Al borde de la guerra
EEUU envía buques de guerra y aviones a Corea
Por Deirdre Griswold
Buques de guerra y jets de combate estadounidenses llevando a más de 6.000
efectivos y reforzados por naves, aviones y 70.000 soldados de las fuerzas
armadas de Corea del sur comenzaron a realizar “ejercicios”
militares conjuntos en el mar al oeste de Corea el 28 de noviembre. Han llevado
a la dividida península al borde de la guerra.
En julio unos 20 buques de guerra estadounidenses y 200 aviones habían
realizado maniobras similares con las fuerzas armadas del sur. Así que
esta es la segunda vez en menos de seis meses que Washington y el régimen
derechista surcoreano de Lee Myung-bak han realizado una grave provocación
contra la República Popular Democrática de Corea (Corea del norte
socialista).
Ni China, que apenas está a 200 millas al noroeste, puede dejar de estar
alarmada por tales movimientos militares agresivos por los EEUU. Dos días
antes de que las maniobras conjuntas comenzaran, la Cancillería china
dijo: “Tenemos una postura clara y constante sobre esto. Nos oponemos a
cualquiera que tome acciones militares en nuestra zona exclusiva económica
sin permiso”. (Xinhua, 26 de noviembre) Sin embargo, EEUU y Corea del sur
llevaron adelante las maniobras.
Hostilidades comienzan con disparos hacia la RPDC
Esta vez las fuerzas surcoreanas fueron más allá que en julio.
Días antes de que los ejercicios conjuntos con EEUU comenzaran, dispararon
municiones vivas en las aguas cercanas a la RPDC desde la isla de Yeonpyeong,
que se encuentra más lejos al oeste del continente surcoreano y muy cerca
de la costa de la RPDC. Tanto la isla como las aguas son territorio disputado.
Hace años, EEUU había dibujado arbitrariamente una línea en un
mapa alegando que la isla era de Corea del sur, pero la RPDC nunca ha aceptado
eso.
Así que los militares que ordenaron estos disparos a la 1:00 P.M. el 23 de
noviembre sabían muy bien que esto era una provocación descarada
contra la RPDC — una que podría conducir fácilmente a una
respuesta similar, especialmente puesto que la RPDC había caracterizado ya
estos “ejercicios” como un simulacro de invasión del
norte.
Si Corea del sur y su enorme patrocinador EEUU hubieran deseado evitar la
confrontación con la RPDC, ¿habrían disparado en un área
disputada?
La provocación viene de EEUU y el régimen de Lee Myung-bak, no de la
RPDC.
Hora y media después, a las 2:34 P.M., después de haber protestado
verbal e inmediatamente, la RPDC tomó represalias disparando hacia la base
militar del sur en Yeonpyeong. Según funcionarios en Seúl, dos
soldados murieron. Luego dijeron que también dos civiles habían
muerto.
Inmediatamente, el torrente propagandístico tanto en los EEUU como en
Corea del sur subió a niveles altísimos, culpando a la RPDC por
comportamiento “irracional” y “brutal”. El
Pentágono anunció que tendría que enviar al USS George
Washington — un portaaviones de propulsión nuclear con casi 6.000
marineros y 75 jets de combate que habían participado en el
“ejercicio” de julio más otros cinco buques de guerra para
ayudar a las fuerzas del régimen de Lee en las maniobras navales
conjuntas.
Aunque los militares surcoreanos toman en última instancia sus
órdenes del Pentágono, EEUU adujo que no había estado implicado
con los “ejercicios” surcoreanos a la hora del intercambio de
artillería. Pero los hechos demuestran lo contrario. El 23 de noviembre
CNN.com reportó que “algunas fuerzas estadounidenses habían
estado ayudando a los surcoreanos en un ejercicio de entrenamiento militar,
pero no estaban en el área de disparos”. Seguro. Eran parte de la
provocación pero permanecieron fuera de la escena. Como los
“consejeros” estadounidenses en Vietnam en los primeros años
de esa guerra.
Sin embargo, incluso con el bombardeo de los medios centrados en inventar
razones para la “agresión” norcoreana, a veces se cuela un
artículo como ése que desmiente los cuentos.
Thomas D. Farrell, un ex oficial de inteligencia de la Reserva del
ejército de EEUU que sirvió en Corea y dice que él no es
“ningún apologista para Corea del norte”, explica cómo
estos acontecimientos fueron considerados por la RPDC: “Este ataque
ocurrió en una isla en el Mar (Amarillo) del Oeste. Aunque hay una
línea militar de demarcación bien definida en tierra, no hay una
línea bien definida en el océano. La supuesta línea del
límite norteño nunca ha sido aceptada por Corea del norte, y ha sido
objeto de muchas escaramuzas a través de los años. Una mirada al mapa
demuestra que la isla de Yeonpyeong está más bien cerca de Corea del
norte. La marina de guerra de la RC [surcoreana] estaba disparando en aguas
próximas como parte de sus ejercicios militares anuales de Hoguk, los
cuales, como todos los ejercicios militares, son condenados por los norcoreanos
como una provocación y un ensayo para la invasión. ...
“El punto es que cuando uno ve este acontecimiento desde la posición
del otro, es perfectamente comprensible. Las teorías que procuran
explicarlo son frágiles. La verdadera historia es que los norcoreanos
vieron las acciones de la marina de guerra de la RC como una provocación y
respondieron como se hubiera esperado”. (Honolulu Star Advertiser, 29
noviembre)
China también se encuentra amenazada
Los medios imperialistas de comunicación están diciendo ahora que la
“beligerancia” de la República Popular Democrática
de Corea está colmando la paciencia de China. China ha sido aliada de la
RPDC desde 1950, cuando fuerzas estadounidenses invadieron Corea del norte,
bombardearon todas sus ciudades, y amenazaron al nuevo gobierno revolucionario
de China con una guerra nuclear.
