El proyecto de ley sobre salud:
¿Qué significa para los/as trabajadores/as?
Por Fred Goldstein
Decenas de millones de personas en este país tenían la esperanza de
ser liberadas de las garras de los despiadados especuladores que controlan el
sistema de salud y tenían la esperanza de un sistema de salud universal.
Pero lo opuesto ha ocurrido.
La llamada ley de reforma de salud, firmada por el Presidente Barack Obama el
23 de marzo, ha consolidado y legalizado la situación de las
compañías y quienes se benefician financieramente de la salud, como
la fuerza central en el sistema de atención de la salud — con una
supervisión y regulación mínima por parte del estado
capitalista.
Además, este proyecto de ley ha sido aprobado negociando los derechos
reproductivos de la mujer y los derechos de los/as inmigrantes
indocumentados/as y documentados/as. Su efecto es destruir la solidaridad
mientras se le da la espalda a millones, en su mayoría mujeres pobres y a
inmigrantes.
Una declaración de Terry O’Neill, presidenta de la Organización
Nacional de Mujeres, explicó que uno de los efectos del proyecto de ley es
hacer imposible el financiamiento público del aborto y el financiamiento
privado, casi imposible. Ella escribió que el proyecto de ley
“impone la extraña exigencia a los/as afiliados/as al plan de
seguros que compran su cobertura a través de los intercambios de seguro de
salud a que escriban dos cheques mensuales (uno para un proveedor de servicios
de aborto y otro para los otros servicios de salud). Incluso los empleadores
tendrán que escribir dos cheques separados para cada una de sus empleadas
que soliciten servicios de aborto”.
O’Neill también escribió que “el proyecto de ley impone
severas restricciones a la capacidad de los/as inmigrantes para acceder a la
atención de la salud, imponiéndoles un período de cinco
años de espera a los/as residentes legales antes de que sean elegibles
para recibir asistencia como Medicaid, y a los/as trabajadores indocumentados
prohibiéndoles incluso que utilicen su propio dinero para comprar un
seguro de salud a través de un intercambio. Estas disposiciones ...
están ahí por el grotesco sentimiento anti inmigrante, y deben ser
eliminadas”.
Quienes lucharon valientemente por algún tipo de atención médica
a nivel nacional de tipo universal fueron dejados de lado por la dirigencia del
Partido Demócrata y la administración de Obama. El sistema de pagador
único fue empujado fuera de la agenda y sustituido por la minúscula
disposición de una “opción pública”. Esto fue
más bien una concesión para cambiar el tema. La administración
de Obama había negociado desde el principio con la industria del cuidado
de salud y acordaron que no habría una opción pública.
De esta forma, la atención de la salud seguirá siendo vendida como
una mercancía en el mercado capitalista con fines de lucro, en vez de ser
el derecho que debía ser. Esto contrasta con la atención socializada
de la salud en Cuba, donde por ejemplo a pesar de un bloqueo estadounidense que
ha empobrecido al país durante décadas, la atención médica
es gratuita y accesible para todos/as. Esto es porque el sistema socialista de
Cuba significa que las necesidades de las personas son una prioridad, no las
ganancias, como en el capitalismo.
Una de las características de este proyecto de ley es que se han mantenido
a las masas en la oscuridad sobre el proceso y el propio proyecto de ley desde
el principio hasta el final. Sólo los políticos y los grupos de
presión de las industrias del cuidado de salud y diversos profesionales de
la medicina pudieron seguir el curso interno de las negociaciones. Ahora que se
ha terminado, varios expertos burgueses surgen para “explicar” el
proyecto de ley.
Los/as trabajadores/as tendrán que esperar hasta el año
2014, mientras 45.000 mueren al año
Los detalles enterrados en el proyecto de ley saldrán a la luz con el
tiempo, o tal vez nunca. Éstas son algunas de las características
principales del proyecto de ley que han salido.
Para empezar, aún el proyecto más optimista estima que 23 millones de
personas seguirán sin seguro médico en el año 2014.
El proyecto de ley impone condiciones onerosas a millones de personas sin
seguro que, a partir de 2014, se verían obligadas a comprar un seguro de
salud de una compañía de seguros o de lo contrario, serán
multadas. Esta es la versión del proyecto de ley de dar una cobertura
más amplia. Fue el resultado de un acuerdo con las compañías de
seguros para ampliar su base de clientes que ha estado disminuyendo y que ha
sufrido durante la crisis económica, cuando millones de trabajadores/as
han perdido sus empleos y sus seguros, y para garantizar miles de millones de
ganancias futuras.
