Cuba, China y Venezuela envian asistencia inmediata a Haití
Por Deirdre Griswold
Los médicos cubanos empezaron a salvar vidas tan pronto como el terremoto
devastador golpeó Haití el 12 de enero.
Años antes de este desastre monumental, Cuba había instalado una
misión médica en Haití para dar cobertura a áreas donde
hasta entonces o era escasa o no había llegado nunca asistencia
médica. Los cubanos, además, enseñaban a trabajadores haitianos
del ámbito médico técnicas de primeros auxilios. Cuando se
produjo el terremoto estos equipos se pusieron en marcha rápidamente para
proporcionar ayuda de emergencia.
Un avión de ayuda proveniente de Venezuela fue el primero en aterrizar en
Haití, en un momento en el que el había desaparecido cualquier atisbo
de funcionamiento normal de todos los servicios públicos. Médicos
venezolanos y brasileños se unieron a los equipos cubanos, quienes,
acostumbrados a funcionar en condiciones precarias, ya tenían sus propios
generadores para impulsar el equipo quirúrgico.
Otros doctores cubanos que habían estado trabajando en Haití, pero
estaban en Cuba por vacaciones cuando tuvo lugar el terremoto, regresaron
rápidamente. A ellos se unieron varios cirujanos cubanos con experiencia
en trabajar en situaciones difíciles así como doctores haitianos
formados en facultades de medicina cubanas en varias especialidades.
En menos de 24 horas, el personal médico cubano en Haití ya
había ayudado a cientos de pacientes - un número que aumentó a
miles antes del fin de semana.
Fidel Castro utilizó su columna “Reflexiones” del 16 de enero
para transmitir al pueblo cubano la esencia de un informe del jefe de la
Brigada médica cubana: “El hospital Delmas 33 ya está
funcionando; el mismo tiene tres salones quirúrgicos, con plantas
eléctricas, áreas de consulta, etcétera, pero está
absolutamente repleto.”
“Doce médicos chilenos se han incorporado, uno de ellos
anestesiólogo; también ocho médicos venezolanos; nueve monjitas
españolas; se espera la incorporación, de un momento a otro, de 18
españoles a los cuales la ONU y Salud Pública haitiana les había
entregado el hospital, pero les faltaban recursos de urgencia que no
habían podido arribar, por lo que decidieron sumarse a nosotros y comenzar
de inmediato a trabajar.
“Fueron enviados 32 médicos residentes haitianos, seis de ellos iban
a ir directo a Carrefour, un sitio totalmente devastado. También viajaron
los tres equipos quirúrgicos cubanos que llegaron ayer”.
“Estamos operando las siguientes instalaciones médicas en Puerto
Príncipe: Hospital La Renaissance, Hospital del Seguro Social y el
Hospital de la Paz. Funcionan ya cuatro CDI (Centros de Diagnóstico
Integral)”.
El gobierno cubano, mientras coordinaba la ayuda para Haití, lograba
evacuar, paralelamente y en menos de una hora, a 30.000 cubanos de la costa
frente a Haití, ante la posibilidad de que se produjera un tsunami.
Un equipo chino de búsqueda y rescate.
A las 2 de la madrugada del 14 de enero, a escasas 32 horas de producirse el
terremoto, un equipo de búsqueda y rescate aterrizó en Puerto
Príncipe proveniente de China, que tuvo su propio gran terremoto hace dos
años. El avión despegó de China a las pocas horas de saberse que
Haití tenía necesidad urgente de ayuda.
La Administración de Terremotos de China informó que el equipo
trabajó durante más de 60 horas, sacando personas de edificios
colapsados en la capital. De acuerdo con China Daily, el equipo
“comenzó a trabajar con las fuerzas de mantenimiento de paz de
Brasil, Nepal y con los equipos de rescate de los Estados Unidos y
Francia”.
“Habían sacado los cuerpos de algunos funcionarios de las Naciones
Unidas, incluyendo el jefe de Naciones Unidas en Haití Hedi Annabi y Luiz
Da Costa, Representante Especial Adjunto del Secretario General de Naciones
Unidas en Haití, además de ocho agentes de la policía china.
