Primero de Mayo

Ahora es de suma prioridad que todos/as los/as trabajadores/as con conciencia de clase muestren su solidaridad con los/as inmigrantes, documentados/as e indocumentados/as.

La Legislatura del Estado de Arizona ha aprobado una ley anti-inmigrante que supera a todas las pasadas en perversidad — la acción más represiva desde las redadas Palmer de los años 1920 y el aislamiento en la década de 1940 de las personas de origen japonés. Pocas leyes de inmigración pueden ser más destructivas de la solidaridad de clase que la de Arizona.

La firma de la gobernadora Jan Brewer ahora hace que el estado de Arizona en vez de ser el estado del Gran Cañón, sea el estado de la intolerancia totalitaria y de la xenofobia. Arizona ya se estaba dirigiendo allí, con el alguacil del condado Maricopa Joe Arpaio, listo para tomar su lugar en el Panteón de los villanos de clase mundial junto al infame Sheriff “Bull” Connor de Birmingham, Alabama. Connor utilizó perros de ataque contra manifestantes de derechos civiles. Ambos son delincuentes con uniforme.

Esta ley de Arizona es razón suficiente para despertar un llamado a la solidaridad entre todos los/as trabajadores/as de EEUU. Pero las acciones del gobierno federal han ido aún más lejos. Mientras que los helicópteros sobrevolaban, unos 800 agentes enmascarados de Inmigración y Aduanas, del FBI y otros del mal llamado Departamento de Seguridad Nacional, algunos armados con fusiles de asalto, lanzaron una operación militar contra barrios latinos e indígenas en Tucson, Phoenix y Nogales.

Arizona está recreando la época Nazi del Tercer Reich de Hitler. Arpaio suministra las ignorantes tropas de asalto. Los federales suministran a los profesionales de la Gestapo. A través del uso de máscaras para ocultar a los policías individuales, los funcionarios federales arrancaron la máscara del aparato del poder del estado imperialista estadounidense. Como las prisiones de Guantánamo, Abu Ghraib y de Bagram, al igual que los videos filtrados de Irak y la masacre de civiles en Afganistán, las redadas en Tucson muestran el rostro verdadero de la clase dominante estadounidense.

También hacen que las demostraciones del Primero de Mayo este año cobren una vital importancia. Las marchas serán muestra de la fuerza de la comunidad inmigrante. También serán una oportunidad. Todos/as los/as trabajadores/as en los Estados Unidos — especialmente aquellos/as que no necesitan temer a la Gestapo de inmigración — pueden y deben mostrar la solidaridad más fuerte. Además debe haber solidaridad para detener las redadas. Y debe haber solidaridad para ganar la legalización para todos/as los/as trabajadores/as en los Estados Unidos y reforzar la unidad y la solidaridad entre todos/as los/as trabajadores/as.

UNIDAD, UNIDAD, UNIDAD.

La legalización de todos/as los/as trabajadores/as fue la demanda de los/as inmigrantes de base en la gran manifestación en Washington el 21 de marzo. Esta demanda es justa para los/as trabajadores/as indocumentados/as. Ganarla, fortalecería a toda la clase trabajadora en este país en contra de la clase capitalista rapaz que está atacando los derechos y los ingresos de los/as trabajadores/as cada día en todos los sentidos. El periódico Workers World/Mundo Obrero apoya la exigencia de legalización un 100 por ciento.

Por lo tanto estamos opuestos/as a la “reforma inmigratoria” promovida por el Senador Charles Schumer (D-NY) y el senador Lindsey Graham (R -SC) la cual está apoyada por el Presidente Barack Obama. Esta “reforma” es totalmente insuficiente para ganar la legalización que los/as trabajadores/as inmigrantes desean y necesitan. Además de esto, impone opresivos procedimientos de identificación biométricos a todos/as los/as trabajadores/as.

No obstante, aplaudimos la decisión de las coaliciones de inmigración en Los Ángeles de celebrar un Primero de Mayo unitario pese a tener diferentes posiciones sobre esta cuestión. La unidad en la acción fortalece la solidaridad dentro de la comunidad de inmigrantes. También hace posible que los/as trabajadores/as no inmigrantes puedan demostrar su solidaridad sin tener que respaldar una marcha sobre la otra. Los diferentes liderazgos pueden discutir sus respectivas posiciones mientras marchan unidos. Esto debería ocurrir en cada ciudad donde se celebra el Primero de Mayo.

En Nueva York, la Coalición 1 de Mayo, liderada por trabajadores/as inmigrantes y otros/as, ha convocado una acción en Union Square el primero de mayo por el quinto año consecutivo, exigiendo la legalización. Otro grupo de algunos sindicatos está convocando a su primera acción en otro lugar, exigiendo una reforma. La iniciativa de estos sindicalistas, con el objetivo anunciado de revitalizar el día como día de los/as trabajadores/as, sería completamente progresista de no haber sido contrapuesta a la marcha de la Coalición 1 de Mayo.

Al convocar una marcha por separado, este segundo grupo innecesariamente corre el riesgo de dividir a la clase trabajadora. Esperamos que el liderazgo haga uso de los restantes 10 días hasta el Primero de Mayo para encontrar una manera de llegar a un acuerdo sobre una acción unitaria a la cual querrán unirse todos/as los/as trabajadores/as progresistas en la ciudad. La solidaridad y la unidad son importantes en este Primero de Mayo.