En el 2014 los/as trabajadores/as y la clase media tendrán que estar en
uno de los 50 intercambios estatales. Esta atomiza aun más a la clase
obrera, dejando la obligación al individuo para encontrar un seguro
“accesible” en el Internet. Aun cuando las primas de seguros sean
asequibles, los co-pagos y deducibles pueden ser miles de dólares que
hacen impracticable el utilizar efectivamente el seguro.
Medicare Advantage, la atención domiciliaria y los pagos hospitalarios se
van a reducir en $200 mil millones. Esto es una amenaza para las personas de la
tercera edad y las discapacitadas, a pesar de las garantías dichas de que
nada va a ser cortado. Los recortes se harán en el reembolso a las
compañías privadas de seguros que trabajan a través de Medicare
Advantage, lo que seguramente hará reducir los servicios.
Los/as adultos/as con condiciones pre-existentes tendrán que esperar hasta
2014, cuando la cobertura ya no puede ser negada. Las familias pobres de cuatro
personas que ganan menos de $29.327 — 16 millones de personas —
tendrán que esperar cinco años para estar cubiertas por Medicaid.
Mientras tanto, 45.000 muertes prevenibles tienen lugar cada año por la
falta de seguro, de acuerdo con la Escuela de Medicina de Harvard. La mitad de
todas las quiebras personales se debe a los gastos médicos.
El proyecto de ley por supuesto, tiene algunos elementos positivos que cubren
las prácticas más absurdas y universalmente odiadas de las
compañías de seguros. Cualquier elemento positivo debe ser estudiado
de cerca por los/as trabajadores/as y aprovechado al máximo. Muchas de las
prácticas que estarán eliminadas fueron expuestas en la popular
película de Michael Moore, “Sicko”.
En el corto plazo, las compañías de seguros ya no podrán negar
la cobertura si usted está enfermo/a. No podrán poner un tope de por
vida en la cobertura. Y no podrán negar a los niños el acceso a causa
de una condición pre-existente. Los/as jóvenes hasta los 26 años
de edad podrán permanecer en el plan de sus padres, aunque podría
haber una prima adicional.
Sin embargo, millones de trabajadores/as tendrán que seguir dependiendo de
sus jefes para obtener su atención médica. Si usted pierde su
trabajo, también perdería el cuidado de salud. En esta época de
despidos, desempleo masivo y subempleo, hay una epidemia de personas que
pierden su cobertura basada en su trabajo. Y si se les permite mantener el
seguro médico después de despedidos/as, pocos/as pueden permitirse el
lujo de pagar una tarifa de grupo, y menos aún una individual.
Más importante es que las compañías de seguros serán las
encargadas del proceso inmediato de revisión. El Departamento de Salud y
Servicios Humanos eventualmente podría tener un mayor nivel de
revisión. Pero las compañías son expertas en mentir, manipular y
en el largo plazo, absorber multas a fin de evitar dar coberturas que
serían más caras que las multas. Se trata del caso del zorro que
conserva el derecho de cuidar a las gallinas.
Seguridad Social y Medicare
El liderazgo del Partido Demócrata promueve este proyecto de ley como el
sucesor en la tradición de la creación de la Seguridad Social y el
Medicare.
De hecho, lo opuesto es cierto. Los/as marxistas deben tratar de comprender la
diferencia, no sólo en términos de personalidades o partidos, sino
viendo las circunstancias objetivas en que estas diferentes piezas legislativas
se aprobaron y cuáles son las diferencias de clase. El factor más
importante es ver la relación de las fuerzas de clase que existían
entonces y que existen ahora.
El proyecto de ley de Seguridad Social fue aprobado en 1935 como parte del
“New Deal” (la política de recuperación económica y
social en los años 30) de Franklin Roosevelt. Pero sólo fue aprobado
después de un período de lucha de masas contra el desempleo, la
famosa Marcha para los Bonos de los veteranos en Washington, DC, y la
destrucción del campamento de veteranos de guerra por las tropas federales
en una batalla abierta. Siguió a las huelgas generales en San Francisco,
Minneapolis, Minnesota, y Toledo, Ohio, en 1934.
Aún así, se trataba de una concesión en la que los patronos
quedaron con la obligación de pagar sólo la mitad de la Seguridad
Social y los/as trabajadores/as la otra mitad. Pero se convirtió en un
derecho de la clase trabajadora. El dinero era controlado por el gobierno para
los trabajadores y pagado cada mes por el gobierno.
Medicaid y Medicare fueron aprobadas en 1965 como parte del programa
“Gran Sociedad” del Presidente Lyndon Johnson. Estas leyes no
fueron aprobadas porque el gobierno capitalista súbitamente se hizo
socialmente consciente. Fueron pasadas después de 10 años del
movimiento por derechos civiles, rebeliones masivas en las calles de Harlem,
NY, y Los Ángeles, y un creciente movimiento de liberación nacional
aquí en los Estados Unidos.
