Derechos pro inmigrantes y el discurso de Obama sobre la reforma

Por Teresa Gutiérrez

El presidente Barack Obama pronunció un importante discurso sobre la inmigración el 1 de julio ante una gran expectativa por el movimiento de los derechos pro inmigrantes.

Si los/as inmigrantes y sus partidarios/as esperaban que algo positivo saliera del discurso, recibieron una gran decepción. De hecho, lo que el presidente Obama aprobó como propuesta es todo lo que el movimiento ha estado luchando en contra, no sólo desde el año 2006, sino históricamente.

Obama siguió enmarcando la cuestión de inmigración en el contexto de la cuestión de seguridad, en lugar de en el contexto del trabajo o de los derechos civiles. Él reprendió a los/as trabajadores/as por estar en este país “ilegalmente” y dijo que “se burlan de todos/as aquellos/as que están pasando por el proceso de inmigración legal”. También dijo que los “11 millones” que están en los EEUU sin documentos “deben rendir cuentas”.

Obama hizo un leve intento de distanciarse de la reciente aprobación de la SB 1070 en Arizona calificándola como “mal concebida”. Pero también dijo que era “comprensible” dado el “nivel de frustración” en el país.

El presidente declaró que la frontera sur de EEUU es “más segura hoy que en cualquier momento en los últimos 20 años”. De hecho, hay “más soldados sobre el terreno en la frontera suroeste que en cualquier otro momento de nuestra historia”.

Hizo hincapié en mayores sanciones para los empresarios que contratan a trabajadores/as sin documentos, diciendo que esto reduciría el incentivo “para que la gente venga aquí, y enfatizó en poner en marcha el sistema E-Verify para todos/as los/as trabajadores/as que soliciten empleo. E-Verify es inquietante no sólo para los/as inmigrantes sino para todos/as los/as trabajadores/as porque refuerza el sistema de vigilancia de la Seguridad Nacional.

Obama manifestó su apoyo al DREAM Act, una legislación que trata de abordar la legalización de los/as millones de jóvenes que vinieron aquí a una edad muy joven y se han criado en este país sin documentos. El DREAM Act ha sido una manzana de la discordia en el movimiento pro-inmigrante, ya que por desgracia impulsa a los/as jóvenes al ejército si no pueden acceder a educación superior o a un trabajo.

Sin embargo, una enorme parte del movimiento ha apoyado a los/as heroicos/as estudiantes que han librado una valiente lucha para el DREAM Act, incluyendo huelgas de hambre que ponen en peligro su salud. Los/as jóvenes que lideran esta lucha están en su mayoría indocumentados/as y salen valientemente declarando que están “sin papeles y sin miedo”.

El movimiento pro derechos de los/as inmigrantes, especialmente los/as estudiantes y los/as jóvenes que luchan por el DREAM Act, deben luchar contra cualquier intento del gobierno y los medios de comunicación por dividir al movimiento. El llamado de Obama para apoyar el DREAM Act, ignorando otras demandas del movimiento, podría fácilmente convertirse en un punto de división si el movimiento no se une en torno a todas sus demandas.

Obama regañó a los/as republicanos/as en el Congreso por no tratar de llegar a un acuerdo bipartito sobre la reforma integral de inmigración. Lamentablemente, los/as republicanos/as y la extrema derecha en este país que a gritos difaman a los/as inmigrantes y producen un clima xenofóbico y racista contra los/as trabajadores/as inmigrantes no son el único problema.

Ni la Casa Blanca ni el Congreso, sin importar a qué lado del pasillo se encuentren los/as políticos, están dispuestos a hacer lo correcto para los/as trabajadores/as inmigrantes. ¿Por qué? Porque Washington cumple las órdenes de las corporaciones, el Pentágono, los empresarios y Wall Street.

Hay una profunda crisis económica en este país. El desempleo y las ejecuciones hipotecarias sólo van a aumentar. La clase gobernante necesita chivos expiatorios. Y uno de esos chivos expiatorios es la mano de obra inmigrante.

Los/as inmigrantes fueron bienvenidos/as a este país cuando la economía capitalista estaba fuerte, pero ahora que la economía está débil, son difamados/as y expulsados/as.

Si Obama tuviera la voluntad política, podría emitir una orden ejecutiva legalizando inmediatamente a todos/as en este país. Los sindicatos, así como todos/as los/as trabajadores/as estadounidenses debían presionar en este sentido ya que inmediatamente levantaría el nivel de vida de todos/as. Como se ha dicho muchas veces, “marea creciente levanta todos los barcos”.

Pero si el trabajo de Obama sobre la legislación del cuidado de salud o la crisis financiera es un barómetro, sólo el movimiento social puede asegurar que sus demandas sean satisfechas.

Hay un ala del movimiento pro-inmigrante que se niega a ceder en las demandas por la legalización inmediata, el fin de la militarización de la frontera, la derogación de leyes similares al TLCAN, y el empleo, educación y vivienda para todos. Estas demandas pueden llegar a ser una realidad si el movimiento sigue creciendo y fortaleciéndose. ¡Adelante hacia el Primero de Mayo de 2011!