Inmigrantes merecen legalización
Derechos plenos para todos/as los/as trabajadores/as
Por Teresa Gutiérrez
El 21 de marzo, decenas o quizás cientos de miles de personas se
manifestarán a favor de los derechos de los/as inmigrantes en Washington,
D.C.
La acción surge por la frustración y la profunda ira que existe en la
comunidad de inmigrantes y entre sus partidarios porque a pesar de exigir
continuamente derechos plenos para los/as inmigrantes, especialmente la
legalización de los/as indocumentados/as, estos pedidos han sido ignorados
por Washington.
La enorme demostración del 21 de marzo será una continuación de
la monumental mareada de millones de trabajadores/as en la primavera de 2006,
cuando los/as inmigrantes salieron de las sombras e irrumpieron en la escena,
cambiando para siempre el panorama político en este país.
Los/as inmigrantes y sus partidarios/as saben que los/as indocumentados/as ya
se han ganado la legalización. De hecho, se lo han ganado por cientos de
veces.
Los/as trabajadores/as se ven obligados/as a venir al mismo país —
EEUU — que ha creado las condiciones en sus países de origen que no
les deja otra opción que la de salir.
El TLCAN, las guerras auspiciadas por EEUU en Centroamérica, los acuerdos
con los países exportadores de emigrantes como Filipinas, la
intervención y ocupación de Haití, el golpe de estado en
Honduras, el rechazo a pagar indemnizaciones por el saqueo histórico de
África, son todos ejemplos de las políticas de EEUU en el exterior
que conduce a que millones de personas se vean obligadas a abandonar
penosamente sus países en busca de supervivencia.
Luego cuando llegan a EEUU se ven obligados/as a trabajar en la economía
clandestina sin que tengan ningún derecho.
Es un sistema perfecto para la clase capitalista: una fuerza laboral
vulnerable, explotable, desechable y barata que debe obedecer los caprichos de
los patrones.
A pesar de la mantra que se repite constantemente de que la política de
inmigración está quebrada, el hecho es que funciona bien. Pero
está funcionando para los empresarios y los banqueros, no para el
pueblo.
La manifestación del 21 de marzo y todos los esfuerzos para ganar los
derechos de los/as inmigrantes son extremadamente importantes. Pero lo que
saldrá de esta demostración es igualmente importante.
¿Qué tipo de reforma?
Hay un movimiento generalizado que aboga por lo que se llama una reforma
integral de la inmigración. Es importante seguir elaborando exactamente
qué tipo de reforma migratoria es necesaria. El movimiento — no
sólo los/as inmigrantes, sino también el movimiento sindical, el
anti-guerra y todos los movimientos progresistas — deben exigir una
reforma migratoria que esté completamente a favor de los/as
trabajadores/as.
Esta clase de reforma elevará el nivel de vida no sólo de los/as
inmigrantes, sino también de toda la clase trabajadora.
Esta reforma inmigratoria debe incluir por lo menos:
• La legalización inmediata de todos/as los/as indocumentados/as en
este país
• El fin de la militarización de la frontera, que es un acto de guerra
y fomenta una mentalidad xenofóbica
• Detener las redadas inmediatamente y poner fin a la división de las
familias
• Un fin a la política de EEUU que crea las condiciones para la
migración, tales como el apoyo al golpe de Honduras
• Derogación de las políticas comerciales de EEUU como el
TLCAN
• Trabajo para todos/as los/as trabajadores/as en este país,
independientemente de su lugar de nacimiento
• Educación para todos/as, independientemente del lugar de nacimiento
o estatus económico
• No a los programas de trabajadores/as invitados
• Reconocimiento del papel que desempeña el cambio climático en
la creación de refugiados/as, y las políticas para evitarlo
Es evidente la postura del Partido Republicano sobre la cuestión
inmigratoria. Aunque hay pequeñas diferencias aquí y allá, este
partido sigue manteniendo una viciosa posición anti-inmigrante. La extrema
derecha dentro y fuera del partido utiliza la inmigración como uno de los
temas para impulsar una feroz campaña derechista. Es racista y tiene como
objetivo al primer presidente negro de una manera inexcusable.
En respuesta al masivo esfuerzo organizativo para la manifestación del 21
de marzo, un grupo extremista anti-inmigrante llamado NumbersUSA celebró
una conferencia de prensa. En ella, un miembro dijo, “... la nueva reina
de la beneficencia de hoy son las mujeres procedentes de México con un
montón de bebés. Nosotros tenemos bebés, ellas tienen
dependientes”.
Esto está dirigido absolutamente contra la gente pobre, no importa el
origen nacional ni el color. La mujer mexicana es el objetivo de hoy, pero su
retórica va dirigida contra todas las mujeres pobres.
Mientras que la posición de los republicanos y la extrema derecha
está clara y es fácil de combatir, la cuestión no es tan clara
con los demócratas.