Pero mientras China está buscando una solución pacífica a la
presente crisis, no puede haber duda de que percibe la beligerancia de Estados
Unidos hacia la RPDC como una amenaza para su propio desarrollo
pacífico.
Li Jie, investigador de la academia militar naval china, escribía el 12 de
julio en el China Daily acerca de los “ejercicios”
surcoreano-estadounidenses programados para más adelante en ese mismo
mes:
“Un ejercicio conjunto con la República de Corea (del sur) en aguas
clave cerca de sus bases asiáticas ayudará a los Estados Unidos a
conseguir varios objetivos estratégicos en la región,”
decía Li.
“Primero, los ejercicios ayudarán a Estados Unidos a mantener la
presión contra lo que ellos denominan el inestable régimen de la
República Popular Democrática de Corea. También puede ser una
indicación explícita de la postura de EEUU de que la única
superpotencia mundial respaldaría con firmeza a la República de Corea
y Japón en caso de un conflicto militar entre Pyongyang y los dos aliados
asiáticos tradicionales de Washington”.
“Además, un ejercicio militar cuidadosamente planeado en el Mar
Amarillo ayudará a Estados Unidos recoger información geográfica
y militar de algunos países asiáticos (especialmente de China - d.g.)
que bordean sus vastas aguas”.
El “General Xiaotian, subdirector del personal general del Ejército
de Liberación del Pueblo, ha expresado una “firme
oposición” a las maniobras militares de EEUU-RC”. (China
Daily, 12 de julio)
Pero las maniobras de julio ocurrieron de todos modos, y ahora se están
repitiendo a un nivel de provocación más alto. China ha llamado a una
reunión de emergencia con EEUU, Corea del sur, la RPDC, Rusia y Japón
para resolver la situación. Hasta el 29 de noviembre, este llamado ha sido
ignorado por las administraciones de Obama y de Lee.
No hay nada de “irracional” en la respuesta de la República
Popular Democrática de Corea ni en las preocupaciones de los chinos. El
imperialismo estadounidense libró una horrible guerra contra la
revolución coreana de 1950 a 1953, de la que resultaron millones de
muertos. Desde entonces ha ocupado Corea del sur, con una fuerza que
todavía cuenta con 30.000 efectivos. Ha rechazado siquiera discutir un
tratado de paz que finalice formalmente la guerra.
¿Debería ser una sorpresa, entonces, que la Republica Popular
Democrática de Corea sepa que tiene que estar preparada en todo momento
para repeler otra invasión? Si hasta un oficial de inteligencia retirado
del ejército de EEUU sabe que el bombardeo por el sur obligaría al
norte a responder, ¿no lo sabrían también los que ordenaron el
bombardeo? ¿No era el propósito deliberado de dar la excusa de una
mayor amenaza contra la RPDC, con la intención de provocar un
“cambio de régimen”?
Expertos estadounidenses están ahora hablando abiertamente de la
“reunificación” de Corea sobre la base del sur tragando al
norte — en otras palabras, una invasión y contrarrevolución que
permita al capitalismo y al imperialismo mano libre para explotar a los/as
trabajadores/as y a los/as agricultores.
Esto es algo que los líderes de la RPDC y las masas nunca
permitirán.
¿Es sorprendente que los dirigentes chinos también se alarmen cuando
el imperialismo estadounidense, mientras hace dinero con las inversiones y el
comercio allí, sin embargo trata de cercar militarmente a China?
El Jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, el almirante Michael Mullen, revela
la mentalidad del Pentágono: “No creo que este será el
último ejercicio”, dijo. “Esta es una parte del mundo donde
hemos hecho ejercidos militares durante décadas y continuaremos”.
(CNN, 28 de noviembre)
En lugar de poner propaganda anti-RPDC psicoanalizando sus líderes,
¿por qué los medios de comunicación no preguntan por qué
los líderes de EEUU hacen lo que hacen? ¿Por qué han mantenido
una política hostil contra la RPDC por más de 60 años, desde su
revolución anti-capitalista y anti-colonial? ¿Por qué no firman
un tratado de paz con la RPDC para que el pueblo coreano pueda trabajar para un
desarme real y para la reunificación?
Pero eso sería reconocer que EEUU está gobernado por una clase de
multimillonarios que se ha cebado por la guerra y la explotación en todo
el mundo y tiene una larga historia de crear excusas para la expansión
sangrienta de su alcance imperial. Los medios de comunicación han sido
parte de esta historia ignominiosa, desde que los periódicos de Hearst
inventaron una excusa para invadir a Cuba en 1898.
No sucumbamos a las mentiras de otra “Bahía de Tonkin” o
“armas de destrucción masiva”. El enemigo de la clase obrera
está aquí mismo, en los salones de las juntas ejecutivas corporativas
y de los bancos del capitalismo estadounidense que están destruyendo todo
lo que el pueblo ha ganado a través de generaciones de lucha y duro
trabajo.
¡No a la agresión contra Corea socialista! ¡Alto a los
“juegos” de guerra, cese a las sanciones, que se firme un tratado
de paz con la RPDC y que se traigan las tropas y los barcos de EEUU a casa!
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