Así como la Seguridad Social, Medicare y Medicaid se hicieron un derecho
político y legal de la clase trabajadora y de los pobres. No fueron
concedidas a las compañías privadas y puestas en el mercado
capitalista como productos de consumo.
La actual ley de cuidado de salud refleja el hecho de que el movimiento de la
clase trabajadora, incluyendo el movimiento de los/as oprimidos/as, ha estado a
la defensiva durante mucho tiempo y todavía no ha empezado a luchar.
Consecuentemente, el destino de la ley de cuidado de salud en realidad fue
luchado por facciones diferentes dentro de la clase dominante y sus dos
partidos políticos sin ninguna intervención significante por parte de
las masas. Acuerdos secretos fueron hechos con las camarillas de cabilderos
representando los intereses de las compañías farmacéuticas y los
hospitales, como también con elementos de la industria aseguradora
médica. Cuando fueron revelados estos acuerdos, no hubo ninguna respuesta
de las masas. Ganaron los dueños y patrones, relativamente sin ningún
obstáculo o amenaza desde abajo. El liderazgo del movimiento sindical se
redujo a protestas minúsculas y a cabildeo. Y las comunidades y el
movimiento político no pudieron movilizarse a pesar de intentos militantes
por parte de varios grupos que luchaban por el cuidado de salud
universal.
Luchar contra ataques derechistas y racistas
Pero esto debe conducir a la próxima etapa de la lucha. El gran problema
para el movimiento de trabajadores/as es que la ley de cuidado de salud, tan
mínima como es, ha sido atacada por los/as republicanos/as y los/as
derechistas extremos del movimiento del Partido del Té que incluye a
verdaderos/as fascistas. Los/as republicanos/as y las corporaciones han
trabajado con el movimiento del Partido del Té para avivar las llamas del
racismo y los sentimientos anti-homosexuales y anti-inmigrante.
Hubo una demostración con muestras fascistas frente al edificio del
Capitolio en Washington, DC, el día en que pasó la ley cuando una
multitud le gritó epítetos racistas a John Lewis, un representante
africano-americano de Georgia y líder del movimiento de derechos civiles,
y le escupió a otro legislador negro. Esta pandilla entonces atacó al
Rep. Barney Frank de Massachusetts quien es homosexual, y le gritó
difamaciones anti-homosexuales. Es de destacar que a esta pandilla la
policía del Capitolio le permitió acercarse a los legisladores.
Los/as derechistas intentaron derrumbar la presidencia de Obama por medio de la
ley del cuidado de salud. Ya hay discusión entre los/as republicanos de
tratar de derogar la ley e iniciar una nueva movilización
ultra-derechista.
Este hecho no hace que la ley sea mejor. Pero sí significa que el
movimiento de trabajadores/as, el movimiento progresista y revolucionario,
deben trabajar juntos para combatir agresivamente cualquier contraataque
racista y reaccionario por el ala derecha mientras que a la vez demanda un
verdadero sistema de cuidado de salud universal.
No se sabe al presente si los elementos derechistas tendrán éxito.
Pero el movimiento progresista fue sorprendido durante la campaña de
mítines municipales el otoño pasado, cuando los primeros ataques
derechistas fueron lanzados contra la ley de cuidado de salud mientras azuzaban
una campaña racista contra Obama.
Estar advertido es estar preparado. La lucha por el cuidado de salud puede ser
llevada a la lucha contra los/as derechistas sin abandonar una posición
progresista y de clase trabajadora. Luchar contra los/as racistas agresivamente
mientras exigimos cuidado de salud universal y de calidad y Medicare para
todos/as, se puede y se debe hacer. “¡El cuidado de salud es un
derecho!” debe hacerse el grito de combate del movimiento junto a las
consignas pro-inmigrante, por derechos del aborto, anti-racista, etc. Esta es
la manera de resistir cualquier movilización derechista y racista basada
en la oposición a la ley del cuidado de salud.
El liderazgo del Partido Demócrata se ha rendido totalmente al ala
derechista. Los/as trabajadores/as, comunidades oprimidas, estudiantes y
jóvenes, todos/as tienen un interés en esta lucha. Puede unirse a la
lucha por empleos, contra los recortes de presupuesto y ejecuciones
hipotecarias, y para rescatar la educación pública. Todos estos
frentes en la lucha de clase forman la base para articularnos en Asambleas
Populares u otros órganos de poder popular que pueden unirse para lanzar
un poderoso movimiento anti-capitalista.
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