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Se intensifica la resistencia contra el régimen golpista hondureño

Agosto fue un mes de lucha encarnizada en Honduras. El Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) ha participado en huelgas, marchas y plantones, mientras que el gobierno hondureño ha respondido con represión despiadada. Hablando el 6 de septiembre en la estación de la resistencia, Radio Globo, Juan Barahona, coordinador adjunto del FNRP y presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, dijo que nunca había visto tanta brutalidad del ejército y la policía en Honduras, ni siquiera en la década de 1980.

Septiembre promete ser aún más intenso.

Los/as hondureños/as han estado en las calles y organizándose en el país desde el 28 de junio 2009, cuando un golpe de estado cedió el país a los militares y oligarcas: las 10 familias hondureñas que poseen la tierra y las empresas, junto a las transnacionales estadounidenses. El régimen golpista de Roberto Micheletti removió de su cargo al presidente Manuel Zelaya que había sido elegido legalmente e instituyó una serie de medidas draconianas que despojaron a la población de sus derechos.

Durante su presidencia, Zelaya había respondido a las demandas de los/as trabajadores/as y campesinos/as de aumentar el salario mínimo y mejorar las condiciones de la mayoría de la población. Con la aquiescencia encubierta del gobierno de EEUU, que había criticado las reformas anti-imperialistas de Zelaya, la oligarquía hondureña tomó el control de la nación de 8 millones de personas.

Aunque Washington alegó oponerse al golpe, favoreció el proceso fraudulento de “elección” que en enero llevó al títere Porfirio (Pepe) Lobo Sosa a la presidencia. Lobo está bajo el control total de las fuerzas armadas y la oligarquía y desde su elección ha utilizado a la policía y al ejército para reprimir a la población en todo el país. Aunque decenas de personas, incluidas periodistas, han sido asesinadas, torturadas y desaparecidas desde la elección de Lobo, el gobierno de EEUU sostiene que Honduras ha “recuperado la democracia”. (Agence France-Presse, 29 de agosto)

En el Bajo Aguán en el norte de Honduras, los/as campesinos/as exigían el cumplimiento de una reforma rural agraria que les hubiera devuelto sus tierras ancestrales. El gobierno de Lobo respondió en abril con 3.000 soldados fuertemente armados y una represión violenta de las organizaciones campesinas.

El 5 de septiembre, la policía y el ejército disolvieron una huelga de hambre que llevaban por tres meses los/as trabajadores/as despedidos/as de la Universidad Nacional Autónoma (UNAH). Los/as 150 trabajadores/as sindicalizados protestaban por su despido participando en una huelga pacífica hasta que los militares entraron y golpearon, dispararon y rociaron con gas pimienta a los/as trabajadores/as y estudiantes dentro de los muros de la universidad. El ejército entonces tomó el control de la escuela. (Presente Honduras, 5 de septiembre, y Telesur, 06 de septiembre)

El gobierno de Lobo y el sumiso congreso nacional se acordaban de la victoria de la huelga que por tres semanas en agosto llevaron a cabo los/as maestros/as. Los/as maestros/as, a quienes el gobierno no había pagado desde febrero, salieron en huelga para exigir los pagos atrasados y para oponerse a la privatización de la educación. A pesar de los ataques viciosos por la policía y las fuerzas armadas, los/as maestros/as se mantuvieron firme y ganaron sus demandas. Lobo, a quien algunos llaman “Golpepe”, fue obligado a prometer la restauración de las pensiones — que el gobierno de Micheletti había robado — y restaurar sus beneficios.

El 26 de agosto los/as maestros/as habían salido a las calles de la ciudad capital, Tegucigalpa, en apoyo a las demandas de los movimientos campesinos por una distribución de la tierra. Los militares respondieron con armas de fuego y gases lacrimógenos. (Resistencia, 26 de agosto)

Desde 1 de mayo, la resistencia hondureña ha estado organizando para “La Constituyente”, una asamblea nacional constituyente para reemplazar la actual Constitución. Se ha hecho circular una petición exigiendo un referéndum para iniciar el proceso de una constitución popular.

La actual constitución, que fue escrita en 1982 en connivencia con el gobierno de Reagan en los EEUU, ha agravado la brecha entre ricos y pobres. Defiende los derechos de los oligarcas y los inversionistas extranjeros.

Hasta EEUU admite que desde 2004 la tasa oficial de pobreza en Honduras ha aumentado de un 50 por ciento de la población a más del 60 por ciento. (CIA World Factbook) Los efectos de la crisis económica mundial han sido brutales en Centroamérica, y Honduras es el país más pobre de la región.

Más de 1 millón de personas han firmado la petición para la Constituyente hasta ahora. Las exigencias de la Resistencia incluyen la reforma agraria, el aumento del salario mínimo, el respeto a los derechos humanos; el fin a la persecución y el asesinato de miembros/as de la Resistencia, y la no privatización de los recursos naturales. Esta última exigencia es de particular interés para los pueblos indígenas de Honduras que se oponen a la privatización de los ríos.

Además, la Resistencia está pidiendo el reconocimiento internacional para la asamblea nacional constituyente y garantías para el regreso de Manuel Zelaya, el coordinador de la Resistencia Nacional, y de 200 hondureños/as más forzados/as al exilio por el golpe. La Resistencia llamó a un paro nacional de 12 horas en Tegucigalpa el 7 de septiembre. Cuando las fuerzas armadas atacaron tan brutalmente a los/as trabajadores/as de la UNAH el 5 de septiembre, Lobo emitió una advertencia de que cualquier persona que apoye la ocupación de edificios públicos o carreteras sería reprimida. Pero la respuesta de agrupaciones obreras y campesinas ha sido la de intensificar su oposición, pidiendo a todos/as los/as trabajadores/as, estudiantes y campesinos/as a ocupar las calles de Tegucigalpa el 7 de septiembre.

Juan Barahona, el coordinador auxiliar del FNRP, dijo que el paro será el preludio a una huelga general que las cuatro centrales sindicales del país están preparando. (Prensa Latina, 3 de sept.)

La Resistencia espera tener 1.250.000 firmas para la Constituyente el 15 de septiembre, y anota que el Paro Cívico es su primer paso. La Resistencia hondureña avanzada resueltamente. Su consigna “Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”, parece ser muy cierta.


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