Dos importantes proyectos de ley de los demócratas van a ser discutidos en
el Congreso. Uno de ellos es del Senador Chuck Schumer de Nueva York y el otro
del representante de Illinois, Luis Gutiérrez. Gutiérrez ya
presentó su proyecto de ley en diciembre de 2009; Schumer no lo ha hecho
todavía.
El proyecto de ley del representante Gutiérrez es el más progresista.
Gutiérrez ha estado viajando por todo el país hablando con una enorme
audiencia acerca de pasar la “reforma migratoria integral”. Su
oratoria llena de orgullo a los/as latinos/as por su herencia.
Su proyecto de ley de 700 páginas oficialmente se llama la Ley de Reforma
Integral de la Inmigración para la Seguridad y la Prosperidad de
América.
Pero el proyecto va junto al argumento de que la cuestión inmigratoria y
por lo tanto los/as inmigrantes son parte integrante de la llamada
“guerra contra el terrorismo”. Cualquiera que sean sus creencias
personales, los/as demócratas no han enfrentado este pensamiento
militarista.
No hacen el frente y declaran que los verdaderos terroristas están en el
Pentágono y en Wall Street y se lleva la batuta en Washington. No van a
decir que el verdadero terror en la sociedad es la política que cierra las
fábricas, desaloja a las personas de sus casas, violan el medio ambiente y
así sucesivamente.
Los/as trabajadores/as en busca de sobrevivir no son terroristas. Son las
víctimas del terror. Todo proyecto de ley de inmigración que tiene la
“ejecución del orden público” en su fondo, es un proyecto
de ley de inmigración que debe ser rechazado.
Desafortunadamente, los demócratas le dirán al movimiento que esto es
lo mejor que pueden conseguir. Cuando los/as defensores/as de los/as
inmigrantes le pidieron a Schumer que se abstuviera de llamar a los/as
indocumentado/as “extranjeros ilegales”, él se negó.
Schumer dijo que así es la cosa.
El movimiento debe decidir
A lo largo de la historia de los EEUU, la clase capitalista y los funcionarios
en Washington que la sirven siempre han manifestado de una manera u otra,
“Eso es lo que es”.
Ellos no señalan que la historia demuestra lo contrario. Cuando los/as
trabajadores/as están en movimiento, cuando el movimiento es masivo,
“eso es lo que es” puede cambiar radicalmente de un día a
otro.
La esclavitud fue abolida, aún cuando muchos dijeron que no lo sería.
Las mujeres obtuvieron el derecho a votar cuando muchos dijeron que no
podían. La guerra de Vietnam terminó debido a la resistencia del
pueblo de Vietnam, pero el movimiento en los EEUU también fue
instrumental.
El seguro por desempleo, la jornada de 8 horas y los beneficios sociales fueron
ganancias que el pueblo fue capaz de arrebatar a la clase capitalista. Nada nos
fue dado. Todo ello se ganó.
La legalización sin acciones policiales y sin una militarización de
la frontera se puede ganar.
Pero esto sólo puede suceder si el pueblo está luchando por sus
propios intereses independientes de los demócratas. El Partido
Demócrata ha demostrado una y otra vez que pone un freno a la lucha.
Sólo lucha por pequeñas soluciones, y nunca le hará frente a los
poderes fácticos, a pesar de las buenas intenciones de muchos
individuos.
Mientras cientos de miles marchan en Washington el 21 de marzo, debían
tener esto en mente. Debemos estar atentos/as en los días siguientes, de
que ni Schumer ni Gutiérrez utilicen el impulso de la manifestación
para apoyar sus proyectos de ley. Esto sería oportunista y una
interpretación errónea de los/as manifestantes que se sacrificaron
para venir a Washington.
No nos equivoquemos al respecto: las masas en Washington el 21 de marzo quieren
la legalización.
Una forma de asegurar que la demanda de legalización prevalezca, es la
convocatoria y fortalecimiento de las movilizaciones del Primero de Mayo 2010
por todo el país.
El Primero de Mayo es una señal para la clase dominante que estamos
marchando independientes de los partidos de las grandes empresas. El Primero de
Mayo es un día en que los/as trabajadores/as de todo el mundo marchan. Es
un día histórico que se llena con el espíritu de la lucha de
clases.
El Primero de Mayo de este año se espera que sea único. En muchas
partes del país, está atrayendo no sólo a los/as inmigrantes, o
a los/as activistas por los derechos inmigratorios. Está atrayendo
más y más a estudiantes, sindicatos, organizaciones de las personas
sin hogar, jóvenes, organizaciones anti-guerra y organizaciones que luchan
por puestos de trabajo o en contra de las ejecuciones hipotecarias.
Si estamos unidos/as y militantes, este es el tipo de movilización que
puede arrebatar lo que es nuestro, incluyendo la legalización.
La autora es co-coordinadora de la Coalición 1º de Mayo de Nueva
York por los Derechos de los/as Inmigrantes.
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