguridad de nadie”.
Quigley añade, “El ICE dice que este programa ‘contribuye a la
seguridad pública mediante el fortalecimiento de los esfuerzos para
identificar y suprimir a los extranjeros criminales más peligrosos de los
Estados Unidos’. Sin embargo, el ICE no está realmente
dirigiéndose a los delincuentes extranjeros condenados, a los extranjeros
peligrosos, o incluso a los extranjeros violentos. Está dirigido a
todos/as”.
Para obtener más información sobre Comunidades Seguras visite
www.uncoverthetruth.org.
Otros ejemplos de la desgarradora devastación de las vidas de los/as
inmigrantes son leyes como la de Fremont, Nebraska. En medio de campañas
con carteles que dicen: “Alto a la invasión”, el consejo
municipal aprobó una ley que prohíbe el alquiler de viviendas a
personas sin documentos.
La semana del 12 de julio un trabajador del gobierno del estado de Utah
publicó una lista con los nombres de cerca de 1.500 inmigrantes con su
estatus inmigratorio, dirección y fecha de nacimiento a los medios de
comunicación! Algunos de los nombres eran de mujeres que habían dado
a luz recientemente o estaban embarazadas. Esto equivale a un reinado de terror
al estilo nazi.
La guerra contra inmigrantes es una guerra contra todos/as los/as
trabajadores/as
Las políticas estatales sobre inmigración, la retórica y la
histeria derechista, combinadas con la política de la administración
de Obama, significan una guerra contra los/as inmigrantes.
El Washington Post reportó el 26 de julio que una cifra récord de
trabajadores/as indocumentados/as han sido o serán deportados/as. Dijo que
la administración de Obama espera deportar aproximadamente 400.000
trabajadores/as en este año fiscal — “casi 10 por ciento
más del número total en 2008 durante la administración de Bush y
25 por ciento más de los/as que fueron deportados/as en 2007”.
Una de las formas principales como han ocurrido estas deportaciones merece una
amplia campaña promulgada por cada sindicato de este país.
Escribe el Post: “La administración de Obama ha estado dejando de
usar redadas en los lugares y ahora se concentra en los empleadores. Solamente
765 trabajadores/as indocumentados/as han sido detenidos/as en sus lugares de
empleo este año fiscal, comparado con 5.100 en 2008, según las cifras
del Departamento de Seguridad de la Patria.
“En su lugar, los oficiales han aumentado la auditoría del
empleador, investigando la documentación de los/as trabajadores/as de
2.875 compañías sospechosas de emplear a trabajadores/as ilegales y
poniéndoles $6.4 millones en multas”.
Esta política, llamada “deportaciones de terciopelo” por
algunas personas y “redadas silenciosas” por otras, es una
respuesta a la crisis económica que está afectando al mundo. Si los
sindicatos no responden a estas deportaciones, las leyes de 287(g) y
Comunidades Seguras no solamente devastarán las comunidades inmigrantes,
sino que continuarán socavando las campañas sindicales y las
campañas para subir los sueldos. Además, agravará las tensiones
y el racismo en vez de promulgar solidaridad y unidad — las medidas
principales para ganar las demandas de los/as trabajadores/as.
Detener la 287(g) y Comunidades Seguras debe ser una de las demandas
principales de la Marcha por empleos en Washington del 2 de octubre que
está siendo organizada por sectores del movimiento sindical y la comunidad
negra. El movimiento para los derechos de los/as inmigrantes también debe
movilizarse para esta manifestación.
Conectándose al movimiento
contra la guerra
Una conferencia importante contra la guerra tuvo lugar en Albany, NY del 23 a
25 de julio. La lucha de inmigrantes jugó un papel significativo. El
construir estas alianzas es clave para construir el movimiento anti guerra
tanto como para avanzar la lucha de los derechos de inmigrantes.
La política de inmigración es claramente una cuestión
anti-guerra, como se puede ver por el uso de aviones sin pilotos teledirigidos
Predator B — los mismos aviones usados por la CIA en el Oriente Medio
— que ahora están patrullando la frontera estadounidense/mexicana.
La militarización de la frontera es un acto de guerra, no solamente contra
el pueblo al sur de la frontera sino contra toda persona con conciencia.
La conferencia en Albany votó por tener acciones contra la guerra en la
primavera el 9 de abril en vez de más tarde en abril porque de lo
contrario, hubiera presentado un problema el suceder más cercano al
Primero de Mayo. Esta solidaridad y coordinación por varios sectores del
movimiento es un tremendo ejemplo de la especie de unidad que se necesita
urgentemente para hacer frente a todos los ataques contra los/as
trabajadores/as y oprimidos/as del mundo.
Mientras las acciones del otoño y primavera van llenando el calendario,
quizás un crescendo en el movimiento va a llevar al punto culminante del
Primero de Mayo 2011 cuando todos los sectores — no solamente el
movimiento de inmigrantes, sino los sindicatos, el anti-guerra y otros —
marchen juntos en una magnífica muestra de unidad de clase.
En Nueva York, el grito será: ¿Dónde el Primero de Mayo?
¡En Union Square!
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