“El equipo también estableció una estación médica
para ofrecer tratamiento para pacientes sacados de los escombros y apoyo
médico para los médicos y el personal de seguridad. El equipo
continuará el trabajo de búsqueda y rescate en otras partes de
Haití en coordinación con las Naciones Unidas, dijo el
CEA”.
Hou Shike, doctor en jefe del equipo médico chino informó que ya
habían atendido 200 pacientes con traumas severos.
Tres días después, el 17 de enero, aterrizó un avión chino
transportando 90 toneladas de suministros, como medicinas, tiendas, luces de
emergencia, instrumentos para potabilización del agua, comida, agua
potable y ropa.
Ese mismo día, Hugo Chávez anunció que Venezuela
proporcionaría a Haití tanto petróleo como fuese necesario para
garantizar el transporte y la electricidad.
El aeropuerto controlado por EEUU es un “cuello de botella”
Mientras tanto, el gobierno de Haití que apenas era capaz de funcionar
entregó el control del aeropuerto internacional a EEUU. La prioridad
número uno de Washington ha sido desde el primer momento el envío de
miles de tropas, decisión que está siendo fuertemente criticada por
las organizaciones de ayuda.
Médicos sin Fronteras, con sede en Ginebra, afirma que el aeropuerto
controlado por EEUU es en estos momentos un cuello de botella y que hay
“pocos indicios de una distribución importante de la ayuda”
(Periódico Telegraph, Gran Bretaña, 18 de enero). Esta
organización afirma que se ha denegado el aterrizaje a un vuelo que
traía su propio hospital de campaña, por lo que se vieron obligados a
traer el material desde la República Dominicana, lo que ha supuesto un
retraso de 24 horas.
Oficiales franceses y brasileños, entre otros, ya habían denunciado
con anterioridad que las tropas estadounidenses habían impedido que
aterrizaran sus vuelos cargados de suministros.
Por su parte, uno de los encargados del Programa Mundial de Alimentos declaraba
en el New York Times que EEUU permite el aterrizaje de demasiados vuelos
militares norteamericanos y muy pocos vuelos con ayuda humanitaria.
“Alain Joyandet, Ministro de Cooperación de Francia, afirmó que
su país ha presentado una protesta ante Washington en relación con la
gestión militar del aeropuertos por parte de EEUU, ya que, en concreto no
se ha permitido el aterrizaje de un avión francés con ayuda”.
(Telegraph)
El 18 de enero, China Daily, en su informe desde Puerto Príncipe afirma
que la distribución de la ayuda es “aleatoria, caótica, y
mínima”. En este informe se describe cómo masas de gente se
empujan y se atropellan buscando las raciones de comida y botellas de agua que
lanzan desde el cielo helicópteros militares estadounidenses. Un
periodista afirmó ver como trabajadores de las organizaciones humanitaria
lanzaban paquetes de comida a haitianos desesperados.
“La distribución está totalmente desorganizada. No se está
identificando a la gente que necesita el agua. Las personas mayores y las
enfermas no tienen ninguna oportunidad”, afirma Pierre Deny, mientras
espera con su contenedor de plástico vacío junto a una multitud que
busca agua.
El mismo informe chino afirma que “Docenas de países han enviado
aviones con equipos de rescate, doctores, tiendas, alimentos, medicinas y otros
suministros necesarios, pero se han encontrado con el cuello de botella del
pequeño aeropuerto de Puerto Príncipe”.
Es muy difícil encontrar en los medios estadounidenses alguna mención
a la ayuda que están enviando a Haití los países progresistas y
socialistas. ¿Será porque estos países no ponen un precio a su
sacrificio? Oímos hablar constantemente de los 100 millones de
dólares prometidos por la administración Obama. Sin embargo, cuando
bajamos al terreno donde mueren miles de personas cada día por falta de
agua, comida y medicinas, esa promesa resulta absolutamente insuficiente.
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